La seguridad alimentaria es un tema crucial a nivel mundial. Esta garantiza que todas las personas accedan a alimentos sanos, nutritivos y en cantidades suficientes. La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), a través del Centro de Estudios Ambientales y Químicos (CESAQ) y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, lidera estudios sobre los contaminantes en los alimentos.

Desde 2018, los investigadores de este centro han estado al frente del monitoreo de la calidad de los productos que consumimos. El enfoque principal es la detección de metales peligrosos, como mercurio, plomo, cromo y cadmio, y su impacto en la salud pública.

  “En la PUCE, consideramos que investigar sobre temas de salud es un aspecto tremendamente relevante. La razón es que, en última instancia, una población sana es más productiva y representa menores costos, entre otros beneficios”. Así comentó el doctor Hugo Navarrete, director de Investigación de la PUCE.

Plomo en alimentos: un peligro cotidiano

La reciente alerta sobre la presencia de plomo en productos de usos cotidianos, como la canela en polvo, desencadenó una alarma en EcuadorEn noviembre, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) reveló que lotes de canela importada estaban contaminados con cromato de plomo. ¿Cómo afecta esto a la salud de las personas? ¿La canela es el único alimento que contiene este material pesado?

Efectos en la salud

La M.Sc. Gabriela Yánez, investigadora del CESAQ de la PUCE, explica la peligrosidad de este elemento.

“El plomo, al ser ingerido, con el tiempo, se acumula en el organismo. Sus efectos pueden ser perjudiciales, especialmente, en cantidades significativas. En los niños, puede interferir con el desarrollo cognitivo y el crecimiento. Mientras que, en los adultos, puede contribuir a problemas cardiovasculares, entre otros”, finalizó la M.Sc. Yánez. 

La investigadora también señaló que las mujeres embarazadas podrían ser las más afectadas. Esto debido a que puede provocar efectos neurológicos graves en el feto e incluso un aborto.

Una investigación desde la académia a la sociedad

Después de esta alerta, investigadores de la PUCE realizaron un análisis aleatorio a ocho salsas de tomate y especias disponibles en estanterías ecuatorianas. Los resultados revelaron que dos marcas de salsa de tomate y una de salsa barbecue estaban contaminadas con plomo.

En estos productos, se evidenciaron valores entre tres y cinco miligramos por kilogramo. Superan hasta 20 veces el límite permitido”, dijo la Mtr. Isabel Cipriani, líder de la investigación e investigadora en la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas.

El límite permitido

Hablando de toxicidad, la Administración de Alimentos y Medicamentos (sus siglas en inglés son FDA) de Estados Unidos, establece límites, como 0,03 mg/kg para especias. Sin embargo, las muestras analizadas superaron estos estándares.

La FDA fue quien alertó sobre esta problemática, debido a que 22 niños presentaron altas concentraciones de plomo en sangre. 

Un barrido de productos

Actualmente, alrededor de cinco universidades colaboran en esta investigación. El objetivo es identificar si, además de la canela, están implicadas especias como la cúrcuma, la paprika y la pimienta.

Estamos trabajando en un barrido extensivo de marcas y productos. Sumamos esfuerzos para identificar qué otras especias podrían estar contaminadas”, comentó la Mtr. Isabel Cipriani.

Más investigaciones

Por años, las investigaciones de la PUCE se han centrado en la ingesta de alimentos, tanto vegetales como productos animales. Así, han evaluado la presencia de metales tóxicos, también conocidos como trazas, en productos que se venden en mercados y plazas como lechugas, tomates, plátanos, peces y moluscos bivalvos.

Además, han explorado la diferencia entre productos orgánicos y convencionales. Se ha descubierto que ambos pueden contener metales pesados dependiendo de las prácticas de cultivo.

“Descubrimos que el simple hecho de que un alimento sea etiquetado como orgánico no garantiza que sea mejor. Aunque ciertos cultivos orgánicos prescinden del uso de químicos, evidenciamos que pueden acumular metales pesados de otras fuentes orgánicas. Estos metales, al ser absorbidos por las plantas, terminan depositándose en los frutos que luego consumimos”, comentó el doctor Navarrete.

Un trabajo en conjunto por el bienestar 

Las investigaciones de la PUCE también revelaron que existe plomo en algunos productos lácteos como la leche. Pero eso no es todo. El CESAQ amplió sus estudios hacia la industria de las pinturas. Se buscan métodos para eliminar el plomo de las pinturas arquitectónicas y viales.

“Nos vimos motivados a hacerlo porque, a menudo, ante la ausencia de análisis en Ecuador, algunos industriales eluden responsabilidades. Las entidades deben saber que en la academia hay investigación. También,  que somos un brazo fuerte de apoyo para la toma de decisiones en sus políticas públicas”, expresó el director de Investigación PUCE.

Los investigadores de la PUCE no solo buscan señalar la problemática. Orientan su labor a la formulación de políticas públicas más sólidas y una mayor conciencia sobre la relación entre contaminación, alimentos y la salud de la población. Así, se hace un llamado a la acción coordinada para garantizar la seguridad alimentaria y la salud pública en Ecuador.

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