Sembremos un árbol y combatamos el cambio climático. Para el 2050, se cree que la temperatura de la Tierra aumentará 2°C. Esto se traduce en deshielos, inundaciones, tormentas, incendios forestales y sequías.

El cambio climático nos está afectando hace mucho tiempo. Nosotros mismos presenciamos recientemente un verano inusual en Quito con lluvias hasta agosto”, explicó el entomólogo, investigador y docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Álvaro Barragán.

En este contexto y en el marco de la encíclica Laudato Si’, la PUCE se propuso una meta: reforestar más de 1.000 hectáreas de terreno con árboles nativos y endémicos en diferentes provincias del país hasta el 2024. Esto a través de la iniciativa 1 millón de árboles para Ecuador.

“Esta iniciativa se alinea al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las agendas de desarrollo nacionales y la encíclica Laudato Si’”, según la página web del proyecto.

Por un Ecuador más verde con 1 millón de árboles

Sembrar un árbol es construir vida.  Los árboles producen oxígeno, purifican el aire, aumentan la fertilidad de la tierra y evitan la erosión. Así también, captan agua, evitan deslizamientos e inundaciones, regulan la temperatura, dan sombra y son parte del equilibro del ecosistema.

“Sembrar un árbol es crear y multiplicar vida. Un árbol genera una interacción gigantesca de otros organismos que viven alrededor de él”, comenta el docente de la PUCE.

Desde octubre de 2021, la PUCE ha sembrado más de 200 mil árboles en 10 provincias del país. Esta cifra ha sido posible por el trabajo conjunto de 26 socios estratégicos y más de 7.000 voluntarios, además de la comunidad universitaria.

Con esta iniciativa, se ha llegado a Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Imbabura, Napo, Pichincha, Portoviejo, Tungurahua y Santo Domingo de los Tsáchilas.

Sembremos especies endémicas

Sin embargo, es importante aclarar que para seguir una reforestación equilibrada y en ayudar al planeta se debe sembrar plantas endémicas y nativas de la zona.

Hay muchos árboles que pueden causar problemas al ecosistema de la zona. Es importante conocer los árboles nativos. Estos, además de estar acondicionados a nuestro clima, preservan el equilibro del lugar sin convertirse en una plaga”, agrega el investigador de la PUCE.

Por ejemplo, en el caso de Quito, si bien se puede decir que cuenta que un número importante de colonias de árboles muchos de ellos son especies exóticas, es decir, que no son propias de esta zona.

Entre las especies nativas tenemos: cholán, cedro, algarrobo, tocte, aliso, arrayán, pusupato y el tan icónico arupo.

Apadrina un árbol y deja huella

Se puede creer que, para dejar una huella en el mundo, se deben hacer cosas extraordinarias y fuera de lo común. Lo cierto es que un ser humano deja huella con cada acción de su vida por pequeña que nos pueda parecer. Así, les invitamos a sumarse a esta iniciativa apadrinando un árbol o siendo voluntarios de la reforestación.

Tú puedes apadrinar un árbol contribuyendo con USD 3. Solo ingresa a 1millondearboles.ec y sé parte del cambio.

“Sembrar un árbol significa esfuerzo y trabajo. Este esfuerzo se verá recompensado en un futuro mejor para el planeta y, por ende, para los seres humanos”, finaliza el entomólogo Barragán.

Así, la PUCE reafirma su compromiso con la sociedad. En los últimos tres años, la universidad ha desarrollado más de 500 proyectos de servicio comunitario que han beneficiado a más de medio millón de personas. Deja tu huella apadrinando un árbol y ayúdanos a sembrar 1 millón.

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