El 10 de enero, el presidente Guillermo Lasso anunció la reducción del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para cigarrillos, cervezas industriales y artesanales, bebidas no alcohólicas y gaseosas azucaradas. Una decisión, que según expertos en salud pública, es desacertada.
“Parece ser que el Ecuador está en una contradicción con la corriente científica y de política pública mundial. Pero también está en una contradicción con la realidad nutricional del Ecuador”. Así, explicó el doctor José Andrés Ocaña, docente e investigador del Instituto de Salud Pública (IPS) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
Es importante mencionar, que el consumo de estos productos está relacionado directamente al crecimiento de enfermedades no transmisibles. Entre ellas, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobrepeso, diabetes y cáncer.
¿Cuál es la realidad nutricional de Ecuador?
Según el ISP, la desnutrición crónica infantil afecta a uno de cada cuatro niños. El crecimiento anual de la obesidad infantil es de casi 4%. Mientras que el aumento, de la obesidad de adultos es del 2%; casi el 27% de los adultos padecen obesidad. Esto se asocia con un 38% de muertes prematuras por enfermedades crónicas no transmisibles, derivadas de factores nutricionales adversos.
Así, según el último Informe de Nutrición Global (ING), los indicadores nutricionales del Ecuador demuestran deudas del Estado con la sociedad en términos de protección del derecho al acceso a alimentos seguros y adecuados y de la seguridad y soberanía alimentaria.
“Esas decisiones nos preocupan. Debido a los altos índices de desnutrición crónica infantil. Además, a las proyecciones de crecimiento acelerado y grave de la obesidad infantil,”, agregó el doctor Ocaña.
Importancia de buenas políticas públicas
En este contexto, las políticas públicas son fundamentales para conservar la salud de la población. Además, para reducir los costos de atención médica y la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles. Factores que en el tiempo saldrán más costosos para el país.
“La imposición de aranceles y de impuestos a los consumos nocivos ha sido una estrategia exitosa en otros países. Este debería ser el camino que tomen las autoridades para una mejora real de la salud pública de los ecuatorianos”, explicó el doctor Iván Dueñas, investigador del ISP
Según los expertos del ISP, políticas públicas correctas permiten que los ciudadanos tomen decisiones más acertadas y saludables respecto a su alimentación. Lo que, se traduce en una población sana en el futuro.
“Es muy importante que el ciudadano se eduque en hábitos alimentarios y nutricionales. Evidentemente, esto depende también de las políticas que favorezcan entornos para educarse en ese sentido”, añadió el doctor Dueñas.
¿Qué medidas se deben tomar para precautelar la salud pública?
Para el ISP, el Gobierno debe tomar decisiones que respondan a la normativa procesos internacionales. Muchos países toman medidas de acuerdo a un sistema llamado smart policies. El mismo que incluye cinco políticas de salud alimentaria.
Estas políticas son:
- La regulación de entornos saludables, así como de entorno obeso génicos.
- La tasación de impuestos a las bebidas azucaradas y alimentos ultra procesados, así como al alcohol y al tabaco.
- Subsidios, especialmente en países de altos ingresos, donde es difícil acceder a alimentos saludables.
- Etiquetado frontal de alimentos.
- El impulso de la agricultura familiar y campesina.
En este caso, una medida que se centra en gravar a los productos no saludables motiva la reducción de su consumo. Asimismo, genera ingresos fiscales inmediatos y, podría impactar en la reducción de costos en atención médica y el aumento de la productividad laboral.
“Si ponemos en valores. La ganancia por la venta de estos productos a las empresas, no se asemeja al gasto del Estado por las personas que se enferman,” finalizó el doctor Ocaña.
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