Foto: cortesía Fernando Gordillo.
No todos podemos decir que un descubrimiento tiene nuestro nombre. Para Fernando Gordillo, un investigador graduado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), eso es una realidad.
“Me tatué el primer bacteriófago que descubrí. El fago øFG02 lleva mi nombre, mata a la superbacteria Acinetobacter baumannii, y la vuelve sensible a antibióticos que normalmente resiste. Y ahora estará para siempre en mi piel.” Así cuenta Fernando Gordillo, en su Twitter, la historia de un tatuaje de su brazo.
Este médico ecuatoriano ha dedicado estos últimos años de su vida a investigar a los fagos, virus que matan a bacterias. Su objetivo es encontrar una alternativa para tratar las bacterias resistentes a los antibióticos. Investigación que realiza en el Hospital Alfred, de Australia, en coordinación con la Universidad de Monash.
El camino hacia el mundo de la investigación de Fernando Gordillo
En 2014, Fernando se graduó de médico en la PUCE. Tras el internado y la graduación, este joven vivió una crisis existencial sobre la carrera que había elegido. Mientras analizaba sus opciones, se dio cuenta que le apasionaba la investigación.
“Me encontré con la investigación científica pura. Recordé que a mí lo que más me encantó de mi carrera fue la ciencia básica”, cuenta Fernando Gordillo.
Tras esto, buscó un posgrado en ese campo y viajó a Australia para estudiar un máster en Enfermedades Infecciosas e Inmunología. Años después, ganó una beca para hacer su doctorado en la Universidad de Monash en Melbourne – Australia.
“Durante siete meses aplique a un sin número de programas de doctorado. Me pasaba en Internet buscando universidades, proyectos, oportunidades de beca. Una de las primeras que vi fue una en Australia, donde ya había vivido”, añadió este médico e investigador ecuatoriano.
Para su tesis, Fernando optó por un tema que le preocupaba: las infecciones resistentes a los antibióticos. Así decidió investigar sobre la fagoterapia. Esa misma tesis le abrió la puerta a lo que hoy es su trabajo. Fernando es investigador en el departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Alfred y la Universidad de Monash.
“Las infecciones hospitalarias son un dolor de cabeza, una pesadilla para tratar. Muchas veces son causadas por bacterias resistentes a los antibióticos y contraídas en los mismos hospitales. Me dije: ‘tenemos que hacer algo al respecto’. De ahí mi interés por investigar sobre los fagos,” añadió Fernando.
Fotos: cortesía Fernando Gordillo.
¿Qué son los bacteriófagos?
la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, para el 2050, hasta 30 millones de personas estarán afectadas por las superbacterias (bacterias resistentes a antibióticos). Así también, la OMS ha calificado a este problema como una crisis de salud global.
La fagoterapia es utilizar los bateriófagos o fagos (virus) para matar bacterias sin matar células humanas.
Su uso terapéutico inició en 1919 gracias a Felix d’Herelle, un microbiólogo franco-canadiense. Sin embargo, el descubrimiento de la penicilina, en 1928, impulsó la era de los antibióticos, reemplazando a la terapia con fagos.
“Hace más de un siglo ya se usaba fagoterapia. No obstante, se descubrieron los antibióticos y se empezaron a utilizar masivamente por facilidad de producción, de uso y menor costo”, explicó este médico ecuatoriano.
El estudio del Hospital Alfred es parte de un ensayo clínico contralado fase uno. Se espera poder concluirlo en dos años.
Fernando Gordillo y la influencia de la PUCE
Para este médico de 33 años, los docentes y la educación ignaciana de la PUCE han sido parte primordial de su desarrollo personal y profesional.
“El aporte increíble que recibí de la PUCE fue de los profesores. Ellos me permitieron aprender más allá de lo que se aprende en las aulas y desarrollarme como ser humano. Un buen profesional empieza siendo una buena persona”, comentó este joven ambateño.
Además de los fagos, Fernando Gordillo ha desarrollado varias investigaciones sobre microbiología e inmunología.
Este médico investigador es uno de los más de 70.000 graduados de la PUCE que deja huella en el mundo de la ciencia y la salud.
“Creo que tu carrera no sirve de nada si no puedes ser feliz en las otras áreas de tu vida. En mi caso, mi carrera me permite disfrutar todo lo demás de mi vida”, finalizó Fernando.
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Excelente, felicitaciones