Hay noticias que cambian la vida en un instante. «Tienes cáncer» son dos palabras que resuenan con una fuerza implacable, desmoronando planes, certezas y muchas veces, la propia identidad. En el torbellino de emociones, ¿cómo seguir adelante? ¿Cómo enfrentar el miedo, la incertidumbre y el dolor? Ante estas dudas la psicooncología emerge como un faro, ofreciendo acompañamiento, contención y herramientas para resignificar la enfermedad. No solo brinda apoyo al paciente, sino también a su familia y al equipo de atención, ayudando a transitar el proceso con dignidad y fortaleza.
El impacto del cáncer en la salud mental
Las cifras son contundentes: en 2022, se registraron 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9,7 millones de muertes. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que 1 de cada 5 personas enfrentará esta enfermedad en algún momento de su vida, y que aproximadamente 1 de cada 9 hombres y 1 de cada 12 mujeres fallecerá a causa de ella.
Pero más allá del impacto físico, el cáncer también deja una profunda huella emocional. Un estudio reciente publicado en la revista Cáncer revela que el trastorno de estrés postraumático afecta a uno de cada cinco pacientes en los seis meses siguientes al diagnóstico. La salud mental se convierte, entonces, en un pilar fundamental dentro del tratamiento oncológico, y la psicooncología en una aliada indispensable para afrontar el desafío con resiliencia y esperanza.
Sobre la Psicooncología
La Mtr. Jenny Rivadeneira, coordinadora de la Maestría de Psicooncología de la Facultad de Salud y Bienestar de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), nos ayuda a comprender la importancia de esta disciplina, aún incipiente en el país.
«La psicooncología es una especialidad de la psicología que busca acompañar a las personas con diagnósticos oncológicos en todas las etapas de la enfermedad y en diferentes edades. No hablamos solo de pacientes, sino de personas que, aunque atraviesan un tratamiento, siguen siendo madres, padres, niños, adolescentes, trabajadores«, explica Jenny.
Según la docente, esta especialidad, con más de 70 años en países desarrollados, fue reconocida en Ecuador como una rama profesional de la psicología recién en 2022. Su objetivo es mitigar el impacto emocional del cáncer y fomentar la adhesión al tratamiento, pero también abordar las múltiples pérdidas que trae consigo la enfermedad: pérdida físicas, de autonomía , de roles familiares y sociales.
«El cáncer afecta a la identidad de la persona, y la psicooncología está ahí para recordarles que siguen siendo mucho más que el diagnóstico«, agrega Jenny.
La importancia de derivar estos casos a un psicooncólogo
A pesar de que la salud mental es cada vez más valorada, muchos pacientes oncológicos aún son derivados a psicólogos, lo que no siempre es la mejor opción.
«Un psicólogo clínico puede acompañar, pero no tiene el conocimiento específico sobre las etapas del cáncer, los efectos de los tratamientos, las necesidades emocionales de cada fase», aclara Jenny. «El psicooncólogo está especializado en esta intersección entre la salud mental y la enfermedad física».
El impacto psicológico del cáncer
Recibir un diagnóstico de cáncer es un golpe emocional devastador. «Lo que pasa por la mente de una persona varía según la edad, la etapa de la enfermedad y la red de apoyo que tenga«, señala la experta. Un niño puede no ser consciente de la enfermedad, pero percibir el sufrimiento de sus padres. Un adolescente enfrenta el duelo de perder su rutina escolar y sus amigos. Un adulto con hijos pequeños se angustia por su futuro. Una persona mayor, en cambio, puede aceptar la enfermedad de manera distinta.
Las respuestas emocionales van desde la ansiedad y la depresión hasta el miedo y la ideación suicida. «Muchas personas asocian el cáncer con la muerte, cuando hoy en día hay múltiples tratamientos. Parte del trabajo del psicooncólogo es ayudar a resignificar la enfermedad, a manejar el dolor, a vivir con dignidad cada etapa«, enfatiza.
La familia como red de apoyo
El acompañamiento no es solo para el paciente. La familia también necesita apoyo. «A veces, los cuidadores se desgastan emocionalmente. Sin orientación las relaciones pueden fracturarse «, explica Jenny. También es crucial el trabajo con el equipo de salud. «Médicos, enfermeros, personal de apoyo, personal de limpieza en hospitales, todos lidian con el sufrimiento y la muerte a diario. Si no tienen herramientas para manejarlo, la calidad de atención se resiente y la salud mental del equipo también se afecta».

