La doble presencia es una realidad que vivimos muchas mujeres trabajadoras. En términos sencillos, significa asumir, a la vez, responsabilidades en el mundo laboral y en el doméstico. Ana Gabriela Dávila es docente, periodista y madre. Durante nuestra conversación, una llamada la interrumpe, alguien necesita saber un detalle sobre su hijo. Atiende de inmediato y, aunque retomamos la conversación, su mente sigue dividida, entre el trabajo y la maternidad.
Ana Gabriela es docente de la carrera de Comunicación y Creatividad Multiplataforma en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). A principios de año terminó su periodo como Subdecana de la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura. En un par de semanas presentará su primer libro “Mamás y periodistas: el gran desafío de maternar y de informar”. Este libro surgió de su tesis para obtener el doctorado en Ciencias Sociales.
Su historia, al igual que la de las 24 periodistas que entrevistó, refleja los desafíos que enfrenta la mujer en una estructura profundamente patriarcal. A esto se suma el componente de la maternidad que presenta una mayor complejidad para las periodistas.
En Ecuador, las investigaciones que se enfocan en el periodismo como campo laboral son muy escasas. Resultan aun más escasos los trabajos que indagan sobre la cultura del trabajo periodístico desde la voz de las mujeres. Si a esto, en el contexto nacional, se le suma el componente de la maternidad, el trabajo de Ana Gabriela resulta único en su tipo.

El bichito de la historia: la maternidad
A Ana Gabriela siempre le gustaron las historias. Por ello, cuando se presentó la necesidad de escribir su tesis doctoral, sabía que debía relacionarla con historias y que el tema debía apasionarle.
“Para mí, la única posibilidad era contar historias de la vida real, de personas reales. Al final, fui fiel a mi esencia porque construí una tesis con todo el rigor académico, pero con el alma de una historia. Porque eso soy yo”.
Al momento de iniciar su investigación, ya era madre. De hecho, la maternidad le ocupaba gran parte de su atención y trabajo físico y emocional. Confiesa que le surgieron muchas inquietudes, que desmitificaban la perspectiva romántica de ser madre, en la que “todo es hermoso”. Entonces supo que ese era el tema que podía investigar.

Por otro lado, el rol de la periodista como protagonista es muy poco explorado desde la academia. “Generalmente, se aborda desde la representación y no desde su rol productivo y reproductivo. Eso hace que esta investigación sea la primera que se hace en el Ecuador sobre este tema”.
“También recordé una frase que a mí me llamó mucho la atención cuando trabajaba en El Comercio. Las periodistas mayores me decían: tú que estás jovencita tienes que decidir si quieres ser mamá o ser periodista. Existen muchos prejuicios en el periodismo”.
Madres periodistas
El libro aborda esta realidad desde la experiencia directa de 24 mujeres periodistas. A través de entrevistas semiestructuradas y análisis del discurso, la investigación explora cómo organizan su tiempo, las estrategias que emplean para enfrentar la «doble presencia». Además, analiza cómo las construcciones sociales sobre la maternidad y el periodismo impactan su experiencia cotidiana.
Con la publicación del estudio, surge una pregunta clave, ¿quiénes son estas mujeres? Ana Gabriela explica que la selección de las periodistas se basó en criterios específicos.
Las madres periodistas del estudio trabajaban en espacios netamente informativos, excepto dos que se especializaban en periodismo investigativo. Esto se debe a que, en el periodismo de coyuntura, los imprevistos y el trabajar fuera de un horario establecido son más recurrentes.
En cuanto a su rol como madres, en un inicio el estudio se enfocó en mujeres que tenían hijos cuyas edades estaban entre los tres meses y siete años. Posteriormente, la muestra se amplió hacía mujeres cuyos hijos se encontraban en la adolescencia. Dentro de la investigación, además, se entrevistó a mujeres que se desempeñaban en medios de comunicación de Quito, Guayaquil, Cuenca, Tulcán y Riobamba y que tenían de dos a cinco años de experiencia trabajando como periodistas
Los hallazgos
La autora explica que, para su investigación, buscó hacer una especie de radiografía del día a día de las mujeres.
Uno de sus hallazgos más importantes es cómo se manifiesta la doble presencia. El trabajo profesional y el doméstico están completamente entrelazados. «El trabajo en ambos ámbitos ocupa entre 15 y 17 horas diarias, dejándoles sin posibilidad de realizar otras actividades fuera de estos espacios», señala en su estudio.
Ante esta realidad, las madres periodistas desarrollan estrategias para afrontar su día a día. Una de ellas es cuestionar los estereotipos arraigados en la profesión y en los discursos sociales.

Contrario a la creencia general, Ana Gabriela considera que la maternidad, lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en un estímulo para el trabajo productivo, en general. En su caso, la maternidad le ha dotado de una fuerza creativa y productiva como ninguna otra experiencia lo ha hecho.
Otro factor clave es el apoyo familiar y social. La investigación destaca el papel de los círculos de apoyo que, generalmente, están conformados por otras mujeres, como tías, hermanas o abuelas.
«Creo que esto tiene un fuerte componente cultural. En otros lugares, si no tienes una guardería o alguien del servicio doméstico que te ayude, no hay muchas opciones para el cuidado. En cambio, aquí es común que la familia se involucre», reflexiona la autora.
¿Por qué un libro?
Ana Gabriela buscaba más. Quería que las historias de esas mujeres puedan ser leídas por ellas y todos. También por sus hijos, Agustín y Florencia, sin quienes para ella esta investigación no habría sido posible.
Además, la investigación representa un aporte a los estudios sobre el periodismo femenino en el Ecuador, al sintetizar y reconstruir su historia que inicia a principios del siglo XX. Cuenta con un importante sustento teórico desde una perspectiva de género e integra las voces de las mujeres, a través de fragmentos de sus discursos.
El libro, que se realizó con el apoyo de la EdiPUCE, se presentará el miércoles, 26 de marzo, a las 17:00, en el Auditorio José Rivadeneira, de la Facultad de Aprendizaje, Lenguas y Comunicación. Este está ubicado en el segundo piso de la carrera de Comunicación.
”Creo que mi libro está dirigido a todo el público. No lo escribí exclusivamente para mujeres, porque son historias profundamente humanas. Es una reivindicación, una manera de visibilizar estas experiencias que son importantes y que, en el contexto laboral, la doble presencia nos une a todas”, concluye la autora.
También te puede interesar:
Mujeres rurales: trabajo no remunerado que alimenta al Ecuador