¿Qué significa ser líder para un joven con visión ignaciana? Estudiantes del Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario (LULI), de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), comparten su respuesta. Nuestros entrevistados vivieron una experiencia juvenil en el XII encuentro regional andino PLIUL 2023 , desarrollado en la ciudad de Caracas, Venezuela.
Jóvenes en un entorno de reflexión
Este encuentro, organizado por el Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL), de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) reunió a jóvenes de Venezuela, Colombia y Ecuador. Todos provenientes de universidades católicas.
El objetivo principal de este espacio fue discutir el liderazgo ignaciano orientado hacia el servicio. Además de compartir experiencias en un entorno de reflexión.
“El encuentro nos motivó mucho. Compartimos con jóvenes que tenían una misma visión de servicio. Confirmamos una vez más que el liderazgo ignaciano para un joven no se limita a la mera autoridad o reconocimiento. Representa la oportunidad de ser un instrumento para un fin mayor. Es trascender más allá de uno mismo y ser un faro para la juventud”, agregó Álvaro Aguilar, estudiante de la PUCE.
El motor de estos jóvenes
Para estos jóvenes con visión ignaciana, el liderazgo implica una entrega al servicio, una vocación orientada a la acción por los demás.
“La verdadera esencia del liderazgo reside en empoderar a otros. Asimismo, busca trabajar en conjunto para impactar positivamente en la sociedad y el entorno”, dijo Daniel Velasteguí, estudiante de la PUCE.
Actividades de este encuentro
El evento, que se desarrolló del 18 al 20 de octubre de 2023, incluyó talleres y conversatorios. En todos los actos, se destacó la figura del líder como un agente de cambio para transformar la realidad. Los participantes compartieron experiencias sobre los ejes de:
- Sentido sociopolítico-ambiental.
- Liderazgo social identidad y
- Espiritualidad ignaciana.
“No podemos igualar realidades, pero sí complementar ideas para un liderazgo transformador», agregó David Silva, alumno de la PUCE.
A su vez, los jóvenes de LULI organizaron varias actividades clave. La primera consistió en presentar a Ecuador, Quito y a la PUCE mediante una obra artística.
La segunda actividad se centró en exponer todos los proyectos de LULI en servicio, faceta fundamental de su formación basada en la acción. Además, mostraron una propuesta de declaración para reflexionar sobre la realidad regional y cómo el liderazgo ignaciano puede responder a desafíos de los países.
Sobre el programa
El Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL), conocido como LULI en la PUCE, tiene 15 años de servicio comunitario. En este espacio, los jóvenes se preparan por un año en materias como:
- Identidad Personal,
- Liderazgo,
- Democracia, Equidad y Derechos Humanos,
- Autobiografía y Corporeidad,
- Valores y principios; competencias,
- Habilidades Sociales,
- Comunicación Asertiva,
- Equidad y Derechos Humanos y
- Pobreza y desarrollo social.
Al terminar el año de aprendizaje, los chicos interesados pueden ejecutar sus proyectos en comunidades vulnerables. Así, utilizan el conocimiento alcanzado para comprender mejor las problemáticas y actuar con sentido social.
LULI se enfoca en el desarrollo integral de la persona del estudiante, conforme las dimensiones esenciales de la Educación Superior Jesuita: competentes, conscientes, compasivos y comprometidos, la Pedagogía Ignaciana y el Aprendizaje-Servicio, trabajando con grupos prioritarios en situación de vulnerabilidad.
Esto permite a los estudiantes valorar la responsabilidad social de sus profesiones y encaminar su futuro ejercicio profesional y ciudadano.
“El modelo de LULI en la PUCE apuesta fuertemente por lo social. Además, se hace realidad mediante el compromiso de los estudiantes en su formación y servicio a la comunidad» Finalizó así Lucía Arias, miembro del Equipo LULI.
Este programa abre su convocatoria para estudiantes de tercero a séptimo semestre. Inscríbete hasta el 31 de enero de 2024 y se parte del cambio con vocación de servicio.
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