¿Te has puesto a pensar en los tipos de aves que habitan en Quito? Probablemente lo primero que viene a la mente es el mirlo, con su plumaje negro intenso y su pico y patas amarillas. Tal vez también un colibrí, pequeño y veloz, con su cola brillante y metálica. Sin embargo, la ciudad y sus alrededores albergan una diversidad de aves mucho mayor de la que solemos reconocer. Con el objetivo de visibilizar esta riqueza natural y promover su conservación nace EduAlas, un proyecto de educación ambiental impulsado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
Este proyecto busca fortalecer el vínculo entre la ciencia y la comunidad. Lo hace a través del conocimiento de las aves del cerro Ilaló, que divide el valle de los Chillos y del de Tumbaco. La iniciativa se desarrolla en la Comuna Leopoldo N. Chávez, ubicada en la parroquia rural de Tumbaco.
Hablamos con Jaime Gavidia, técnico docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Ambientales de la PUCE, quien nos comentó más detalles de esta iniciativa.
¿Cómo nació EduAlas?
“Este proyecto nació a partir de una petición directa de la comunidad, preocupada por la conservación del cerro Ilaló y su biodiversidad”, comenta Jaime.
La zona enfrenta algunos riesgos como el impacto de la urbanización, la agricultura y la deforestación en los ecosistemas del Ilaló. Frente a este escenario, EduAlas se plantea como un proyecto de servicio comunitario, enmarcado en la asignatura transversal de Ecología Integral.
Esta asignatura forma parte de todas las carreras en la PUCE, promueve el cuidado de la “casa común” y el abordaje de las problemáticas socioambientales desde una perspectiva participativa e integral.
Talleres y aprendizaje compartido
EduAlas se enfoca en la educación ambiental como una práctica comunitaria. A lo largo del semestre, estudiantes de la carrera de Biología desarrollan cinco talleres dirigidos a los habitantes de la comunidad. En estos espacios se abordan temas como la importancia ecológica de las aves, la identificación de especies, la migración y su rol como indicadores de la salud ambiental.
Uno de los ejes centrales del proyecto es la ciencia ciudadana, una herramienta que permite a personas no especialistas contribuir a la investigación científica. Mediante aplicaciones móviles como iNaturalist y Merlin, los participantes aprenden a registrar aves y otros organismos, generando datos que luego pueden ser utilizados por investigadores para evaluar la biodiversidad del sector.
“La ciencia no se hace solo en los laboratorios; también se hace en el campo y junto a las comunidades”, comenta el docente.
Las aves como aliadas del ecosistema
Las aves son importantes en el ecosistema. Durante los talleres, se explica cómo algunas especies ayudan al control biológico de plagas, dispersan semillas, además su ausencia refleja cambios en el ambiente. Este conocimiento permite a la comunidad tomar decisiones más informadas sobre el manejo de cultivos, el cuidado de mascotas y la conservación de los espacios. Es decir, la comunidad se empodera como guardiana de sus terriorios.
El proyecto también destaca el reconocimiento del saber local. Los pobladores, que conviven diariamente con el entorno, aportan observaciones y conocimientos culturales valiosos que complementan la mirada académica.
Actualmente, EduAlas cuenta con la participación de ocho estudiantes y se encuentra en su primera edición. Sin embargo, el docente explica que se podría replicar y ampliar en otras zonas. Entre los registros preliminares se destacan más de 50 especies de aves reportadas en el Ilaló, así como observaciones recientes que refuerzan la importancia ecológica de la zona.
Este proyecto es una experiencia de encuentro entre academia y comunidad, que demuestra cómo la educación ambiental y la ciencia ciudadana pueden convertirse en herramientas clave para la conservación. Además, para la construcción de una relación más armónica con la naturaleza.
También te puede interesar:
PUCE llevará ciencia viva y juego a 1.800 niños con el proyecto Wawa Rana
Jambi Clown PUCE: «llevar esperanza donde todo está obscuro»