En el centro norte de Quito, en el tradicional sector de La Marín, se encuentra el edificio de la obra jesuita, el Centro del Muchacho Trabajador (CMT) Nº1, en la actualidad llamado Centro una Familia de Familias. Este espacio, que hasta el 2017 albergó a más de 5.000 familias, abrió sus puertas para recibir a las personas que requieran de una posada durante el paro que enfrenta Ecuador.

Desde el 13 de junio, el país vive un paro nacional que ha llevado a miles de personas de las comunidades indígenas del país.

La Compañía de Jesús ,en conjunto con la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y la Pastoral Social Cáritas Ecuador, adecuó un espacio que sirva como albergue. Esta es una de las acciones que impulsa la orden jesuita para facilitar el diálogo entre los actores y dar ayuda humanitaria.

Listos para recibir a los huéspedes

Este edificio ha sido habilitado para recibir a más de 80 personas (hombres, mujeres y niños), que requieran de un lugar para pernoctar durante la emergencia.

En la casona esquinera de tres pisos, se adecuaron espacios para dispensario médico, dormitorios, comedor, cocina, centro de acopio y zonas recreativas para los niños. Además, el centro está equipado con baños y duchas para hombres y mujeres.

El espacio se habilitó gracias a la labor de 60 voluntarios de distintas obras jesuitas como el Sistema Educativo Fe y Alegría, la PUCE y además de la organización Cáritas. En estas instalaciones, se podrá recibir a más personas, si la situación lo amerita.

Mensajes de los niños de Quito en las donaciones recibidas en el centro de acopio del CMT

Historia del CMT Nº1

En 1973, se inauguró el CMT Nº1 como la primera casa propia de esta obra jesuita. Sin embargo, la labor del CMT inició en 1964, por gestión del padre Juan Halligan, S.J. Entonces, funcionaba en un desván del Colegio Gonzaga junto al campanario de la Iglesia de La Compañía.

A su llegada a Ecuador, en 1962, el padre Halligan estudió la problemática de los niños trabajadores en Quito. De ahí, nació su idea de apoyar a estos niños con las tres comidas diarias, para luego darles un espacio para pasar la noche.

Posteriormente, aún en las instalaciones del Colegio Gonzaga, se empezaron a impartir clases de Catecismo, así como talleres de carpintería y zapatería. Años después, se legalizó la escuela primaria del CMT en jornadas diurnas y nocturnas.

En 1974 se empezó a trabajar integralmente con 200 familias de los niños trabajadores. Así se forma esta organización que, tal como reza en su página web, se ha enfocado en que: “La posibilidad de que un niño trabajador se desarrolle y encuentre un futuro promisorio pasa por el desarrollo de su familia como un todo”.

Después de 44 años, en los que se trabajó con más de 5.000 familias, las puertas de este centro se cerraron y se unificó con el Centro del Muchacho Trabajador Nº2 de Cotocollao. Actualmente en el CMT de Cotocollao se atiende a más de 400 familias, lo que representa alrededor de 1.500 personas.

El CMT, ahora llamado Centro una Familia de Familias, es una de las 27 obras jesuitas culturales, educativas y de ayuda social que existen en el país.

Mensaje del Padre Juan Halligan, S.J., en una de las paredes del CMT.

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