Hasta el 2024, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) impulsa la siembra, de por lo menos, un millón de árboles a lo largo del territorio nacional. Con este proyecto se busca difundir entre los ciudadanos el mensaje de cuidado de la Casa Común al que nos invita el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ y ante las circunstancias actuales resulta urgente.

En julio del 2015, en su visita a la PUCE, el Papa Francisco pidió reflexionar sobre la invitación que Dios le hizo al hombre, para que sea parte de su obra creadora; en este sentido planteó a la comunidad universitaria una interrogante ¿qué está haciendo, para cuidar La Casa Común?

El Papa Francisco insistió en que Dios no solo nos ha pedido cultivar sino cuidar de la Tierra. Además, apuntó que eso, a causa del uso irresponsable de bienes, ya no es una mera recomendación, es una exigencia.

¿Cuál es el objetivo?

La PUCE Matriz promueve el cultivo de un millón de árboles, en coordinación con sus seis sedes. La universidad se articulará con organizaciones del sector público, privado y de la sociedad civil.

El resultado de este gran proyecto de vinculación con la colectividad será la reforestación de cerca de 1 000 hectáreas de terreno, con árboles nativos y endémicos en diferentes provincias del país.

“Este proyecto empieza, por decirlo de alguna manera, con la pregunta que nos hizo el Papa. Con su reflexión nos interpeló, nos hizo pensar en torno a ¿qué hacemos por el cuidado de la casa común”, dice el Mgtr. Diego Jiménez, director de Vinculación con la Colectividad.

De acuerdo con Jiménez, al Dr. Fernando Ponce León, S.J. le pareció que una de las formas de responder al llamado del Papa Francisco era asumir el desafío de promover la siembra de un millón de árboles y su respectivo cuidado posterior,  para que la reforestación sea un proyecto con resultados tangibles, pues como se sabe muchos proyectos de este tipo fracasan o no alcanzan sus objetivos porque no incluyen u olvidan las tareas de cuidado y cultivo después de la siembra.

Esta iniciativa se alinea al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las agendas de desarrollo a nivel nacional y la encíclica Laudato Si’ .

¿Cómo se ha avanzado?

Hasta febrero 2022, hemos sembrado 29 170 árboles. Y la PUCE ha logrado el respaldo de gobiernos autónomos descentralizados de Pichincha, Cotopaxi, Pedro Moncayo, Sigchos, Otavalo, Manabí, Junín y Santo Domingo de los Tsáchilas. Además del Consorcio para la Siembra y Cosecha del Agua.

También nos apoyan instituciones de la sociedad civil como Sismode, Colectivo Pacha Mama, Junior Chamber Internacional, Agro Junín, Instituto Superior Tecnológico Crecer Más.

¿Por qué sumarse?

El entomólogo Álvaro Barragán, quien dirige la Carrera de Biología de la PUCE, cuenta que, por ejemplo, en la Sierra del Ecuador había alisos, arrayanes, yalomán, cholán, podocarpus y polylepis.

Esas plantas, lamentablemente, fueron perdiendo espacio frente a los eucaliptos o pinos y cipreses implantados con buenas intenciones, pero que no cumplen con funciones ecosistémicas. Al no existir estas especies, animales como pájaros, reptiles e insectos nativos también han desaparecido.

Según el entomólogo Barragán hay que trabajar en reforestación para que las quebradas, como la de La Gasca, por ejemplo, vuelvan a ser esa barrera natural que evite desgracias que traen los aluviones. La vegetación, dice, también sirve para bajar la temperatura de las ciudades.

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