La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Unicef y el Ministerio de Salud (MPS) realizaron el primer encuentro por el cuidado cariñoso y sensible para la madre y el recién nacido. Así, se busca fortalecer la norma de certificación de establecimientos de salud.
“Este evento se enmarca de la misión de la PUCE. La misma que se sintetiza en el concepto: conocimiento que transforma. Nuestro trabajo no tiene sentido, sino impulsa un cambio en la sociedad”, comentó el doctor Fernando Ponce, S.J, rector de la PUCE durante el acto.
Esta jornada académica, dirigida a estudiantes y profesionales de la salud, tuvo como objetivo propiciar un espacio de reflexión y difusión de las estrategias implementadas en los diferentes establecimientos de salud a nivel nacional con miras a obtener la certificación de calidad.
Autoridades presentes
En la inauguración del encuentro académico, estuvieron presentes el doctor José Ruales, ministro de Salud, el doctor Juan Enrique Quiñonez, representante adjunto para Ecuador de UNICEF y el doctor Ponce.
Asimismo, acudieron el doctor Roberto Ponce, director de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada y la doctora Wilma Freire, representante de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición.
Certificación sobre cuidado cariñoso y sensible
Esta acreditación es parte de la Normativa sanitaria para la Certificación de Establecimientos de Salud como Amigos de la Madre y del Niño (ESAMyN).
“Con estas iniciativas queremos incentivar para que todas las entidades de salud se certifiquen. Lo que, sin duda, ayudará a reducir el riesgo de mortalidad materno-infantil”, explicó el ministro de Salud.
A través de la ESAMyN se espera fomentar el vínculo madre-hijo, la práctica de la lactancia materna y promover el cuidado cariñoso y sensible. Esto con el fin de mejorar el desarrollo infantil y crecimiento saludable. A la par, el objetivo, es disminuir la mortalidad y morbilidad materna y neonatal.
Según el MSP «no implementar la ESAMyN podría costarle al país alrededor de USD 840 millones anuales. Esto debido a muertes evitables, atención directa en salud, pérdidas en productividad, años perdidos por discapacidad, entre otros factores«.
El rol de la PUCE
Nuestra universidad está apoyando esta iniciativa en el marco de un convenio con la Unicef, con el que se fortalece las capacidades profesionales de la salud del sector público.
Este acuerdo se materializa a través del Instituto de Salud Pública (ISP) de la PUCE, que se ha trabajado en dos frentes. Por un lado, con formación y capacitación a los profesionales del MSP. Fase de la que ya se tiene la tercera promoción
La otra perspectiva es la creación de aplicativos móviles sobre la normativas y certificaciones del MSP, así como de cuidado de la madre y el recién nacido. Hasta el momento se han desarrollado tres aplicaciones que serán presentadas los próximos días.
«Estos aplicativos facilitan la certificación de los establecimientos, a través de la precalificación y la identificación de cuáles son sus puntos débiles», explicó la doctora Ana Lucía Torres, directora del ISP.
De esta manera, la PUCE, en el marco de su misión académica y de investigación, es coparticipe en la adopción de políticas públicas que favorecen al sistema de salud y otras políticas sociales.
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