En los rincones del norte de Quito, donde las montañas se abrazan con el cielo y la historia se entreteje con la tierra, se ubica la parroquia de Calderón, antiguamente conocida como Carapungo. Los Caras, un grupo indígena valiente y resiliente, encontraron su hogar en este lugar cargado de identidad y cultura.

Historias como estas, permanecen en un gran repositorio histórico, que se visualizan gracias a figuras importantes como los cronistas de Quito. Desde 1534, ellos han sido los responsables de registrar y mantener la vida de la capital del Ecuador.

Un cargo de alto valor cultural

Desde el 8 de agosto del 2023, un nuevo cronista de la ciudad ocupa este renombrado cargo. Se trata del historiador Alejandro López Valarezo, docente de la Facultad de Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

Su enfoque fresco promete acercar la historia a la comunidad de Quito de una manera más legible y accesible. Estableciendo así, conexiones significativas entre el pasado y el presente.

“Luego de un proceso de selección, fui designado como cronista de Quito. Me siento honrado de ocupar este cargo de alto valor histórico”, dijo el doctor López.

Un enfoque diverso

El doctor Alejandro López es inclusivo y diverso. En su período de trabajo, buscará involucrar a todos los barrios que conforman el Distrito Metropolitano de Quito. Incluirá a aquellos que han sido poco visibilizados.

La historia no se limita a grandes figuras o eventos. Abarca también la vida cotidiana, la arquitectura de los barrios y los cambios sociales que han dado forma a la ciudad. Todos los barrios tienen algo que contar. Cada individuo es un actor en la construcción del tejido histórico de una ciudad”, agregó el historiador.

El experto apunta a la digitalización y catalogación de documentos. Esto permitirá que cualquier persona interesada pueda explorar y comprender la historia de Quito desde diferentes perspectivas.

Un archivo para el futuro

El docente de la PUCE se encargará de recopilar y preservar eventos trascendentales de la ciudad. Además, dirigirá el Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH).

Este archivo guarda documentos , de gran importancia, que contienen la historia de la capital. Por ejemplo, el Acta de la fundación española de San Francisco de Quito, reliquia que data del año 1534. También incluye hallazgos importantes como el Libro II de Cabildos (1544 – 1551), que fue localizado en una notaría de la urbe.

“Es innegable que los archivos municipales desempeñan un papel fundamental en la vida de una ciudad. Sin embargo, nuestro archivo aún tiene retos por superar en términos de accesibilidad y catalogación de la invaluable información que posee. Resulta inspirador mirar hacia otros archivos ejemplares, como la Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de Lima, el Archivo General de la Nación de Colombia y los distintos archivos en diferentes ciudades. A eso apuntamos”, comentó el docente.

Foto: Acta de la fundación española de San Francisco de Quito.

Un poco más de nuestro docente

El quiteño Alejandro López Valarezo es doctor en Historia de los Andes por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Estudió Historia en la PUCE y se ha desempeñado como investigador, docente y funcionario en el Ministerio de Cultura del Ecuador y el Museo Nacional del Ecuador.

También, estudié Teología en el pregrado. Esta carrera despertó en mí la pasión por la historia. Aunque siempre me cautivó, puedo decir que de allí surgió mi convicción por la investigación y el interés por la historia”, finalizó el cronista.

La labor del cronista de Quito cobra una nueva dimensión con el doctor Alejandro López Valarezo. Su enfoque plural, accesible y comprometido con la diversidad, promete enriquecer la comprensión de la historia de Quito. Además de fortalecer los lazos entre las generaciones pasadas y presentes.

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