Entre los grandes edificios de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) Matriz, se encuentra Ozono. Se trata de un pequeño huerto ecológico inspirado por Bruno Ladet, estudiante de sexto semestre de la carrera de Artes Visuales.

Un espacio ecológico  

El huerto está ubicado en la entrada del pasaje España. Su objetivo es concienciar y capacitar a los estudiantes en temas ambientales como el trabajo con la tierra, la gestión de residuos y el consumo responsable.

La conexión que Bruno tiene con la naturaleza lo motivó a tomar acción y crear un huerto dentro de la universidad. La idea era que este espacio además conjugue el arte y su pasión por la ecología.

Así, lo que para Bruno un día fue un sueño se hizo realidad. Gracias al apoyo de Vicerrectorado y la colaboración de varios profesores, logró concretar su idea a mediados de 2023.

“Crear este huerto fue todo un reto. Quería que sea un espacio para desconectar de lo cotidiano y conectar con la naturaleza. Esto hacía falta en la universidad”, agregó Bruno.

Foto: Bruno en el huerto ecológico de la PUCE.

El significado  

El proceso creativo para el huerto es una historia intrigante. El arquitecto Fernando Calle, asesor de construcciones de la PUCE, ayudó a plasmar y mejorar la visión de Bruno.

«Tenía una idea limitada. Pensaba en pequeños cajones para sembrar. Sin embargo, el arquitecto Calle me dijo que sueñe en grande. Así fue, lo visualicé y es mejor de lo que tenía en mi mente», expresó Bruno.

La estructura que diseñaron apunta hacia el cielo, siendo estética y simbólica. Esta construcción triangular se asemeja a unas manos unidas en posición de agradecimiento. Asimismo, contribuye a la eficiencia del huerto al controlar la luz solar.

El espacio no solo es una obra de arte, sino también un componente vital para el bienestar de las plantas. Aquí, los estudiantes cosechan y plantan mientras aprenden otros valores esenciales como la paciencia y el trabajo en equipo.

Un espacio para meditar

Además de sembrar hortalizas, vegetales, plantas medicinales y frutas, este espacio es utilizado para la meditación zen.  

“A pesar de estar en una ciudad, el huerto nos permite encontrar una conexión especial con la naturaleza. Esta también es una práctica espiritual”, dijo el estudiante.  

La meditación es una alternativa adecuada para el manejo de las emociones. También es una opción de pausa activa para los estudiantes de la PUCE.

Otras áreas en acción

El huerto abrió sus puertas para trabajar con varios proyectos en la PUCE. Uno de ellos es Ecorelaciones, iniciativa que ha tomado vida gracias a la colaboración de tres actores clave:

  • la Dirección de Identidad y Misión,
  • la Fundación Yura y
  • el Club de Ecología Integral.

Estos actores buscan alinearse con la encíclica Laudato si’, que fue escrita por el Papa Francisco y se enfoca en la ecología integral.

Además, en este huerto colabora la organización Guardianes de las Semillas del Ecuador y la Ruta del ají. Estas entidades ayudan con donaciones de semillas y talleres en Ozono.

“Trabajamos con los estudiantes para que no solo se involucren temporalmente. Es necesario que internalicen el cuidado del medioambiente como una parte esencial de sus vidas. Buscamos que se conviertan en multiplicadores del mensaje y se comprometan en el cuidado de su hogar común, la Tierra”. Así comentó la Lcda. Gabriela Acosta, miembro del proyecto Ecorelaciones.

¿Y tú como dejas tu huella?

Con la integración de varias áreas, Bruno se siente conmovido al ver que su sueño no solo es personal. Con él, se han beneficiado muchos otros jóvenes.

Su pasión por la naturaleza y el descubrimiento ha sido una constante en su vida desde su infancia. Ahora, su huerto ecológico es un faro de inspiración para estudiantes y visitantes. Además, se ha convertido en un lugar donde los sueños se hacen realidad y donde la conexión con la naturaleza florece.

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