Imaginemos por un momento. Mañana, los representantes de las naciones del mundo se reúnen y llegan a un consenso unánime: se declara la paz mundial. Ojalá fuese tan sencillo en la realidad. Pero los problemas complejos nunca tienen soluciones fáciles.

Eso lo saben muy bien los estudiantes de secundaria que participan en los Modelos de la ONU, simuladores de las Asambleas de Naciones Unidas. En estos eventos, se debaten problemas actuales y se proponen soluciones, proporcionando a los jóvenes una valiosa experiencia en diplomacia y negociación. 

La Mgtr. Liliya Harutyunyan, coordinadora de la carrera de Lenguas Aplicadas a los Estudios Globales (LEAG) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), opina. Según ella, estos espacios incentivan el pensamiento crítico en los estudiantes, como agentes de cambio. Además, les da una visión cercana de la diplomacia.    

“Se trata de soñar, de idear un mundo mejor. Éramos niños jugando a ser grandes”. Esas son las palabras con las que Doménica Nevarez recuerda sus experiencias en los Modelos de la ONU.  Estudió en la Unidad Educativa Particular La Dolorosa. Es expresiva, muy segura y amable. Sonríe mientras comenta las anécdotas y detalles que vivió durante los más de 10 años en los que participó en estos simulacros.   

La dinámica de los modelos  

La idea es propiciar debates sobre distintas temáticas. Se nombra un presidente de la Asamblea y se instalan comités. Entre ellos, el Consejo de Seguridad, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) o la Corte Internacional de Justicia. Estos se conforman por los delegados, quienes redactan sus propuestas. Si estas son aprobadas por mayoría, se convierten en resoluciones.  

Cada delegado representa a un país. Por ello, el participante debe conocer el contexto de la nación a la que representa y plantear soluciones desde esa mirada. Este ejercicio exige un análisis de las realidades políticas, económicas y sociales del país asignado. También la capacidad de negociar y colaborar con otros delegados para abordar problemas globales.  

Érick Benítez, del Tomás Moro International School, participó durante 11 años en los Modelos de la ONU. Cree que la metodología utilizada ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades de liderazgo, oratoria, comprensión oral, lectora y escrita.  Los aprendizajes van más allá del plano académico. 

“El trabajo en equipo es algo que vale la pena. Permite a los estudiantes adquirir las habilidades necesarias para el desarrollo integral de cada persona” indica.  

Por otro lado, Doménica me explica que son experiencias muy divertidas. Ella presidió la Asamblea por múltiples ocasiones. En cada oportunidad, recibió un martillo para ordenar los debates. “Tengo muchos martillos en mi casa”, comenta entre risas.  

El centro del modelo son los debates. La magíster Harutyunyan señala que el principio de los discursos es la defensa del derecho a la paz. Para lograrlo, se deben defender otros derechos humanos, como a la vida, a la educación y a la libre movilidad.  

“Esperamos que no se repitan los discursos de los grandes, porque, lastimosamente, no estamos tratando de construir la paz. Esperemos que nuestros jóvenes vengan con otro discurso, más bien de reconciliación”, indicó la magíster.    

Modelo ONU en la PUCE 

Siguiendo el espíritu ignaciano, la PUCE apoyó a la Unidad Educativa Internacional Pensionado Atahualpa (Ibarra) en la realización del Modelo ONU 2024. El encuentro se realizó del 16 al 18 de mayo y participaron más de 150 estudiantes de distintos colegios de Quito.  

La Asamblea estuvo conformada por delegados de las unidades educativas Internacional Pensionado Atahualpa (Ibarra), 24 de Mayo, La Dolorosa, Hontanar, Sauce, Ecuatoriano Suizo y la Academia Bilingüe Cristiana Victoria. 

“Cuando el poder del amor supere el amor al poder, el mundo conocerá la paz”. Con esta frase de Jimi Hendrix se inició el encuentro. Camila Muñoz, de la Unidad Educativa 24 de Mayo, señala que la experiencia amplía su aprendizaje porque descubre realidades de diversos países. Además, conocen a más estudiantes con quienes comparten la misma pasión y se divierten. 

Por otro lado, la magíster Harutyunyan comenta que para la carrera de LEAG estos procesos son importantes. Recuerda que la misión de esta carrera es la formación de mediadores culturales y lingüísticos. Los Modelos de la ONU permiten a los estudiantes tener un acercamiento real con carreras como Diplomacia Cultural, Relaciones Internacionales o LEAG. 

Además, se realizan charlas con representantes de distintas organizaciones. En esta ocasión participaron:  

  • El director de la Academia Diplomática del Ecuador, embajador Alejandro Suárez. 
  • El director del Sistema de Naciones Unidas, embajador Jonathan Viera. 
  • El embajador de Cancillería, Jorge Maldonado. 
  • La representante de la Acnur, María José Santamaría. 
  • La representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Claire Medina.  

Incentivos para las mejores ponencias

En ese sentido, como incentivo se realizaron premiaciones para las mejores delegaciones. Los estudiantes de la carrera de LEAG fueron el primer filtro, antes de que representantes de distintas organizaciones seleccionen a los ganadores.  

  • El mejor delegado obtuvo el 50% de beca el primer año para estudiar LEAG.   
  • El segundo mejor delegado obtuvo el 100% de beca en la matrícula en alguna de las carreras que le interese.   
  • La mejor delegación realizará una visita guiada al edificio de Cancillería y al Archivo Histórico del Ecuador. En este lugar, encontrarán documentos muy importantes como cartas de Hitler o Isabel II.  

Jugar a “ser grandes” posibilita tener respuestas innovadoras a los problemas contemporáneos. Estas podrían considerar los organismos con incidencia mundialmente. La diplomacia y la negociación son las claves de los simuladores de la ONU. 

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