El arte puede ser una gran herramienta para repensar nuestro presente, como lo evidencia la exposición Trajines en el arte ecuatoriano. Esta propone una lectura crítica y sensible sobre la cultura popular mediante un diálogo entre obras modernas y contemporáneas. El Mgtr. Manuel Kingman, docente de Artes Visuales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), curó la muestra

La exposición permanente reúne 230 obras de la vasta colección patrimonial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Estará abierta al público, al menos, durante cuatro años, en el Museo de Arte Moderno de la institución. La exhibición es el resultado del trabajo conjunto entre la PUCE, CCE y la Prefectura de Pichincha.
Foto: Manuel Kingman, curador.
Mycelium: arte e investigación
La curaduría surgió como parte de un proyecto de investigación artística. En términos sencillos, el trabajo de un curador es seleccionar, organizar y cuidar las obras que se exhiben. Es decidir qué se muestra, cómo se muestra y por qué, como una guía para el público.
Se financió a través de la convocatoria Mycelium de la PUCE. La iniciativa pretende ser un catalizador de creatividad y exploración en las disciplinas artísticas. Además, busca involucrar a estudiantes y comunidades enriqueciendo el diálogo entre academia y creatividad.
Su propuesta Representación, apropiación y participación: la cultura popular en el arte ecuatoriano fue beneficiada junto a otros siete proyectos. Pero solo uno adicional se basó en investigación curatorial.
Este financiamiento concursable fue creado por la Dirección de Investigación en coordinación con la ex Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes (FADA).
Un proyecto de largo aliento
Manuel explica que la propuesta inicial planteaba un diálogo entre artistas modernos y contemporáneos, centrado en su relación con la cultura popular desde diversas colecciones. Sin embargo, el acceso a la reserva patrimonial de la CCE le permitió, por su amplitud, dedicarse exclusivamente a las obras de esa institución.
“Fue un reto hacerlo en una escala tan grande, con una colección tan vasta. Tuvimos que ver las obras a través de fichas, hacer un mapeo general y luego ir seleccionando. El corazón del proyecto fue ese eje de los trajines: los flujos, las tensiones, las luchas en el espacio público”, explica.
Además, es importante agregar que la exhibición es el resultado de un trabajo conjunto y colaborativo. Así lo explica Manuel.
Para el desarrollo de la investigación curatorial, trabajó junto al investigador Sebastián Núñez y con las estudiantes, ahora alumni, Daniela Tasambay y Arianna Zamora, quienes ya concluyeron su formación académica. Además, con el reconocido museógrafo y su colega en la PUCE, el Mgtr. Víctor Hoyos.
Desde la CCE participaron también: Karen Solorzano, directora de Museos de la CCE así como las investigadoras María José Garrido y Verónica Muñoz, quienes aportaron en distintas fases del proceso.
«Además, en la etapa de revisión y ajuste del guion curatorial colaboraron varios investigadores con valiosos aportes. Sus observaciones fueron clave para afinar el ordenamiento temático y conceptual de la muestra», señala.
Una curaduría temática con visión crítica
La muestra está organizada en cuatro ejes temáticos que abordan distintos aspectos de la vida urbana, el trabajo y la representación social, desde la migración interna hasta el comercio informal, pasando por la maternidad, los rituales y la muerte. Las obras seleccionadas abren diálogos potentes entre el pasado y el presente.
Cada eje temático de Trajines en el arte ecuatoriano no solo profundiza en distintas dimensiones sociales y culturales, sino que también propone un recorrido cronológico que permite conectar pasado y presente. Las secciones que estructuran la muestra son las siguientes:
1.Trajines y desbordes populares
Explora las formas de habitar la ciudad, los desplazamientos entre lo urbano y lo rural, y las múltiples maneras en que las personas se apropian del espacio público. Este eje revela cómo el arte ha capturado la vitalidad, los flujos y las tensiones de la vida cotidiana en contextos urbanos.
2.Trabajo y explotación
Reúne obras emblemáticas como Calle 14 de Camilo Egas, piezas de Eduardo Kingman – Riofrío y Diógenes Paredes, junto a expresiones contemporáneas en video y performance. Aborda el trabajo desde distintas perspectivas: el agrícola, el informal, el desempleo y las condiciones estructurales que marcan la vida de quienes sostienen la economía desde abajo. El arte aquí se convierte en una herramienta crítica que interpela tanto al pasado como al presente.
3.Representaciones y poderes
Reflexiona sobre cómo han sido representados los cuerpos y los territorios, la maternidad, pueblos indígenas y la naturaleza. La curaduría optó por no incluir ciertas obras que reproducen estereotipos, para enfocar la muestra en una crítica visual más profunda. Como señala el curador:
“Decidimos no mostrar ciertas imágenes. Optamos por una crítica a la representación y no solo por la exhibición”.
4.Resignificaciones culturales
Esta sección aborda los rituales, la religiosidad popular y las distintas formas de simbolizar la muerte en el arte ecuatoriano. Las obras reunidas permiten ver cómo la espiritualidad y las tradiciones han sido reinterpretadas a lo largo del tiempo, dialogando con la identidad y la memoria colectiva.



Entre lo plástico y lo performativo
Aunque el núcleo de la exposición es pictórico, Trajines en el arte ecuatoriano incluye también videoarte, performance, fotografía y archivo documental. Manuel comenta que la curaduría busca tender puentes entre el realismo social y las expresiones críticas del arte contemporáneo.
“El arte contemporáneo trabaja con estrategias distintas. No representa directamente una situación de injusticia, sino que la encarna desde el cuerpo, desde la acción. Por ejemplo, hay un video de Valeria Andrade que se llama Prácticas suicidas. Ella hace justamente un uso del espacio público distinto, que provoca extrañamiento en el espectador”.

Arte para todas las miradas
La exposición está pensada para ser accesible a un público amplio. Los textos curatoriales evitan tecnicismos y se enfocan en facilitar la comprensión de las obras desde sus contextos.
“No queremos una muestra solo para expertos. Queremos que la gente se mire en estas imágenes, que reflexione sobre el presente a partir del pasado”, enfatiza Manuel.
Aunque los recursos tecnológicos son limitados, la muestra apuesta por una experiencia directa con las obras. Es decir, poder verlas en su escala real, con sus texturas, sus detalles materiales. Muchas de estas piezas no habían sido exhibidas durante décadas.
Datos de Trajines en el arte ecuatoriano
La curaduría pone en valor una de las colecciones más importantes del país e interpela al visitante desde la historia, la crítica social, la estética y la memoria.
“Las situaciones de explotación y desigualdad representadas en estas obras no son cosa del pasado, siguen ahí vigentes. Esta exposición es una forma de visibilizarlas y generar pensamiento crítico desde el arte”, concluye el curador.
Dado que la muestra incluye más de 200 piezas, sería imposible nombrarlas todas aquí. Por eso, la mejor manera de descubrir Trajines en el arte ecuatoriano es visitarla. Te invitamos a recorrerla con amigos o familia, a dejarte interpelar y a reflexionar.
Lugar: Museo de Arte Moderno de la CCE.
Horario: martes a sábado 09h00 a 13h00 y 14h00 a 17h00.
Entrada libre
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