Martin Pazmiño, estudiante de Fisioterapia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), viajó a Alemania para representar a la universidad y al país. Lo hizo como deportista de taekwondo en los Juegos Mundiales Universitarios FISU Rin-Ruhr 2025, que se desarrollaron del 13 al 20 de julio.
Con esta experiencia, Martin cumplió un sueño más. El viaje no solo fue de retos deportivos, sino también de aprendizajes personales y culturales que marcaron su camino. “Sabía que el nivel iba a ser muy fuerte. Me iba a enfrentar contra competidores de índole mundial, que ya han participado en torneos más grandes”, señala.
La preparación para los FISU
Martín entrenó intensamente durante un año y cuidó cada detalle, desde su alimentación hasta la preparación mental. Sin embargo, las dificultades logísticas casi lo dejan fuera del certamen. Días antes de la cita para renovar su pasaporte, perdió su cédula. Pasó horas de horas fuera del registro civil haciendo los trámites respectivos, pero finalmente lo logró.
“Todo valía la pena, la verdad. En la universidad me sentí bastante apoyado”, destaca. La PUCE cubrió los pasajes de ida y vuelta. La otra parte de los gastos la consiguió junto a sus compañeros con actividades de autogestión como rifas y comidas solidarias.
Ecuatorianos en Alemania
El comité organizador dispuso espacios de entrenamiento, lo que permitió a la delegación ecuatoriana ensamblar rutinas y compartir con equipos de distintos países. Martín vivió de cerca la diversidad cultural que caracteriza a estas competencias. “Conocimos un montón de países, tuvimos la oportunidad de conversar con chicos de Brasil, Uzbekistán, Japón, Corea, entre muchos otros”.
La competencia de taekwondo fue exigente. El equipo ecuatoriano se enfrentó a Taipéi, uno de los más fuertes del torneo. Aunque no lograron avanzar, la experiencia fue inolvidable: “La oportunidad de pararnos en ese escenario a nivel internacional fue única. Me encantaría que esto se siga expandiendo y que el deporte siga recibiendo apoyo”.
Taekwondo, más allá del tatami
Más allá del resultado deportivo, el viaje fue muy enriquecedor. Las largas conversaciones con atletas de otros países, los juegos compartidos en las áreas comunes y hasta las anécdotas de comunicación en distintos idiomas hicieron que la experiencia trascienda lo competitivo.
“Me pasaba que quería hablar con alguien y lo hacía en inglés, hasta que me daba cuenta de que eran de Colombia o España y podía hablarles en español”, cuenta entre risas el deportista de taekwondo.
De regreso en Ecuador, Martín deja un mensaje para sus compañeros estudiantes. “Siempre recomiendo hacer algo más allá de las clases. Una actividad extracurricular nos ayuda a liberar el estrés, a conectarnos con nosotros mismos y a abrir nuevas oportunidades”.
Martín señala que el taekwondo, y el deporte en general, no solo brinda salud y disciplina, también abre puertas a becas y experiencias internacionales. Su viaje a Alemania demuestra que los sueños se construyen con esfuerzo, apoyo y pasión.
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