El coro de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y el coro Los Spizzwinks de la Universidad de Yale se juntaron para darle a Quito una noche de música y cultura.
El 17 de marzo, en la iglesia de la Compañía, más de 50 voces deleitaron al público de quiteño con su talento. Además, el grupo de danza de la PUCE acompañó la presentación con bailes tradicionales ecuatorianos.
The Yale Spizzwinks
Los Spizzwinks son un grupo a capela de estudiantes de la Universidad de Yale, fundado a fines de 1913. Los Spizzwinks son el coro de estudiantes de primer año más antiguo de los Estados Unidos, con una trayectoria de más de un siglo.
Esta agrupación, compuesta por 14 personas, realiza conciertos e imparte clases magistrales en extensos programas de giras nacionales e internacionales. Cada año ejecuta cuatro giras principales.
Asimismo, Los Spizzwinks cuenta con un amplio repertorio musical que incluye jazz tradicional, baladas, musicales de Brodway, pop, rock, canciones tradicionales de Yale y números de humor.
“Me encanta ser parte de este coro. Ellos son más que una familia con la que comparto mi pasión que es cantar”. Así comentó su experiencia Tabatta Stuart, una de las integrantes. Tabatta es hija de una ecuatoriana y, además, una de las primeras mujeres en un coro que era masculino hasta hace unos años.
El coro de la PUCE
Esta agrupación nació en 1993, en la Unidad de Cultura (PUCE Activa). Hoy, tras 30 años de vida, su aporte es fundamental para la formación integral de los estudiantes por medio del arte y la cultura.
Desde el 2013, el Coro, que cuenta con más de 100 obras, ha incrementado y dinamizado su repertorio. La música ecuatoriana y latinoamericana son su prioridad, sin olvidar la música sacra y spiritual gospel. Han incursionado en el rock clásico, jazz, la música universal, himnos y villancicos.
El coro, que hoy cuenta con 42 integrantes, ha participado en varios festivales nacionales e internacionales.
Así, la PUCE interesada por la formación integral de sus estudiantes, el arte y la cultura motiva actividades para que exploren sus pasiones fuera del contexto académico. Además de compartir con la comunidad las expresiones artísticas.
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