“¡Señor Zuckerberg, tienen las manos manchadas de sangre!” “¡Hacen un producto que mata gente!” Estas son algunas acusaciones que se expusieron en la audiencia convocada por el Senado de Estados Unidos a finales de enero de 2024. Empresarios de Meta, TikTok, Snapchat y otras plataformas se enfrentaron a cuestionamientos por su presunta inacción en la protección de los niños ante problemas de salud mental. Las acusaciones vertidas han generado un debate: ¿ las redes sociales son responsables de los problemas de salud mental en los niños y adolescentes? , ¿existen otros factores detrás de estos problemas?
Los problemas
Marck Zuckerberg, CEO de Meta, se disculpó por los daños que las plataformas de redes sociales han causado a diversas familias. Sin embargo, aseguró que no existe evidencia científica que relacione las redes sociales con el deterioro de la salud mental. Se defendió así ante la Cámara Alta del Congreso.
La psicóloga clínica Liliana Jayo, docente de la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), sostiene lo contrario.
“Es imperativo reconocer que estas plataformas buscan principalmente captar usuarios por motivos económicos. Los algoritmos de estas plataformas están cuidadosamente diseñados para captar la atención del usuario y fomentar la permanencia prolongada. Su diseño propicia la adicción al segregar dopamina con cada interacción, me gusta o comentario. De esta forma, se afecta el pensamiento crítico y se fomenta la soledad, la comparación y la presión social. Documentales y estudios neuropsicológicos refuerzan la conexión entre las redes sociales y la adicción, desafiando la afirmación de Zuckerberg”, agregó la psicóloga clínica.
Otros factores
La terapeuta familiar Paulina Barahona, docente de la Facultad de Psicología, menciona otros problemas que afloran en las redes sociales. Entre ellos:
- los estándares imposibles de belleza y felicidad,
- la depresión,
- trastornos psicológicos y de la alimentación,
- los mecanismos de uso y algoritmos dirigidos a crear adicción o
- el ciberacoso.
Facebook realizó estudios internos en 2020, sobre la toxicidad de Instagram. Demostraron que un gran número de adolescentes se veía perjudicados por los estándares de belleza y felicidad promovidos en la red.
Leyes y regulaciones
Según el abogado Efrén Guerrero, docente de la Facultad de Jurisprudencia, los niños y adolescentes no están protegidos completamente en las redes. Por eso, asegura que Estados Unidos, como líder en ciencia y tecnología, tendrá un papel crucial en la regulación futura.
“Los niños están expuestos a contenido inapropiado o explícito. Además, pueden relacionarse con desconocidos, lo que aumenta el riesgo de secuestros y robo de identidad. Por eso, los padres exigen una ley de seguridad infantil en Internet. Zuckerberg testificó ante el congreso por octava vez. Hemos visto estas audiencias una y otra vez. Es momento de que Estados Unidos atienda al llamado y establezca regulaciones sólidas. Solo así, otros países seguirán su ejemplo, por su gran poder adquisitivo y vasta base de usuarios”, agregó el abogado.
Una alerta al futuro
El abogado sostiene que es alentador ver un creciente reconocimiento de la gravedad de estos problemas. Para él, es un indicador de mayor conciencia sobre la necesidad de actuar antes de que la situación se salga de control.
“Casos como el de los «juegos de la ballena azul», en Rusia, en 2018, y los retos peligrosos en TikTok son ejemplos de los riesgos que enfrentamos. Es crucial abordar estos desafíos. Pueden convertirse en amenazas políticas o sociales más amplias que socaven la democracia y generen situaciones riesgosas para la sociedad. Implementar leyes y regulaciones será un camino largo, pero hay que empezar ahora”, dijo el abogado Guerrero.
¿Qué funciones tienen las redes sociales para proteger a los menores?
El doctor Jorge Cruz, docente de la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura, afirma que los empresarios de varias redes sociales ya han implementado funciones de protección..
Por ejemplo, en 2023, Meta sacó Take a break. Esta herramienta permite que los padres de un menor supervisen mejor el tiempo que pasaban en sus aplicaciones. Además, ha limitado los mensajes directos que reciben los adolescentes. Los internautas no podrán enviar DMs a menores de edad que no les sigan en Instagram o que sean amigos en Facebook.
Asimismo, los desarrolladores de TikTok están trabajando en una herramienta que detecte imágenes no deseadas y potencialmente inapropiadas. Con ella, esperan que los jóvenes no reciban ningún contenido sexual de adultos, incluso si ya están en contacto.
“Los creadores de estas grandes tecnologías tienen mucho que regular, eso es cierto. Sus herramientas de protección son una ayuda. Sin embargo, los usuarios también deben concientizar sobre sus prácticas. Hay niños que han alterado su edad solo para unirse a una red social. Los padres o cuidadores perpetúan esta práctica olvidando que las redes sociales no son para niños”, agregó el doctor Cruz.
La responsabilidad es conjunta
La responsabilidad es compartida. Según la psicóloga Liliana Jayo, esta corresponsabilidad es clara. El Estado no solo debe regular mediante leyes y sanciones, sino también fomentar espacios públicos de reflexión. Los creadores de contenido deben ser más conscientes de su impacto y velar por los derechos de los niños y adolescentes.
Los padres requieren preparación a través de programas de psicoeducación que aborden estas problemáticas.
«Muchas veces, los adultos estamos tan inmersos en nuestras responsabilidades laborales y en las redes sociales, que no nos damos cuenta del peligro al que están expuestos nuestros hijos«, comentó la psicóloga.
El doctor Jorge Cruz también sostiene que la academia y los centros educativos son cruciales en la prevención y apoyo a los jóvenes. Cree que es esencial abordar estas temáticas de manera proactiva. Asimismo, destaca la necesidad de una educación mediática sobre las herramientas y las buenas prácticas de uso.
Mientras la sociedad enfrenta los desafíos de la economía de la atención y la regulación de la tecnología, necesitamos mayor conciencia y responsabilidad de los involucrados. La seguridad y el bienestar de las nuevas generaciones dependen de nuestra capacidad para abordar estos desafíos con seriedad y compromiso.
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