Este 7 de mayo de 2025 inicia el Cónclave, el proceso para la elección del nuevo Pontífice, el máximo líder de la Iglesia Católica. Un evento de trascendencia global porque, aunque el Papa es el líder espiritual de más de 1.000 millones de feligreses, también es una figura clave en el diálogo interreligioso, la diplomacia y en la búsqueda de la paz mundial. . Aquí te contamos en qué consiste.
Quienes vieron la película El Cónclave tendrán una noción cercana de cómo funciona este procedimiento para elegir al nuevo Papa. Hablamos con el Dr. Manuel Fernández de Córdoba, docente especialista en Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Él nos comentó algunas claves para comprender mejor el proceso.
Nada está sujeto al azar
La Iglesia Católica se caracteriza por ser muy protocolar y tradicional. “La elección de un Papa no es un evento improvisado. Todo está regulado con precisión por el derecho canónico”, explica Manuel.
Existen dos documentos clave que definen el procedimiento para elegir nuevo Papa: el Código de Derecho Canónico de 1983 y la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996. A estos se suma Predicate Evangelium (2022), emitida por el Papa Francisco, que reformó la organización de la curia vaticana para fortalecer su labor evangelizadora.
Fallecimiento o renuncia
Antes de empezar, es importante señalar que el cargo de Papa es vitalicio, sin embargo, el encargado puede renunciar. Eso ocurrió en 2013 con Benedicto XVI, el primer Pontífice en renunciar en casi 700 años.
Cuando el Papa fallece o renuncia, se activa el protocolo Sede Vacante. Con este, el cónclave que elegirá al sucesor. Esta reunión de cardenales se instalará entre 15 y 20 días después de la muerte de Francisco. En este caso se instalará el 7 de mayo de 2025.
¿Quién elige al Papa?
La responsabilidad recae únicamente en los cardenales de la Iglesia menores de 80 años. Manuel comenta que el título honorífico de cardenal es el más alto que da un Pontífice.
Aunque el documento oficial establece que el número de electores no debe superar los 120, actualmente hay 138 cardenales en condiciones de votar.“Esto implica una contradicción entre la norma y la realidad eclesial actual, que eventualmente deberá resolverse”, señala el experto.
Los 138 cardenales provienen de 71 países. Hay 54 de Europa, 24 de Asia, 18 de África, 38 de América y 4 de Oceanía, según la agencia France 24. De Ecuador participará el cardenal y arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera.
Estos cardenales se reúnen en un evento conocido como cónclave, que literalmente significa “con llave” (cum clavis en latín). Se alojan en la Casa Santa Marta del Vaticano y, una vez en la Capilla Sixtina, quedan incomunicados del mundo exterior para preservar la libertad de su discernimiento.
Un ritual profundamente solemne
Antes de iniciar la votación, los cardenales entonan el himno Veni Creator Spiritus para invocar la asistencia del Espíritu Santo. La elección se lleva a cabo mediante votación secreta. Para que un candidato sea elegido como Papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si no se alcanza esa mayoría, las papeletas se queman y se convoca una nueva ronda de votación.
No existe un límite de tiempo para la deliberación. Puede durar unas horas o inclusive las rondas de votación se pueden extender semanas o años si no existe un acuerdo. Ese fue el caso del cónclave más largo, se prolongó por tres años, entre 1268 y 1271, y eligió al Papa Gregorio X, según recopila el medio ABC.
La tradición establece que el humo que sale por la chimenea de la Capilla Sixtina indica el resultado: negro, si no hay Papa y humo blanco, si ya fue elegido. En ese momento, el cardenal decano anuncia al mundo: Habemus Papam.
¿Quién puede ser Papa?
A diferencia de muchos cargos de liderazgo, no hay un perfil establecido ni requisitos curriculares. “Normativamente, cualquier varón bautizado puede ser elegido, aunque en la práctica siempre se elige a un cardenal”, afirma el experto. Si el elegido no es obispo, debe ser consagrado como tal antes de asumir.
Aunque oficialmente el ritual está guiado por la inspiración del Espíritu Santo, Manuel reconoce que “la Iglesia está compuesta por seres humanos, con sus subjetividades”. Por tanto, los contextos sociales, los desafíos pastorales y hasta la visibilidad pública de los candidatos pueden influir en la elección. Es decir, si bien es un hecho espiritual, también es político.
¿Qué hace un Papa?
El Papa es el obispo de Roma, el sucesor de Pedro, el vicario de Cristo y la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Reúne en sí funciones legislativas, judiciales y pastorales. Es el pastor supremo de más de mil millones de fieles en todo el mundo. Aunque su cargo es vitalicio, puede renunciar.
Cada pontificado tiene su sello. Juan Pablo II fue conocido como el “Papa viajero”. Benedicto XVI fue un teólogo riguroso. Francisco, el primer Papa latinoamericano y jesuita, apostó por una Iglesia abierta a enfrentar los conflictos contemporáneos, cercana a los pobres y a los vulnerables.
¿Qué se espera del próximo Papa?
Aunque no hay forma de anticipar quién será el próximo sucesor, se especula constantemente sobre los posibles perfiles. El nuevo Papa deberá afrontar los desafíos globales de la Iglesia: secularización, justicia social, crisis ambientales, abusos sexuales, participación de la mujer en la Iglesia, entre otros.
Como concluye Manuel, “seguramente, las necesidades institucionales de la Iglesia irán perfilando al elegido. Pero, en última instancia, es el cónclave, inspirado por el Espíritu Santo, quien decide”.
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