Desde la biotecnología hasta la salud pública y la conservación del medioambiente, la investigación en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) es un pilar fundamental. Impulsa la transformación institucional hacia un futuro de innovación y excelencia académica.  ¿Cómo ha contribuido la investigación en la PUCE a la solución de problemas locales y al desarrollo sostenible del país?

Conversamos con el doctor Hugo Navarrete, director de Investigación, Vinculación e Innovación de la PUCE. Él nos ofrece una visión detallada de los desafíos y logros de la investigación en la universidad. Destaca el papel transformador que desempeña en la institución y en la sociedad.

Podemos abordar esta pregunta a partir de varias perspectivas. Una universidad tiene tres pilares fundamentales: docencia, investigación y vinculación. Sin investigación o vinculación, no sería una universidad, ya que solo impartiría docencia. La investigación es esencial para la naturaleza misma de un centro de educación superior.

Foto: doctor Hugo Navarrete.

Desde una perspectiva más filosófica y considerando la visión histórica de la PUCE y los Jesuitas, el conocimiento y la generación de nuevo conocimiento son fundamentales. La producción de nuevo conocimiento nos permite ser líderes y eso busca esta universidad: liderar en la creación de conocimiento.

Todo conocimiento es útil y valioso en sí mismo. No existe investigación que no tenga utilidad. Hace más de 40 años, comenzábamos a desarrollar investigación en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, particularmente en biología. Entonces, muchos se preguntaban para qué estudiar árboles o insectos. Sin embargo, décadas después, investigaciones en ese campo nos permitieron tomar decisiones a nivel constitucional sobre la biodiversidad de Ecuador. Gracias a esos estudios básicos, hoy sabemos que uno de nuestros patrimonios más importantes es la diversidad biológica. Información crucial para políticas públicas, como el caso del Yasuní, uno de los bosques más diversos del mundo. Contamos con información crucial para generar políticas públicas, como el caso del Yasuní, uno de los bosques más diversos del mundo.

Este conocimiento, alcanzado por aquellos “locos” que estudiaban árboles e insectos, ha tenido un impacto global. La investigación nos ha posicionado como líderes y ha generado debates políticos y acuerdos internacionales.

La PUCE tiene más de 3.300 publicaciones científicas y más de 438 docentes investigadores destacados. Las ramas de investigación en la universidad tienen un enfoque amplio y multidisciplinario, integrando ciencias biológicas, químicas, médicas, tecnológicas y más.

Entre los estudios que puedo mencionar están:

Investigación en el Yasuní

La PUCE es una de las universidades pioneras en realizar investigación en esta zona biodiversa. Los estudios en esta área se enfocan en documentar la variedad de especies que la habitan. Además, en entender sus interacciones y evaluar la importancia del Yasuní para la conservación global. Estos estudios también pueden influir en políticas de conservación y decisiones gubernamentales.

Modelos de drosófilas (moscas de la fruta)

Recientemente, con las moscas de la fruta, se descubrió que los metales pesados se transmiten a los organismos vivos al ingerir alimentos contaminados. Para ello, se utilizaron  modelos de drosófilas. También se usan estos modelos para estudiar los efectos mutagénicos y la acumulación de metales pesados.

Investigación en ranas

Existen múltiples investigaciones que documentan cuántas y cuáles especies de ranas existen en una región. Este conocimiento es crucial para la conservación de estos anfibios. Asimismo, ayuda a proteger las especies en peligro y a entender la estructura de los ecosistemas.

Las ranas son sensibles a los cambios ambientales, por lo que su presencia o ausencia puede indicar la salud del ecosistema. Además, los estudios en esta área lograron demostrar que un hongo patógeno ha causado la desaparición masiva de ranas en varias regiones. Esta investigación ayudó a entender cómo las enfermedades y el cambio climático afectan la biodiversidad.

Estudios sobre mosquitos transmisores de enfermedades

El calentamiento global puede expandir el rango geográfico de los mosquitos que transmiten enfermedades como malaria, dengue y zika. Investigadores de la PUCE evalúan cómo los cambios en el clima afectan la propagación de estos insectos y las enfermedades que transmiten. También se han realizado diversos estudios sobre el Chagas, para combatir a esta enfermedad endémica en América Latina.

