Hace 57 años, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) era la primera universidad en otorgar el título de licenciatura en Enfermería en el país. Hoy, miles de alumnos han pasado por las aulas de la Facultad de Enfermería y están dejando huella con su trabajo y entrega en el sector de la salud.

El 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermería.  En esta fecha queremos presentar a uno de nuestros alumni y conocer más sobre el trabajo de estos profesionales de la salud.

Christian Sarzosa, alumni de la Facultad de Enfermería, describe su carrera como una profesión de amor y de entrega. Siente que en esta carrera se tiene una conexión importante con los pacientes.

“La satisfacción de ser enfermero es enorme. Al tener como principal rol el cuidado, existe una mayor empatía y conexión con las personas”, explica Christian. Actualmente está haciendo su rural en un centro de salud público de la provincia de Chimborazo.

Una carrera antigua, pero con futuro

La enfermería es una profesión tan antigua como la humanidad. Cada ser humano, que ha necesitado de cuidados en momentos de fragilidad de su salud, ha tenido el contacto con estos profesionales.

Cuando Christian estaba eligiendo su carrera, estaba seguro de que Enfermería tenía grandes perspectivas para el futuro. Con la llegada de la pandemia confirmó su teoría y comprendió la importancia que tiene esta profesión para la sociedad.

“Siempre pensé en estudiar alguna carrera de la rama de la salud. Luego de la relevancia que ganó en la pandemia, me convencí de que era la mejor opción. Además, para mí esta profesión tiene grandes oportunidades laborales y de formación continua”, explica el alumni PUCE.

Una carrera con sacrificios

Como la mayoría de los profesionales de la salud, el trabajo del personal de enfermería involucra mucho sacrificio. En esta profesión tienes horarios rotativos y extendidos, sin fines de semana y feriados. Sin embargo, la satisfacción y recompensa que se siente por parte de los pacientes es suficiente para Christian.

Una de las historias que más recuerda este alumni es la de cuando apoyó a una mujer de 26 años durante los nueve meses de embarazo de su primer hijo. Vivió con ella todo su proceso médico, miedos, inseguridades y estragos, hasta el día que dio a luz.

“Creo que nunca en mi vida, ni con mi propia familia, ni con mis amigos cercanos me había sentido tan incluido en un proceso tan bonito”, recuerda este profesional de la salud.

Una carrera poco valorada

Aunque la Enfermería en sus inicios tenía que ver solo con el cuidado de los enfermos, hoy esta profesión va más allá de eso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la enfermería no es solo el cuidado del paciente, incluye también la promoción de la salud y la prevención de enfermedades”.

Sin embargo, para Christian, uno de los problemas de su profesión es que siente que no es valorada. Piensa que, en muchos casos, tanto doctores como pacientes creen que el personal de enfermería simplemente es asistente de los médicos.

“La enfermería trabaja en equipo con el resto de profesionales de la salud, pero no sirve ni depende específicamente de ninguno. Lamentablemente, no existe esa valoración e incluso hay una percepción errónea en la sociedad y se piensa que la enfermería es asistencia de otras ciencias”, comenta Christian.

Hoy estos profesionales representan más de la mitad de los trabajadores de la salud en el mundo. Hacen labores de promoción de la salud y de prevención de enfermedades, además, promueven el tratamiento y el cuidado de las personas.

Los licenciados de enfermería son encargados de muchísimas cosas. Nosotros hacemos programas de vacunación, programas de promoción, prevención de la salud, farmacia e incluso gestión de desechos”, agrega Christian.

Nuestro propósito es ser los mejores

Para este licenciado en Enfermería, graduado en 2021, los profesionales de este sector tienen un importante rol con los pacientes, su familia y la comunidad. Su trabajo supera el cuidado del enfermo. Un buen enfermero logrará que su paciente se sienta cómodo y confiado. Estos profesionales deben recordar que son la cara que ve primero el paciente y la que más verá en el centro hospitalario.

“Hagamos nuestro trabajo lo mejor posible. Que nosotros como enfermeros pongamos la profesión en alto y que nuestros pacientes reciban una atención de mayor calidad. Quiero saber que mi mamá, mi hermano o mi amigo serán atendidos por los mejores enfermeros”, finaliza Christian.

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