Elibeth, de 30 años, lleva cuatro de ellos en Ecuador, con sus dos hijos. Retiró su prórroga.
Los hijos, de 9 y 3 años, de Elibeth Villalobos jugaban entre las sillas ubicadas en el Coliseo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), el jueves 9 de junio. Hace cuatro años llegaron provenientes de Maracaibo, en Venezuela. Ella y miles de ciudadanos de ese país deben retirar 7.800 pasaportes y prórrogas, que se entregan en la PUCE.
Hasta el próximo martes 14, a pedido del Servicio Jesuita a Refugiados, en el Coliseo de la PUCE, campus Matriz, se entregarán pasaportes y prórrogas a los ciudadanos venezolanos. La atención al público es de 08:00 a 13:00 (inclusive el fin de semana).
El Servicio Jesuita a Refugiados solicitó el apoyo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). La universidad, fiel a su espíritu humanista, aceptó el pedido. El Consulado de la República Bolivariana de Venezuela necesitaba un espacio cubierto y cómodo, para entregar los documentos a los ciudadanos y las instalaciones de la universidad cumplen con estas características. Por eso en la PUCE se entregan 7.800 pasaportes y prórrogas.
La cifra
El Consulado, a través de sus canales de información, se encargó de comunicar oportunamente a los ciudadanos venezolanos que deben retirar sus documentos en la PUCE.
El jefe de la Misión de Venezuela, cónsul Pedro Sassone García, agradeció la apertura de la PUCE. Detalló que en estos seis días se planea entregar los documentos correspondientes a la nueva valija, que llegó con 6.610 nuevos pasaportes y 1.190 prórrogas.
Elibeth, de 30 años, se sentía agradecida porque no pudo reunir los USD 80, para costear la prórroga. Ese dinero lo pagó el Servicio Jesuita a Refugiados. La mujer y sus hijos habitan en una residencia, que ella limpia a cambio de USD 200 mensuales. Además de una rebaja considerable en el pago de arriendo. «Puede parecerles muy poco, pero es lo que pueden pagarme. Me permiten traer a mis hijos al trabajo, ya que no tengo en donde dejarlos».
Vigencia del documento
Diana Portilla, técnica de medios de vida en el SJE, explicó que apoyan a los ciudadanos venezolanos, a través de su asesora legal. Seleccionan a personas de escasos recursos y les ayudan con USD 80, sin los que no podrían pagar por el documento.
Los ciudadanos venezolanos con pasaportes a punto de caducar, requieren una prórroga, ya que no se encuentran en Venezuela. Ese documento les sirve para mantenerse de forma regular en el extranjero, sin problemas, durante dos años. Y puede ser renovado otros dos. Es decir funciona por cuatro años en total.
Cuando un ciudadano venezolano no consigue esa prórroga permanece en situación irregular, no puede acceder a visa. Para la población en contexto de movilidad humana esa es una situación muy compleja, explicó Diana Portilla, del Servicio Jesuita a Refugiados. Por eso es importante que en la PUCE se entreguen 7.800 pasaportes y prórrogas.