El buen morir: un tema necesario
Uno de los aspectos menos abordados en nuestra cultura es la muerte. «No hablamos de ello, lo vemos como algo terrible, cuando en realidad es la única certeza de la vida«, reflexiona la docente. La psicooncología, en conjunto con los cuidados paliativos y la tanatología, trabaja para que las personas puedan despedirse en paz. «El buen morir significa respetar los deseos de la persona, permitirle cerrar procesos, reconciliarse con su historia, decir adiós sin remordimiento y sin culpas».
Formación de excelencia en la PUCE
En Ecuador, solo dos universidades ofrecen la Maestría en Psicooncología, y la PUCE es una de ellas. «Nuestro programa no solo ofrece una formación académica rigurosa, sino que está alineado con una visión humanista, de respeto a la integralidad del ser humano y al servicio a los demás«, destaca Jenny.
Además, cuenta con docentes nacionales e internacionales de amplia trayectoria, una mirada interdisciplinaria que integra lo biológico, psicológico y social y espacios de internacionalización en países con más experiencia en el campo. «Formamos profesionales capaces de acompañar con sensibilidad y rigor a quienes enfrentan el cáncer, brindando herramientas para aliviar el sufrimiento y dignificar cada etapa del proceso», concluye.
En un país donde la psicooncología apenas comienza a abrirse camino, contar con especialistas capacitados puede marcar la diferencia entre transitar la enfermedad en soledad o con un apoyo integral que alivie la carga. La PUCE apuesta por esta transformación, porque el cáncer no solo se trata con fármacos, sino también con comprensión, escucha y humanidad.
Te puede interesar:
Cáncer en Ecuador: pacientes esperan hasta cinco meses por un diagnóstico
Esta lectura me hizo reflexionar sobre lo importante que es cuidar la salud mental en los procesos oncológicos. No basta con tratar la enfermedad física, también es fundamental acompañar emocionalmente al paciente y su entorno. Me parece valioso que exista una especialidad como la psicooncología y que en Ecuador se esté empezando a formar profesionales en esta área.
Desde mi perspectiva el tema de la psicooncologia es muy necesario pues no solo mejora la recepción y tratamiento de enfermedades oncologicas sino que también mejoran la calidad de vida de las personas que rodean al paciente.
Leer sobre la psicooncología me hizo reflexionar en lo poco que se habla del impacto emocional del cáncer por eso me parece importante este artículo muestra cómo no se trata solo de curar el cuerpo sino de cuidar también lo emocional, lo familiar y lo humano. Me parece valioso que se reconozca esta necesidad en el país y que existan espacios de formación para abordarla con sensibilidad y preparación.
Este artículo me recuerda por qué elegí esta carrera. La psicooncología nos muestra lo valioso que es acompañar desde la escucha, la empatía y el cuidado emocional en momentos tan duros como un diagnóstico de cáncer. Gracias por visibilizar estas realidades que muchas veces se viven en silencio. Humanizar la salud es también una forma de sanar.
El artículo resalta con gran claridad la vital importancia de la psicooncología, una disciplina crucial que va más allá del tratamiento físico del cáncer. Subraya cómo el apoyo psicológico es fundamental para pacientes, familias y personal médico, ayudándolos a afrontar el impacto emocional de la enfermedad. La PUCE, al ofrecer esta maestría, demuestra su compromiso humanista con la formación de profesionales capaces de brindar un acompañamiento integral y dignificar cada etapa del proceso oncológico en Ecuador. Es un llamado a reconocer que en la lucha contra el cáncer, la salud mental no es un extra, sino un pilar indispensable.
Tener una atención más profunda y puntual sobre lo que el cáncer significa en la vida de las personas que la padecen y en las familias que están al cuidado del paciente, es necesario para poder intervenir de manera profesional como psicólogos, especializarse en esta rama oncologica ayudará a tener un mejor conocimiento sobre los efectos del cáncer en la salud mental.