Nanocelulosa de la tagua

Investigaciones han desarrollado una nanocelulosa a partir de la tagua, un material vegetal muy duro, hecho de glucosa. Esta nanocelulosa se ha utilizado para atrapar virus como VPH, VIH y COVID-19. Además, se está explorando su uso en cosméticos y en tratamientos para problemas de cicatrización, como el pie diabético.

Uso de cannabinoides para el tratamiento de la epilepsia refractaria

Estudios realizados con niños que padecen epilepsia refractaria han mostrado que los cannabinoides pueden reducir significativamente la cantidad de ataques epilépticos. Así es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

El mayor desafío es conseguir fondos. En muchas partes del mundo, las universidades reciben financiamiento suficiente de los Estados para generar conocimiento. Sin embargo, en nuestro país, esto no es así. El Estado ecuatoriano debería invertir fuertemente en el desarrollo de aplicaciones y tecnología basada en ese conocimiento.

En Europa, por ejemplo, existe una fuerte alianza entre las universidades y la empresa privada, con grandes inversiones que no son filantrópicas, sino incentivadas fiscalmente. Aquí, en Ecuador, no podemos esperar que las empresas arriesguen fondos sin obtener nada a cambio. Especialmente, con la alta presión fiscal que no promueve el desarrollo económico, menos aún el basado en conocimiento. De cada 50 inventos, solo uno puede tener un impacto económico relevante y eso requiere mucho dinero.

El reto en nuestro país es lograr que el Estado invierta en ciencia y tecnología. Lo debería hacer, principalmente, en áreas donde podemos ser fuertes, como la biotecnología y la medicina. Tenemos una gran biodiversidad que podemos aprovechar, pero enfrentamos dificultades debido a restricciones y falta de financiamiento. La investigación es costosa y los políticos, a menudo, no comprenden que incluso un resultado negativo es valioso en ciencia.

A nivel internacional, tampoco hay mucho dinero disponible para Ecuador porque somos un país de renta media. A su vez, la corrupción es un gran problema aquí, afectando la distribución de recursos. Las agencias de desarrollo tampoco están tan interesadas en invertir en países con potencial de desarrollo porque se enfocan en los más pobres. Por eso, el reto es mayor: necesitamos que la mentalidad del Estado cambie y más inversión en ciencia para avanzar.

La PUCE invierte alrededor de USD 8 millones al año en investigación. En proporción a su presupuesto, somos la universidad que más invierte en investigación en el país. Es importante destacar que lo que publicamos es producto de nuestras propias investigaciones. Colaboramos con varios grupos tanto dentro como fuera de Ecuador, pero nuestras publicaciones son el resultado de nuestro trabajo. No compramos publicaciones ni invitamos a profesores que no estén realmente involucrados en nuestra institución solo para mejorar rankings.

Además, aunque la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales es muy fuerte en investigación, otras facultades también han crecido significativamente. La Facultad de Medicina, por ejemplo, ha avanzado mucho en investigación médica y epidemiología. Enfermería y Psicología también han incrementado su producción investigativa.

La PUCE apoya todas las áreas del conocimiento, desde teología y filosofía hasta el desarrollo de nuevas moléculas con valor económico. Tenemos varios laboratorios, entre ellos de materiales y biotecnología, y hemos desarrollado patentes e inventos. Nuestro enfoque es la investigación con propósito, buscando soluciones que beneficien a la sociedad. Son ejemplos de aquello el trabajo en contaminación por metales pesados o el control del contagio de la enfermedad de Chagas. Esta visión integral nos permite abordar problemas locales y encontrar soluciones adaptadas a nuestras realidades y necesidades.

Sabemos que cuando no somos dueños del conocimiento, dependemos tecnológica y económicamente de soluciones externas, lo que nos limita. Por eso, la PUCE se ha enfocado en generar conocimiento relevante. Este brinda un grado de libertad para tomar decisiones informadas y autónomas como país.

No podemos, simplemente, adoptar soluciones de otros países con realidades culturales, sociales, económicas y geográficas distintas. Nuestra diversidad cultural y lingüística requiere soluciones específicas y locales, y hemos trabajado arduamente para desarrollarlas. Nos centramos en los más vulnerables y desamparados, para lograr un impacto positivo en la sociedad.

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