La experta responde

Daniela Solano
Máster en Relaciones Internacionales con mención en Negociaciones Internacionales y Resolución de Conflictos y docente de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE)

No es un tema reciente. Debemos revisar la historia mundial y, principalmente, de esa región para entender lo que está sucediendo hoy entre Rusia y Ucrania.

Esta crisis se da como producto de un conflicto que ha estado presente y vivo desde el 2014, sin embargo, deberíamos ir un poco más atrás. Yo me atrevería inclusive a pensar y hablar desde el final de la Guerra Fría. En 1989, con la caída del Muro de Berlín, se van dando ciertos ajustes a nivel político. Las primeras exnaciones de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)  que alcanzaron su independencia en 1991, fueron Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

Hoy nos encontramos en una escalada importante de tensión. Los acontecimientos históricos dan cuenta de toda una serie de conflictos, la falta de confianza que existe entre las diferentes naciones (Rusia y Ucrania), las presiones políticas que han ido creciendo en el contexto de pospandemia COVID-19 como escenario propicio para la consolidación de las potencias y reconfiguración hegemónica mundial, forman parte de la cadena de sucesos que dan como resultado la crisis actual.

¿Cuál es el contexto histórico de Rusia y Ucrania?

En 2014, tras una revolución civil de los ciudadanos de Ucrania que terminó con el derrocamiento de su presidente proruso Víctor Yanukóvich, Rusia se apodera de Crimea, que hasta ese año le pertenecía a Ucrania, anexándola unilateralmente a su extenso territorio.  En ese escenario, estalla el  conflicto del Donbás, en el que se enfrentaron las fuerzas independentistas prorrusas de Donetsk y de Lugansk, que contaron con el apoyo no oficial de Rusia, contra el gobierno de Ucrania.

Recordemos que Ucrania tenía intenciones de acceder a la Unión Europea, lo que implica la pérdida directa de la influencia de Rusia sobre este país. Tras su independencia de la URSS, y conforme pasaba el tiempo, Ucrania buscaba acercarse más a Occidente. Aspiraciones que en noviembre de 2013 quedaron truncadas por la cercanía del presidente ucranio de ese entonces con Rusia.

Esto generó una crisis social muy grande en Ucrania, ya que la mayoría de la población sí estaba y está a favor de unirse a la Unión Europea.

Otro punto importante a analizar, para entender este conflicto, es la personalidad del presidente ruso. Vladímir Putin está en el poder de Rusia desde 2000, teniendo dos mandatos sucesivos. Deja la presidencia por cuatro años y pasa a ser Primer Ministro de ese gobierno; para volver en el 2012 a ser presidente en su tercer y ahora cuarto mandato. Entonces, hay que tener en cuenta que, luego de más de 20 años al frente de Rusia y próximo a terminar este cuarto mandato, Putin busca -por fin- reunificar a las repúblicas socialistas y soviéticas y así restablecer el protagonismo y la hegemonía de la URSS.

¿Qué tiene que ver la época pospandemia?

Es importante considerar la aspiración de Rusia de convertirse en la nueva potencia hegemónica mundial. Desde inicios del siglo XXI se habla de la pérdida de hegemonía de Estados Unidos, con una China que va escalando y, hasta en ciertos ámbitos, ha logrado superar el poder, sobre todo económico, de Estados Unidos.

Como decía, en este contexto de pospandemia, hay que tomar en cuenta que países como Rusia pudieran aprovechar esta crisis que se vive a nivel mundial, para potencializarse. Así que esta alza de tensiones, inclusive, puede ser una estrategia política para lograr ese objetivo.

Hoy nos enfrentamos a la pregunta, si el sistema internacional tendrá una nueva potencia, debido a las debilidades y problemas que demuestra Estados Unidos, sobre todo, en las dos últimas décadas.

¿Qué sucede ahora con el conflicto Rusia y Ucrania?

Rusia y Ucrania se atacan mutuamente de estar alterando el ‘statu quo’ de la región. Ucrania acusa a Rusia de estar apoyando (con armas y militares en la frontera) a grupos separatistas, lo que refuerza la guerra civil entre estos grupos y fuerzas oficiales ucranianas. Y Rusia acusa a Ucrania de estar buscando apoyo en Occidente a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)

La OTAN fue creada en 1949,en el contexto de Guerra Fría. Esta organización tiene el objetivo de garantizar la seguridad y libertad de sus países miembros, pudiendo hacer uso de los recursos políticos, militares e incluso de la fuerza militar. Sin embargo, mantiene relaciones con países no miembros, a quienes considera socios; pudiendo estos integrarse al organismo cumpliendo el proceso establecido.

La intención de Ucrania de vincularse a la OTAN es percibida por Rusia como otra detonante del conflicto. Hay que tomar en cuenta que esta aspiración no es reciente, tiene décadas. Rusia se ha opuesto al ingreso de Ucrania en la OTAN y de esta en su región más próxima.

Desde finales del 2021, la situación ha sido más preocupante. Rusia ha desplazado a más de 113 mil soldados en las fronteras al este de Ucrania; siendo a la presente más de 200 mil tropas rusas en el conflicto. Aunque Rusia afirmaba que se trataba de movimientos normales por ejercicios militares programados y que la propaganda mediática desde Occidente estaba generando toda esta tensión, la preocupación a nivel mundial creció y lo más temido explotó la madrugada del 24 de febrero de 2022: Rusia empezó los ataques y su ocupación en Ucrania.

La guerra es una posibilidad latente  y permanentemente. Este conflicto tomó por sorpresa a la comunidad internacional que enfocó los esfuerzos en una salida diplomática. Una vez declarada la guerra, ésta puede tomar otro matiz con la incursión y participación de las grandes potencias a través de la OTAN y otros actores del sistema internacional.

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