Es fundamental entender que el cáncer no solo afecta físicamente, sino que también impacta la mente, la identidad y las relaciones personales. Por esta razón la psicooncología nace como un recurso esencial para ayudar a reinterpretar la experiencia de la enfermedad y brindar acompañamiento humano en cada fase del proceso, aunque en Ecuador esta especialidad aún está en desarrollo, su influencia resulta significativa y transformadora.
Resulta de gran importancia el tema de la psicooncología más cuando los casos de cáncer están proliferandose más que en épocas anteriores. Resulta también vital el comprender la importancia de las condiciones que pueden modificarse después de un diagnóstico de cáncer en la familia, sean económicas, relacionales, entre otras, que afecten tanto al paciente como a todos quienes conforman su círculo social; el tema del buen morir se procura también acompañar los duelos anticipados en la familia y la persona para poder gestionar de mejor manera el proceso de la enfermedad.
En estos casos, es fundamental contar con una red de apoyo, como la familia o los amigos, para acompañar al paciente al recibir este tipo de noticias. Además, la familia también debe recibir apoyo psicológico, ya que atraviesan un proceso emocional difícil. Es importante, abordar el tema del “buen morir”, con el fin de que los cuidadores comprendan que los cuidados brindados al paciente buscan garantizarle una calidad de vida digna y permitirle despedirse en paz.
La Psico-oncología es una especialidad muy importante; ya que, aborda temas muy delicados (muerte, cáncer, duelos). Además, sirve para acompañar, resignificar y comprender la situación que vive el paciente y sus alrededores (familiares, amigos, etc) brindándoles herramientas, psicoeducación de las circunstancias y armando redes de apoyo. Un trabajo interdisciplinario es fundamental para sacarle el máximo partido a la psico-oncología porque los psico-oncólogos acompañarán en el ámbito psicológico y los médicos, enfermeros, etc asistirán en las complicaciones médicas.
En la psicooncología muchas veces se nos olvida que no solo afecta físicamente sino también emocionalmente, es por eso que el acompañamiento psicológico debe verse como un aspecto secundario para que pueda tener una mejor adherencia al tratamiento y a la calidad de vida del paciente y de los familiares ya que muchas veces el olvidamos que la enfermedad afecta a toda la familia en sus roles, dinámica y el desgaste emocional que conlleva, ya que acompañar de manera integral es clave.
El brindar un espacio de escucha y acompañamiento emocional, puedes abordar diferentes temas que dificilmente la persona va querer hablar fuera de un espacio terapéutico y encontrar una especialización terapéutica que trate la intersección de la enfermedad mental y la fisica es de suma importancia.
Después de leer este texto puedo comprender lo importante que es el apoyo emocional hacia las personas dentro de un proceso tan duro como tener cáncer. La vivencia de esta enfermedad no solo se trata de tratamientos médicos, hospital o espera de resultados, sino también de cómo nos sentimos, cómo enfrentamos el diagnóstico y todo lo que implica que alguien cercano o uno mismo tenga la enfermedad. La psicooncología me pareció una herramienta muy valiosa para acompañar tanto a los pacientes como a sus familias y me parece sorprendente que en Ecuador es reconocida desde hace muy poco, cuando claramente es tan necesaria como las terapias médicas. A veces, una buena contención puede cambiar por completo la manera de vivir la enfermedad para todos los involucrados, por lo que creo que es mejor dar más visibilidad a esta técnica.
La psicooncología es una especialidad de la psicología que acompaña a las personas que padecen cáncer, así como a sus familiares y al entorno que las rodea. Su objetivo es brindar apoyo ante las pérdidas físicas, emocionales y sociales que provoca la enfermedad.
Un psicooncólogo comprende las distintas fases del cáncer, los tratamientos y las necesidades emocionales que surgen en cada etapa del proceso. Además, ayuda a resignificar la enfermedad y a aceptar la muerte como parte natural de la vida.
Este acompañamiento no se basa únicamente en tratamientos médicos, sino también en la escucha, la contención y el apoyo emocional, ofreciendo así una atención más humana e integral.
Resulta de gran importancia la Psicooncología y este tipo de espacios en un contexto donde el cáncer está tan presente. Muchas veces no se toma en cuenta como esta enfermedad no solo afecta lo físico. Sino que tiene gran impacto emocional por todos los cambios que conlleva para la persona con cáncer y para quienes lo rodean.
