La decisión encuentra resistencia de la academia. A raíz del anuncio del Ejecutivo de autorizar el porte y tenencia regulada de armas, varios centros educativos superiores han mostrado su postura de rechazo y han insistido en que no admitirán armas en sus instalaciones. Asimismo, han propuesto un diálogo amplio por la seguridad. Asimismo, la Universidad Católica de Guayaquil recordó a sus alumnos que está prohibido el ingreso de armas a sus instalaciones y que «continuamos con el compromiso de seguir trabajando por la seguridad de nuestros alumnos, docentes y personal administrativo». Del mismo modo, la Universidad Casa Grande ratificó la misma prohibición y señaló que aúpan una sociedad donde la seguridad sea garantizada para todos.

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