Un barrio puede trasportarnos en el tiempo. Son estos espacios donde se tejen historias de identidad que encantan a residentes y turistas, un claro ejemplo, es La Mariscal.

La Mariscal está ubicada en el centro norte de la ciudad de Quito. Se lo reconoce por ser un lugar histórico, con movimiento económico y urbanístico que transformó e hizo de Quito una ciudad divertida, atractiva y sorprendente.

Un proyecto hecho por jóvenes

Los estudiantes de sexto semestre del Taller de Diseño Arquitectónico y Urbano VI (DAU VI) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes (FADA) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), presentaron su proyecto titulado La Mariscalidad. Esta iniciativa surgió por la importancia de este barrio y con el fin de mejorar este espacio de cultura y arquitectura.

Con el lema: “La arquitectura por la arquitectura, para la gente, con la gente”, cada semestre, los estudiantes de la FADA realizan un proyecto nuevo dirigido a un barrio de Quito. En esta ocasión, el proyecto fue presentado el 7 de julio del 2022, al alcalde de Quito, doctor Santiago Guarderas, quien recibió la propuesta con entusiasmo.

El burgomaestre permitió que 20 proyectos arquitectónicos, entre ellos el de la FADA, se exhiban en el Museo de la Ciudad durante los meses de julio y agosto del 2022.

El alcalde Santiago Guarderas junto a los estudiantes de la FADA.

Principal problema

Pese a ser un barrio muy reconocido por los quiteños, La Mariscal presenta algunos problemas graves como el abandono de viviendas. Solo en su sector sur, hay 25 edificios vacíos, lo que provoca que estos espacios sean una guarida de ladrones.

“La Mariscal ha sufrido una serie de abandonos y deterioros, por esta razón es crucial hacer una intervención urbana y arquitectónica. La modernidad nos dice que lo viejo se remplaza, sin embargo, los ciclos de los barrios no son tan cortos como opina la moda”. Así mencionó el arquitecto Hernán Orbea, docente de la FADA y director del proyecto La Mariscalidad.

Ocupar las calles, plazas y parques con actividades artísticas y comerciales para recuperar la residencialidad que se platean en este proyecto. Además, se busca concientizar a los moradores del barrio para que respeten y aprecien como suyos los espacios públicos.

Arquitectura urbana

Recuperar el movimiento y vitalidad de este barrio cosmopolita es un gran reto. Plantear la recuperación motivando a actores públicos y privados es el primer paso, así nos dice el arquitecto Hernán.

“La Mariscal nos interesa. Vamos a tener una estación de metro en muy poco tiempo y tiene mucha arquitectura en desuso. Es necesario crear alianzas estratégicas con diferentes actores sociales para levantar a este barrio y para trabajar en conjunto por la ciudad”, dijo el arquitecto Hernán.

Docentes y alumnos de la FADA.

La FADA se centra en desarrollar proyectos que beneficien a la comunidad. Su mirada apunta hacia un futuro sostenible, donde los ciudadanos sean actores del cuidado y manejo de la ciudad. La Mariscal no muere, el plan para reactivar su movimiento ya está en la capital. Se espera que el gobierno local incluya este proyecto en su agenda.

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