Tras 70 años en el poder, el 8 de septiembre de 2022 murió la reina Isabel II, un golpe para Reino Unido. Como dijo Liz Truss, su primera ministra: «La reina Isabel II fue la roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna. Nuestro país ha crecido y florecido bajo su reinado».
El doctor en historia, sociólogo y docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Alejandro López, nos explica las implicaciones de la muerte de la monarca británica.
¿Cómo se avizora el contexto político-social tras la muerte de la reina Isabel ll?
La muerte de la reina Isabel II no solo se convierte en un evento de trascendencia local, sino global, porque impacta en la noción de legitimidad del sistema político británico. Es el fin de una de una época, sobre todo, por su valor simbólico.
Sin embargo, creo que no se van a presentar cambios sustanciales tan rápido. Recordemos que la Corona británica no puede participar públicamente en política ni dar sus opiniones y no tiene un espacio de toma de decisiones tan amplio. Pero, el papel que juega la monarquía, que no es menor, es un rol fundamental en el orden simbólico.
¿Cómo se verá afectado ese orden simbólico?
Estoy convencido que el orden simbólico no se va a fragmentar tan fácilmente, porque ha sido cimentado por la reina Isabel II durante años. Sin embargo, la legitimidad sí se verá afectada, de forma especial, entre los miembros de la Mancomunidad. Esto en el caso de los países que no se sienten tan representados o acogidos y que empezarán a cuestionar esa legitimidad.
A nivel británico, esa legitimidad es muy fuerte y eso se ve en todas las actividades que lleva a cabo la monarquía y en el seguimiento mediático que recibe. El sistema político británico se fundamenta en la legitimidad de la representatividad y en los símbolos aristocráticos. Ese es un orden que se ha protegido estratégicamente por parte de la Corona y no avizoro cambios sustanciales en ese sentido. Sobre todo, en un momento tan complicado para Gran Bretaña después del Brexit, que ha generado una suerte de incertidumbre respecto a la capacidad de navegar en solitario sin el respaldo del euro.
Tengamos en cuenta que tienen una nueva Primera Ministra y que la salida de Boris Johnson también debilita un poco el sistema político. Con ese panorama, no creo que busquen mayores rupturas.
Durante la década del 90, se empezaron a hacer concesiones políticas a los miembros de la Mancomunidad. De pronto, se seguiría en ese camino, pero no veo una ruptura a corto plazo.
¿Cómo describiría el simbolismo que representa la monarquía?
La monarquía ejerce un rol que genera legitimidad. A decir de algunos autores, la aceptación de esa legitimidad se ejerce como una revolución cultural, en la que los miembros de la comunidad política aceptan el orden establecido.
Esta revolución se presenta en lo cotidiano, en la presencia de símbolos, en la identidad. Desde los monumentos como el Big Ben, los puentes, los soldados británicos, todo eso va generando una idea de identidad y de legitimidad. Estas ideas son fundamentales para el ejercicio del poder.
Nosotros, que no tenemos una monarquía, sin embargo, también tenemos ese tipo de ejercicios simbólicos como la Jura de la bandera, el Himno Nacional. Estos elementos contribuyen a la construcción de esa identidad desde la infancia. En el caso de Gran Bretaña, esa construcción de identidad y legitimidad, lo ejerce la monarquía.
Gran Bretaña está visiblemente afectada. La muerte de la reina es un golpe directo al nacionalismo, o sea, más allá de la imagen Isabel II, es pensar que viene un momento de debilidad, porque ya no está esta figura simbólica, que ha sido la de mayor transcendencia en los últimos 70 años.
¿Cree que la imagen del rey Carlos III tenga el mismo peso que la de la reina Isabel ll?
Creo que él ha tratado de hacer su propio camino a través de sus actividades filantrópicas y de su presencia en la Mancomunidad. Sin embargo, el carisma que tenía la reina Isabel II le daba esa legitimidad que sigue pesando en el ambiente político. El rey Carlos tendrá un camino más complejo.
Creo que la monarquía entra en una fase de transición porque la reina, al estar tanto tiempo en el poder, ya era una figura consolidada, reconocida, excesivamente legítima. Entonces, es muy difícil para el rey Carlos. sobreponerse a eso y no creo que pueda mantener la misma potencia como figura.
En los pocos videos que ya han salido en estos días del rey se lo ve complicado con el cargo. No creo que vaya a tener esa figura pública que tuvo la reina. La figura de Isabel se fue construyendo, prácticamente, desde su niñez. La forma y el contexto en la que llega al trono hizo de ella una figura relevante.
En contraste, el rey Carlos tiene un pasado que ha afectado negativamente en su imagen. Además, ha tenido que enfrentarse a al recuerdo de esta figura pública de Diana Spencer, que, de alguna manera, era mucho más aceptada.
Finalmente, ¿cómo afecta al Ecuador la muerte de la reina Isabel II?
Si bien es cierto, Inglaterra es un actor importante en el mundo, nosotros estamos más vinculados a la hegemonía estadounidense, no tanto a la hegemonía británica. Entonces, no creo que se presente una afectación directa.
Puede existir un impacto político si se empieza a discutir sobre la legitimidad política, del rol del Estado en la contemporaneidad, pero más allá de eso, no creo.