El cáncer es una enfermedad que en algunos casos puede ser terminal, por esa razón es que afecta de una forma negativa a quien la padece, la psicooncología es una rama de la psicología que busca acompañar al paciente durante este proceso.
Personalmente siento que esta especialidad es muy importante, ya que, gracias a esta el paciente y la familia pueden tener un acompañamiento integral a lo largo del proceso.
Es una gran ayuda para quien recibe la noticia de esta enfermedad, puesto que, esta especialidad de la psicooncología le puede llegar a aportar tranquilidad, motivación y dignidad al momento de empezar el tratamiento.
Personalmente siento que esta especialidad debería existir en otros países, para que desde cualquier parte del mundo el cáncer pueda no solo tener un tratamiento farmacológico si no también un tratamiento relacionado a la salud mental.
El trabajo de psicooncología es fundamental y tiene un gran impacto sobre todo por su visión de salud mental – enfermedad física. Pues no es solamente el ayudar a comprender, aceptar y tratar los problemas emocionales. Es importante el desarollo de un circulo familiar y social donde se apoye de manera continua y sobre todo el poder «atar» o concluir con las metas, deseos, sueños y problemas que existen paa que el paciente pueda descansar
Este artículo para mi fue sensible y necesario ya que la psicooncología, al reconocer que el cáncer no solo afecta el cuerpo sino también el ánimo y las relaciones, brinda herramientas valiosas para resignificar la enfermedad. Es alentador saber que en Ecuador existen programas académicos comprometidos con una formación humanista y multidisciplinaria. Ojalá cada vez más pacientes y familias encuentren en esta disciplina el apoyo emocional que necesitan.
Este texto muestra lo importante que es cuidar la salud mental cuando una persona enfrenta un diagnóstico de cáncer. No se trata solo de tratar el cuerpo, sino también las emociones, los miedos y las pérdidas que vienen con la enfermedad. La psicooncología ofrece apoyo no solo al paciente, sino también a su familia y al personal médico, ayudando a sobrellevar el proceso con más fuerza y humanidad. En un país como Ecuador, donde esta especialidad aún está comenzando, es clave formar profesionales preparados. Desde mi punto de vista, no se puede hablar de un tratamiento completo del cáncer si no se incluye el cuidado emocional. Hacerlo solo con medicinas es dejar de lado una parte esencial del bienestar.
La psicooncología es clave en el tratamiento del cáncer, ya que aborda el impacto emocional de la enfermedad con sensibilidad y profesionalismo. Acompaña al paciente y su entorno en cada etapa, promoviendo la resiliencia y el bienestar. En Ecuador, su crecimiento representa un avance hacia una atención más integral. Humanizar el proceso es tan importante como tratar la enfermedad.
Este texto me deja una reflexión muy clara: el cáncer no solo afecta el cuerpo, también sacude profundamente la vida emocional, familiar y social de quien lo enfrenta. La psicooncología, como lo plantea la PUCE, no es solo un acompañamiento psicológico, es un acto de humanidad. Me hace pensar en cuántas personas transitan esta enfermedad sin ese apoyo integral, y en lo urgente que es formar profesionales capaces de aliviar no solo el dolor físico, sino también el sufrimiento emocional.
La psicooncología emerge como un pilar esencial en el abordaje integral del cáncer, al reconocer que esta enfermedad no solo impacta el cuerpo, sino también la identidad y la salud mental del paciente. Su intervención especializada permite resignificar el diagnóstico, acompañar las pérdidas y fortalecer tanto al paciente como a su entorno. En Ecuador, aún es una disciplina emergente, pero con gran potencial transformador. Iniciativas como la de la PUCE son clave para humanizar la atención oncológica.
Este texto visibiliza de forma clara y conmovedora la importancia de la psicooncología como parte fundamental en el tratamiento del cáncer. Más allá de lo físico, aborda el impacto emocional profundo que implica el diagnóstico, tanto para el paciente como para su entorno. Destaca el valor del acompañamiento especializado, la necesidad de formar profesionales capacitados y la urgencia de humanizar el proceso oncológico desde una mirada integral y compasiva.