Hablar de las madres es hablar de diversidad. No existe un único modelo, aunque la sociedad insista en idealizarla con estereotipos que rara vez reflejan la realidad. La maternidad no es una experiencia uniforme, cambia con los contextos, las culturas y las decisiones personales. Reconocer esa diversidad es fundamental para entender que las madres también dudan, se contradicen, se reinventan porque son, ante todo, seres humanos reales.
En este Día de la Madre, desde la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) queremos compartir algunas voces, vivencias y desafíos que atraviesan las maternidades. Este es un intento para comprender a las madres desde un lugar más humano, empático y plural.
Madres periodistas: un libro necesario
La doble presencia, en términos sencillos, significa asumir, a la vez, responsabilidades en el mundo laboral y en el doméstico. Es una realidad cotidiana para muchas mujeres, como la PhD. Ana Gabriela Dávila, docente de la carrera de Comunicación y Creatividad Multiplataforma, periodista y madre. Ella publicó recientemente el libro Mamás y periodistas: el gran desafío de maternar y de informar, que nace de su tesis doctoral y recoge las voces de 24 periodistas que, como ella, enfrentan los retos de la maternidad en un entorno profesional profundamente patriarcal.
“En mi caso, la maternidad, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en un estímulo para el trabajo productivo, en general. La maternidad me ha dotado de una fuerza creativa y productiva como ninguna otra experiencia lo ha hecho”.
La ciencia y la maternidad, un desafío
La PhD. María Fernanda Checa es bióloga y docente de la PUCE. Ella encontró en las mariposas una pasión que transformó en carrera, a pesar de los obstáculos que enfrentó. Hace más de 20 años, optar por esta profesión no era común, y menos aún para mujeres. Cuenta que la maternidad, el embarazo y la lactancia son retos que impactan directamente en el desarrollo académico y profesional. Hoy, María Fernanda combina su labor científica con la crianza de su hijo.
“El rol de género tiene mucho más impacto de lo que creemos. Constituyen retos importantes el embarazo, la lactancia y la maternidad. El tiempo que dedicamos a estas etapas de nuestra vida tiene un efecto directo en nuestro rendimiento científico. Efecto que nos cobra factura a la hora de ascender”, explicó.
Roles en la crianza en las nuevas generaciones
MsC. Miguel Albuja, psicólogo clínico del Centro de Psicología Aplicada de la PUCE explica cómo los millennials están transformado los roles de los padres y madres en la actualidad. Influenciada por un entorno de cambios tecnológicos, sociales y una creciente conciencia sobre la equidad de género, esta generación cuestiona los modelos tradicionales y apuesta por una crianza más equitativa y afectiva.
“Hay una demanda creciente por redefinir los roles tradicionales tanto de madres como de padres. En el caso de las madres, se necesita un enfoque más real y humano. Este debe reconocer las dificultades de equilibrar maternidad, vida laboral y responsabilidades domésticas. Para los padres, se cuestiona y redefine el rol clásico y ortodoxo. Se promueve así una mayor participación afectiva y práctica en la crianza y el hogar”.
Madres Millennials
Desde 2012, las estadísticas globales muestran una tendencia clara: cada vez más mujeres deciden ser madres entre los 30 y 39 años. En este grupo están las madres millennials, nacidas entre 1981 y 1995, que irrumpen en el escenario de la maternidad con un enfoque distinto. Uno donde la elección, la conciencia y la conciliación reemplazan al deber, la imposición y la renuncia. Así lo explica la Mgtr. Graciela Ramírez, docente de la carrera de Psicología.
“Estas madres millennials son mujeres más conocedoras de sus derechos de ciudadanía. Y entre esos derechos está decidir cuándo y cómo quieren ser madres. Antes nos decían ‘solo sigue tu instinto’, pero ahora las madres leen, investigan, se preparan. Ya no se cría solo desde la intuición.”
Más allá de la idealización
Nadie nace sabiendo ser madre, no es un proceso automático, lo cual puede causar frustración y tristeza. Más aún cuando socialmente existe una idealización de una maternidad perfecta. Muchas mujeres enfrentan una transformación profunda en su identidad, dejando atrás aspectos personales para adaptarse al nuevo rol de madre. Esta etapa, compleja y a menudo invisibilizada, merece ser comprendida y acompañada con empatía y apoyo real. Así lo explica la Mgtr. Alexandra Serrano, psicóloga y docente de la Facultad de Salud y Bienestar.
“Mucho se habla sobre el vínculo biológico. Se dice que, por ser madre, una mujer ya debe saber por qué su hijo llora o conocer qué le pasa. La idealización del vínculo biológico en la maternidad perpetúa la creencia en un instinto maternal innato. Se ocultan así las dificultades reales que enfrentan las madres. Este mito justifica el trabajo no remunerado de cuidado y sostiene el sistema productivo. Sin embargo, la maternidad es un proceso de aprendizaje que lleva tiempo.”
Reconocer la diversidad de experiencias maternas, lejos de estereotipos, nos invita a construir una sociedad más justa, que valore, escuche y acompañe a quienes deciden asumir este rol. En este Día de la Madre, que el homenaje sea también un llamado a comprender, respetar y apoyar la maternidad en todas sus formas.
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