Las universidades jesuitas conforman una red mundial de instituciones educativas cimentadas en los principios de excelencia académica, servicio y justicia. Con más de 200 universidades en los cinco continentes, la red destaca por su prestigio y compromiso con la formación integral.
Las universidades destacadas
Entre las instituciones destacadas que componen esta red se encuentran:
- Boston College, en Chestnut Hill, Massachusetts, Estados Unidos.
- Universidad de Georgetown, en Washington D.C., Estados Unidos.
- Universidad de Santa Clara , en California, Estados Unidos.
- Universidad Pontificia Comillas, en Madrid, España.
- Universidad de Deusto, en Bilbo, Bizkaia, España,
- Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, Italia.
- Sophia University, en Tokio, Japón.
- Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá, Colombia.
🙌 San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, un santo diferente.#SeréisMisTestigos#SomosJesuitasEcuador#SerMásParaServirMejor pic.twitter.com/n2WnV7e068
— PUCE (@PUCE_Ecuador) April 11, 2022
La PUCE mundial
La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) también se posiciona como un emblema de la formación jesuita. Como miembro de esta red, hereda un legado de más de 470 años de excelencia académica a nivel mundial. Además, se consolida con 77 años de trayectoria, logros e innumerables aportes científicos que han beneficiado al Ecuador y al mundo.
Según el ranking QS, la PUCE figura entre las 1.000 mejores del mundo, las 100 de la región. También, lidera en reputación académica y empleabilidad en Ecuador.
Más que excelencia académica
Sin embargo, más allá de su excelencia académica, la PUCE y otras universidades jesuitas comparten una visión que trasciende la instrucción académica. La búsqueda del Magis ignaciano impulsa a estas instituciones a aspirar al máximo servicio a Dios. A su vez, a transformar el mundo en un lugar digno para todos. La educación jesuita enfatiza el crecimiento moral y espiritual, promoviendo valores como el servicio y la justicia.
La Compañía de Jesús cuenta con una gran trayectoria educativa. Su primer plan de estudios, la Ratio Studiorum, que data de 1599, está arraigado en la espiritualidad de Ignacio de Loyola.
El sacerdote Pedro Arrupe S.J., resumió el propósito esencial de la educación jesuita al afirmar:
“Formamos hombres y mujeres para otros, hombres y mujeres que no vivirán para sí mismos, sino para Dios y su Cristo… Hombres y mujeres que ni siquiera puedan concebir un amor a Dios que no incluya el amor al más pequeño de sus vecinos. Hombres y mujeres convencidos de que el amor a Dios que no emite justicia para los demás es una farsa”, expresó el sacerdote Arrupe.
Estas características de identidad guían las acciones y aspiraciones de la comunidad PUCE, para formar profesionales comprometidos con la educación integral y trascendente.
Un mismo sentir en ser más para servir mejor
De esta forma, la PUCE no solo innova y se transforma. También deja una huella imborrable en el camino al formar seres humanos íntegros.
Los alumnos y graduados de la PUCE llevan consigo el lema: “Ser más para servir mejor”. Así, buscan ser agentes de cambio y servicio en sus comunidades, encarnando los principios fundamentales de la educación jesuita.
La PUCE amplía su visión de la educación superior al ser parte de esta red mundial de universidades jesuitas. Igualmente, abraza la diversidad cultural y el intercambio de conocimientos en un contexto globalizado. Mientras tanto, avanza en su misión de formar líderes éticos y ciudadanos comprometidos con la construcción de un mundo más humano.
“Nuestro primer objetivo en la enseñanza debe ser formar hombres y mujeres para los otros; que quieran vivir no para sí mismos sino para Dios” expresó el sacerdote Peter Hans Kolvenbach S.J.
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