Guamote es uno de los cantones con mayor pobreza del país. A través del proyecto Tejiendo mi faja, haciendo redes, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes de ese cantón.
El proyecto Tejiendo mi faja, haciendo redes nació de una iniciativa de la obra jesuita Fe y Alegría, que incentiva la producción de textiles como fajas, mascarillas, camisas, etc., en los centros educativos que dirige en la zona. La PUCE espera mejorar la economía y fortalecer el sentido de pertenencia de los residentes de Guamote.
“Nuestro objetivo es rescatar las tradiciones culturales indígenas, así como ayudarles a comercializar sus productos usando la tecnología”, comenta el ingeniero Francisco Rodríguez de la Facultad de Ingeniería de la PUCE.
Tejiendo mi faja, haciendo redes: un proyecto de Aprendizaje – Servicio interfacultades
Para desarrollar esta iniciativa, se unieron las facultades de Ingeniería y de Ciencias de la Educación, que gracias la metodología Aprendizaje – Servicio, esperan rescatar los valores indígenas a través de la educación y el entendimiento de su cultura, así como, crear un sitio web para la comercialización de los productos que genere la comunidad.
“Los estudiantes de la facultad de Ciencias de la Educación, especialmente de la asignatura de Socioantropología de la educación, además de colaborar con los habitantes de Guamote para afianzar su identidad, tienen la oportunidad de reconocerse y saber quiénes son, qué tienen y qué representan como personas”, comenta el doctor Querubín Flores, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la PUCE.
Dentro de Tejiendo mi faja, haciendo redes, también se dará capacitación sobre otros problemas que afectan a la comunidad como la violencia de género. El proyecto, que terminará en diciembre, tiene contemplado promover un espacio de difusión y mercadeo en redes sociales como Tik Tok, para conseguir auspiciantes.
La iniciativa Aprendizaje – Servicio
Esta iniciativa es parte de la metodología experiencial Aprendizaje – Servicio que la PUCE está en proceso de institucionalizar. Su objetivo es el interaprendizaje comunidad – estudiante partiendo de problemáticas reales.
Con Aprendizaje – Servicio, las asignaturas presentan proyectos en los que sus estudiantes pueden poner en práctica sus conocimientos a través del servicio comunitario.
“Hemos abierto esta propuesta académica de aprendizaje y servicio dentro de la universidad. Desde cada cátedra, se aplica esta metodología de aprendizaje a través de proyecto sociales”, explica el máster Carlos Corrales, director de Innovación Educativa.
Hasta el momento se han presentado seis proyectos que son financiados con fondos externos. Para el 2022, se tienen destinados 16 mil euros donados por el programa internacional Uniservitate. Los proyectos de este año son de tecnología, educación, arquitectura, salud y comunicación.
“Con este programa, pretendemos que tanto el estudiante como la comunidad tengan una ganancia. Esperamos lograr reflexiones y aprendizajes en el territorio ligados a las carreras”, finaliza el máster Corrales.
Así, la PUCE trabaja constantemente en el marco del lema ignaciano: ser más, para servir mejor, que hoy toma forma en la docencia y vivencia universitaria.
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