Parecerían lombrices gigantes o unas serpientes pequeñas, sus cuerpos húmedos se deslizan en el fango de un bosque lluvioso del Chocó ecuatoriano. Se trata de dos nuevas especies de cecilia, recientemente descubiertas en el país en noviembre de 2024.
El estudio fue liderado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Fundación Jocotoco, la Reserva Tesoro Escondido, la Universidad de las Américas e instituciones de Alemania y Reino Unido.
Las enigmáticas cecilias
Las cecilias son anfibios como las salamandras y las ranitas. Sin embargo, no son tan conocidas ni tan apreciadas por su aspecto. Las cecilias representan solo el 3 % de los anfibios conocidos en el mundo. En la actualidad, existen solamente 222 especies descritas, apenas 14 o 15 se encuentran en Ecuador.
Esta especie enigmática y poco estudiada tiene un cuerpo alargado y no tienen patitas. Estas características les facilitan moverse en el fango. Gran parte del tiempo permanecen bajo la tierra, en la oscuridad.
«Las cecilias son depredadores de animales subterráneos como lombrices e insectos. Por sus hábitos subterráneos, tienen los mismos efectos positivos que las lombrices: mejoran la porosidad del suelo, facilitando la infiltración de agua y evitando la compactación». Comentó así el investigador de la PUCE, PhD. Santiago Ron.
Los investigadores analizaron sus cuerpos, huesos y material genético para confirmar que se trataba de especies diferentes a las ya conocidas. La identificación de nuevas especies es compleja pues las cecilias tienen un aspecto muy similar. Por ello, se realizó una comparación con las especies encontradas en los Andes ecuatorianos y colombianos.
Los tesoros descubiertos
El descubrimiento de nuevas especies de cecilias no ocurría desde hace 50 años. El estudio fue publicado el 15 de noviembre en Salamandra, una revista alemana especializada en herpetología.
La primera especie se llama Caecilia tesoro, en honor a la reserva Tesoro Escondido, en la provincia de Esmeraldas. El Chocó es una zona megadiversa, pero está amenazada por la deforestación y las actividades agrícolas.
La coloración de la Caecilia tesoro es inusual entre las cecilias, tiene un tono amarillo crema con rayas oscuras. Sin embargo, otro ejemplar de la misma especie presentó un tono gris más uniforme. Estos cambios de color podrían estar ligados a diferencias de edad o sexo, según el estudio.
La Caecilia truncata, la segunda especie descubierta, también fue encontrada en Esmeraldas. Estos especímenes son endémicos del Ecuador, pero es posible que también habiten en zonas similares de la región.
Un llamado a la conservación
Aún no existen datos suficientes sobre el estado de conservación de las Caecilia tesoro y Caecilia truncata. No obstante, es indispensable buscar acciones para proteger su entorno.
Este esfuerzo internacional de diversos científicos resalta la importancia de la colaboración en la ciencia. Además, los descubrimientos permiten promover acciones para la preservación de estos ecosistemas megadiversos en Ecuador y el mundo.
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