La bióloga Anita Pilatasig y los doctores María Alejandra Camacho y Santiago Burneo. Fotos y video: Roxana Molina

Como en una biblioteca, en donde en lugar de libros se almacenan especímenes. Así es la Colección de Mamíferos de la PUCE (QCAZ-M), del Museo de Historia Natural, que obtuvo la renovación de la acreditación internacional.

Lo confirmaron los doctores Jonathan Dunnum y Enrique Lessa, presidentes del Comité de Colecciones Sistemáticas y de la Asociación Americana de Mastozoología, respectivamente.

La PUCE, dijeron los doctores a través de una carta, consiguió la acreditación el 22 de diciembre del 2019. Pero no lo habían reportado debido a limitaciones causadas por la pandemia.

En una carta, dirigida al Dr. Fernando Ponce León, S.J., rector, resaltan las características de la colección de la PUCE. Dicen que está entre las de 80 instituciones en el Hemisferio Occidental que han cumplido con la curaduría establecidas por el Comité de Colecciones. La de la PUCE es una de dos de Sudamérica, con la acreditación.

En su escrito reiteran el gran valor que tienen estas colecciones, para enfrentar situaciones como la actual pandemia derivada de zoonosis (cualquier enfermedad naturalmente transmisible desde animales vertebrados al hombre).

La Colección de Mamíferos de la PUCE (QCAZ-M) podría proporcionar -apuntan- la infraestructura biológica necesaria para abordar y mitigar inevitables pandemias futuras y escenarios emergentes de enfermedades infecciosas que enfrentará nuestro planeta.

“Hay una gran falta de colecciones con capacidad para preservar tejidos de mamíferos congelados capaces de abordar cuestiones relacionadas con los patógenos y la salud humana. Su colección tiene esa capacidad, por lo que esperamos que sigan apoyándola en los próximos años”.

Detalles de la colección

La Mtr. María Alejandra Camacho y el Dr. Santiago Burneo, docentes de la PUCE, son la administradora y el curador de la colección.

La Colección de Mamíferos del Museo de Zoología de la PUCE (QCAZ-M) cuenta con alrededor de 19.000 especímenes; con un grupo de ellos está pendiente el ingreso de fichas a la base de datos.

Especímenes son todos los elementos o ejemplares preservados en un museo, junto con la información de colección, asociada a ellos. Los holotipos son aquellos especímenes cuyas características fueron usadas para la descripción de una especie, de manera que son la referencia.

¿Qué tiene la sala?

En la sala de la colección, ubicada en el subsuelo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, los especímenes están ubicados así:

  • Una sala con especímenes en seco; para llegar allá se prepara las pieles de animales. Ahí tienen entre otros marsupiales y murciélagos. Este último abarca el 76% de toda la colección. Tienen muy pocos animales grandes, donados, encontrados muertos por autoridades, etc.
  • Otra sala con la colección líquida. Son especímenes, especialmente roedores y murciélagos, almacenados en etanol al 75%. Así se conservan por ejemplo las lenguas, músculos, posición anatómica de huesos.

¿Qué datos guarda la colección?

Se  incluye la distribución geográfica del espécimen, tipo de bosque en donde se la ubicó y más detalles para conocer si una especie era común en determinada época, si vivía en un bosque que ahora es un pastizal, entre otros datos. Además hay información sin analizar como parásitos intestinales o acumulación de metales pesados que pueden ser signo de contaminación.

Investigadores de Estados Unidos, Europa, Brasil, Argentina, Colombia y Costa Rica llegan para revisar la Colección de Mamíferos de la PUCE.

En el 2018, con apoyo de un docente de la Facultad de Economía llegaron a la conclusión de que mantener la Colección de Mamíferos de la PUCE cuesta USD  1,4 millones. Eso se invierte durante las salidas de campo, para la recolección de ejemplares y su estudio; además en personal, viáticos, electricidad, construcción de instalaciones. Así que este espacio no solo tiene un valor científico.

Una anécdota

Por años, en la Colección de Mamíferos de la PUCE, cuya acreditación fue renovada, se guardó el dato de un murciélago de labio largo. Un investigador extranjero, al revisar los datos, confirmó que se trataba de una nueva especie a la que nombraron Anoura fistulata, que se caracteriza por tener labios muy largos, así pueden sacar una lengua para absorber el néctar de las flores, como un colibrí. La Mtr. Camacho comentó que es el mamífero con la lengua más larga, en relación a su tamaño. Enrolla la lengua en el esternón.

¿Para qué sirve la colección? 

La Mtr. Camacho señala que Ecuador es un país megadiverso, por lo que hace falta tener esta especie de biblioteca de especímenes. Además al tenerlos a disposición es posible estudiar y conocer para qué sirven, cómo se relacionan con los seres humanos.

«En el contexto del COVID-19, anota, sirvió para que los científicos puedan ratificar que los murciélagos no son una bolsa de virus que contagian enfermedades raras. Son polinizadores, dispersores de semillas, controladores de plagas, no están enfermos, el COVID-19 es una enfermedad humana«.

Mtr. María Alejandra Camacho

El doctor Burneo cuenta que es complicado lograr publicar una nueva descripción de un espécimen. Eso puede tomar varios años, dice y anota que en 1999 la lista de mamíferos del Ecuador incluía 382 especies. Y la más reciente lista tiene 457. «Se han agregado 70 especies al mundo de la ciencia, en dos décadas».

Historia

En la PUCE, los docentes fundadores de la carrera de Biología comenzaron a reunir especímenes para la Colección de Mamíferos, la de modo informal, en los años setenta. Salían a expediciones y traían animales, incluso que les entregaban en las comunidades. En los noventa, el Ministerio de Ambiente empezó el proceso de reglamentación. Y en el 2008 se obtiene una patente de funcionamiento.

La Mtr. Alejandra Camacho es una de las dos personas en Ecuador que se ha especializado en preservación y conservación de especímenes. Sus estudios ayudaron a la PUCE a conseguir la acreditación, dice el doctor Burneo.

A finales de los ochenta, recuerda el doctor, se abrió la acreditación internacional para las colecciones del mundo. Inicialmente únicamente las consiguieron en México y en Argentina. En el 2011, la PUCE obtuvo por primera vez la acreditación.

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