“Fue una experiencia fuerte para mí, pero muy interesante, en la que aprendí mucho”. Así describe el diseñador de productos Diego Salazar, graduado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), su vivencia al crear un elemento que facilita la rehabilitación de pacientes con esclerosis múltiple.

Una invitación de su hermana fisioterapeuta, su constante curiosidad y su amor por la investigación fueron las motivaciones que llevaron a este joven diseñador a conocer la Fundación Ecuatoriana de Esclerosis (FUNDEM).

“Acepté la invitación de mi hermana y llegué a FUNDEM. Vi la labor tan importante que hacían y me di cuenta de que tenían muchas necesidades en su día a día”, recuerda Diego.

Conociendo la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso central, interrumpiendo la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Puede ocasionar daño progresivo en nervios, músculos y visión; además, dolor, fatiga, disminución de la coordinación y falta de movilidad de las extremidades inferiores, lo que desencadena la pérdida de la autonomía del paciente.

Aunque la EM no tiene cura, la fisioterapia y los medicamentos que inhiben el sistema inmunológico pueden paliar los síntomas. Así como controlar la evolución de la enfermedad.

Proceso de creación

Después de esa visita a FUNDEM, Diego Salazar decidió que debía crear un producto que ayude a la rehabilitación de las personas que padecen esclerosis y que no tienen muchos recursos. Esto se convirtió en su tema de tesis de la carrera de Diseño de Productos.

Aunque la investigación fue difícil porque en las entrevistas, los pacientes (su público objetivo) decían no necesitar apoyo alguno, ni tener inconvenientes en sus terapias, Diego observó que muchos de ellos ya no podían ponerse de pie, ya sea porque tenían miedo o porque su cuerpo no les permitía. Además, se percató del esfuerzo que hacían los fisioterapistas al levantar diariamente a los pacientes que estaban en rehabilitación.

“Había casos en los que el paciente medía 1,80 m y la fisioterapeuta medía 1,60. Levantar a una persona más alta, todos los días, es difícil y causa problemas a futuro”, comenta Diego.

Gracias a la investigación en campo y a la observación, el proyecto fue tomando forma. Lo que en un principio debía ser un producto para ayudar a los pacientes, terminó siendo un diseño que beneficiaría tanto al paciente como a los especialistas.

Así, Diego creó una nueva alternativa de rehabilitación para pacientes con EM, un elemento que facilita su verticalización, es decir, que permite que se pongan de pie.

Beneficios del producto para rehabilitación de esclerosis

El desarrollo del elemento de verticalización, que tiene como principal objetivo reducir los esfuerzos tanto del paciente como del terapeuta, se basó en el análisis de las posturas y efectos varios de la enfermedad y de su evolución, por ejemplo, la progresiva limitación de movilidad.

Sin embargo, el beneficio que da este elemento no es solo físico, pues volver a estar en una posición bípeda, de forma semi asistida, mejora la salud emocional del paciente y su autoestima. Así también, genera un vínculo de confianza entre el paciente y el terapeuta. Esto sin duda, ofrece seguridad y tranquilidad a la persona al ponerse de pie.

“Me di cuenta que la carga emocional que significa para una persona poder pararse es gigante”, explica el diseñador.

Aunque en el mercado hay elementos que pueden hacer lo mismo, diseñar un producto con la participación constante de los usuarios permitió a Diego corregir los problemas de otras herramientas. El resultado fue la concepción de un producto con mayor aceptación en su público objetivo.

“En la creación de ciertos productos no se enfocan en el usuario y no analizan sus necesidades. En mi producto, los elementos no son al azar, son para que el paciente se sienta en confianza”, enfatiza el protagonista de esta historia.

Unos datos más…

En un futuro, el graduado de la PUCE espera hacer un modelo de su proyecto en tamaño real y crear un plan de negocio para ponerlo a producción. Su objetivo es implementar este sistema en los hospitales públicos, pues es un producto de bajo costo que satisface un problema actual que tienen pacientes y terapeutas.

Este producto fue uno de los tres diseños ecuatorianos de la exhibición “50 talentos. Ideas para mejorar el mundo”, una selección de proyectos destacados de diseño joven en Iberoamérica, enfocados en la sustentabilidad, la ética y la integridad. Esta exposición fue iniciativa de la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID) en 2021, que pertenece a la Fundación Diseño Madrid.

Los tres diseños ecuatorianos seleccionados para esta exhibición del 9° encuentro BID, Enseñanza y Diseño, fueron de estudiantes de Diseño de la PUCE.

Actualmente, el diseñador de productos Diego Salazar tiene su empresa de diseño interior llamada Urku Design y es un ejemplo de que dejar huella es posible desde el ámbito en el que nos desenvolvamos.

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