El 22 de agosto, la Pontificia Universidad Católica (PUCE) marcará un nuevo hito en su gestión académica y dará un importante paso hacia el futuro. El próximo semestre, la universidad implementará un Modelo Educativo innovador, enfocado en la perspectiva humana y comprometido con la transformación social.

“En agosto, arrancamos juntos, de manera organizada y profunda, este nuevo reto transformador que nos permitirá estar entre las mejores universidades del mundo”, explicó el doctor Fernando Ponce, S.J., rector de la PUCE.

El nuevo Modelo Educativo, que se trabajó desde 2019, entra en el marco del Pacto Educativo Global convocado por el Papa Francisco, que reconoce a cada estudiante como centro del proceso educativo.

“Esto significa considerar sus experiencias previas, capacidades, motivaciones e intereses para lograr un profesional ético, consciente y responsable”, añadió el doctor Ponce.

Nuevo Modelo Educativo PUCE

El modelo se basa en un enfoque humanista, donde la formación integral de los estudiantes es la prioridad. Esta transformación educativa se centra en formar profesionales competentes e individuos conscientes de su impacto en el mundo. Así, va más allá del acceso a conocimiento académicos.

 “Buscamos formar a las mejores personas para el mundo y construir una sociedad innovadora de diálogo y paz pensando en el planeta”, explicó el doctor Andrés Mideros, director General Académico de la PUCE.

El modelo integra cuatro dimensiones, cada una con su propia importancia y propósito: la dimensión práctica (utilitas), la social (iustitia), la humanista (humanitas) y la trascendente (fides). Estas dimensiones trabajan en conjunto para crear una experiencia educativa equilibrada y enriquecedora.

Aprendizaje en constante evolución

Uno de los aspectos más destacados de este modelo es el enfoque en alternativas flexibles de formación profesional. Así, este programa reconoce la diversidad de trayectorias académicas y aspiraciones individuales, permitiendo a los estudiantes personalizar su recorrido educativo.

Desde carreras y programas innovadores hasta opciones de movilidad nacional e internacional.  La PUCE se compromete a proporcionar un ambiente de aprendizaje adaptable y en constante evolución.

Asimismo, con la integración de teorías y enfoques pedagógicos, como el Paradigma Pedagógico Ignaciano y el aprendizaje experiencial, la PUCE busca trascender las barreras entre las disciplinas. También promover un diálogo constante entre diferentes campos del conocimiento. Este planteamiento fomenta un pensamiento holístico y creativo, preparando a los estudiantes para abordar desafíos complejos desde perspectivas diversas.

Experiencias internacionales y acompañamiento integral

Con este modelo, el aprendizaje no se limita a las aulas tradicionales. Sino que le da un lugar especial a las experiencias internacionales y a la comprensión intercultural. El modelo fomenta la participación en programas globales y el estudio de una segunda lengua.

Además, con el acompañamiento integral, se brindará apoyo emocional y académico a los estudiantes. De esta forma, se asegura su desarrollo integral en todas las facetas de la vida universitaria.

Con esto, la PUCE da un paso importante hacia la transformación educativa. También, continúa formando seres humanos generadores de cambio y que dejan huella en el mundo. Sin duda, este modelo representa un compromiso con los valores humanistas y la excelencia académica, que siempre han caracterizado a la universidad.

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