Hace poco, las inteligencias artificiales (IA) eran lejanas para el común y parecían sacadas de películas futuristas. Hoy, herramientas como ChatGPT, impulsadas por transformadores generativos entrenados, están revolucionando cómo trabajamos, estudiamos y vivimos. En la economía, la IA no solo impulsa la innovación, sino que también plantea desafíos que transformarán nuestro futuro.
La reflexión sobre cómo la IA está transformando la economía y la educación fue el tema central de la XIV Semana Internacional de la Economía. Este evento fue organizado por la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Contó con la participación de varios académicos y se desarrolló del 19 al 21 de noviembre de 2024.
El objetivo de la semana fue crear un espacio de análisis e investigación sobre el uso de la IA en las ciencias económicas. Esta reflexión se centró en los ámbitos académicos, en el sector productivo y en la toma decisiones.
¿Cómo funciona la IA?
La IA se trata de enseñar a una computadora a pensar y resolver problemas de manera similar a los humanos. Esto es posible gracias a modelos matemáticos que imitan ciertas funciones del cerebro humano, llamados redes neuronales.
Entonces, se le dan datos como fotos, textos o números para que aprenda patrones y reglas, y las interprete. Por ejemplo, para que una IA reconozca perros, le muestras miles de imágenes de perros y le explicas cuáles son perros y cuáles no. Con esa práctica, la IA empieza a identificar por sí misma qué características tienen los perros.
Una vez que la IA ha aprendido, puede usar ese conocimiento para hacer predicciones o tomar decisiones.
Impacto en la economía mundial
La economía a nivel global enfrenta una crisis estructural de la que no se logra reponer. El desempleo juvenil, la inflación, la precarización de las condiciones de vida y de los recursos naturales son algunos de los retos más significativos.
Ante esta realidad, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la IA puede ser una gran aliada para revitalizar la economía. El Foro Económico Mundial (FEM) calcula que para 2030, la IA podría contribuir con USD 15,7 billones al producto interno bruto (PIB) global.
Aumento de productividad
El uso de esta herramienta puede ayudar a aumentar la productividad al reducir significativamente tareas repetitivas. Además, facilita la personalización para el consumo y optimización de los colaboradores.
Por ejemplo, las cadenas de suministro ahora pueden predecir interrupciones gracias a algoritmos de aprendizaje automático. Esto permite a las empresas anticiparse y minimizar pérdidas.
En el sector servicios, los asistentes virtuales están transformando la atención al cliente, ofreciendo soluciones rápidas y personalizadas. Así se mejora la experiencia del usuario y se optimiza el personal humano en tareas rutinarias.
IA, educación y empleo
Uno de los cuestionamientos más recurrentes al hablar de inteligencia artificial es la probabilidad de que las personas sean reemplazadas. Sin embargo, expertos lo niegan rotundamente.
Es cierto, que tareas repetitivas se pueden suplir con la IA, incluso procesos complejos. El FMI considera que el 40% de los empleos de la actualidad serán impactados. Pero, por otro lado, se crearán nuevas profesiones que respondan a las necesidades sociales.
De hecho, un informe del FEM señala que la IA generará más empleos de los que eliminará. Sin embargo, también se requerirá una actualización permanente de los trabajadores.
El papel de los centros educativos de todos los niveles y de los Gobiernos es trascendental en la transición laboral. La inversión, investigación y oferta constante de capacitaciones relevantes pueden marcar la diferencia.
«Lo que necesitamos es que las universidades vayan enfocándose en el desarrollo tecnológico. Esto nos va a cambiar la vida, no sé si es comparable con la Revolución Industrial, pero nos transformará. Ustedes van a tener que reinventarse«. Comentó el PhD. Wilson Pérez, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y ponente en la Semana de la Economía.
Datos, la nueva mina de oro
La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real está transformando la toma de decisiones en la economía. Lo que antes podía tomar días, inclusive meses, ahora es instantáneo.
Además, el desarrollo de la IA incluye modelos que no solo analizan los datos, sino que los interpretan y sugieren soluciones. En ese sentido, el análisis de información macroeconómica puede guiar también a los Gobiernos para diseñar políticas públicas más efectivas.
«Como economistas, deberemos poner más atención al concepto y no solo al procesamiento de datos. Es decir, para qué nos va a servir esa información y cómo podemos utilizarla», comentó Wilson.
Desafíos de la IA en la economía
La IA está en pleno auge y desarrollo. Aún no se calculan todos los impactos que esta podría tener en todos los campos, especialmente en el económico. Sin embargo, estos son algunos de los analizados:
Costos de desarrollo. El desarrollo de un sistema de IA es complejo y tiene varias etapas. Este incluye el almacenamiento de datos, el proceso de entrenamiento y el de implementación. La adquisición de una unidad de procesamiento de datos (GPU) está entre los USD 10.000 y USD 15.000 según Nvidia. Estas unidades son esenciales para la etapa de entrenamiento.
Para hacernos una idea, ChatGPT-4 utilizó 25 mil de estas GPU para entrenar al modelo. El costo superó los USD 250 millones y marca una distancia entre las empresas y países que pueden desarrollar esta tecnología. Esto abre mayores posibilidades para su monopolización.
«La IA está siendo educada por nosotros. Por eso es importante que sea colectiva y no se concentre en un grupo pequeño». Indica así, el Ph.D. Rafael Melgarejo, docente de la Facultad Internacional de Innovación PUCE-Icam y ponente en la Semana de la Economía.
Uso de datos personales. El uso de datos personales y su comercialización preocupa al sector financiero y publicitario. Los límites y regulaciones no son suficientemente claras para enfrentar el momento actual. Esto pone en riesgo a los sistemas complejos, dejándolos vulnerables a los ciberataques.
¿Cuántos recursos consume la IA?
Cada vez que le preguntas a ChatGPT se consume agua. Según investigadores, cada secuencia de instrucciones en los centros de datos utiliza aproximadamente 16 onzas, el equivalente a una botella estándar. Ahora, imagina esto multiplicado por millones de solicitudes diarias, con esta cantidad podrías abastecer a miles de comunidades
A esto se suma el uso de minerales para el funcionamiento de las IA. Desde los circuitos integrados hasta las baterías, pantallas y servidores en la nube, todos dependen de materias primas. Entre estos minerales destacan el cobalto, el litio, el cobre y el silicio. Grandes reservas de estos minerales están en los países más pobres, como El Congo, lo que traerá mayor devastación en estas naciones.
En conclusión, la IA ofrece grandes beneficios y presenta desafíos significativos. Por ello, es fundamental invertir en educación y fomentar la investigación responsable. También es importante diseñar políticas y leyes que promuevan una economía inclusiva para construir una sociedad más justa.
Y tú, ¿qué tanto utilizas Chat GPT y otras IA's?
— Divulgación de la Ciencia, UNAM (@DGDCUNAM) November 24, 2024
Aunque usted no lo crea, cada que utilizamos una, consumimos agua. #MásCiencia pic.twitter.com/5VEasbzR5f
También te puede interesar:
Madre Montserrat del Pozo: la inteligencia artificial no es una amenaza