El envejecimiento es un proceso natural de la vida, pero, a menudo, está acompañado de desafíos para la salud mental como la depresión. Esta es una de las enfermedades más comunes en los adultos mayores. Puede afectar su bienestar y calidad de vida. ¿Cuáles son las causas de la depresión? ¿Qué factores se asocian con la depresión en la tercera edad?

Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) estudió este tema. Gracias a ello, se revelaron nuevos hallazgos sobre los riesgos asociados a la depresión en adultos mayores ecuatorianos.

Este estudio descriptivo se tituló Abuse and other factors related to depression in older Ecuadorian adults y se publicó en junio de 2024. Se basó en datos de la Encuesta de Salud, Bienestar y Envejecimiento SABE de Ecuador. Participaron 5.235 adultos mayores con una edad media de 72 años, el 55% fueron mujeres.

La doctora Brenda Pillajo Sánchez integra el grupo docente del posgrado de Geriatría y fue una de las principales investigadoras del  estudio en que también participaron el doctor Marcos Serraño-Dueñas, la doctora Juanita Moncayo y el doctor Diego Mendoza. La doctora Pillajo explica los factores de riesgos encontrados.

Se observó que los adultos mayores de 80 años tienen un mayor riesgo de sufrir depresión. La doctora Brenda señala que puede deberse a la carga de enfermedades, la jubilación y la pérdida de seres queridos. Esto contribuye a experimentar sentimientos de soledad y disminución del bienestar.

Los adultos mayores que perciben su salud como mala tienen una mayor probabilidad de sufrir depresión.

Esto se relaciona con problemas de Salud física. Las enfermedades crónicas, el dolor constante y las limitaciones físicas pueden afectar negativamente el estado de ánimo y la calidad de vida de una persona mayor, contribuyendo a la aparición de la depresión.

Además, cuando los adultos mayores tienen una visión pesimista de su salud y bienestar, pueden sentirse desanimados.

“Esta percepción negativa puede estar influenciada por la pérdida de independencia y el aislamiento social. También, por la disminución de la capacidad para realizar actividades cotidianas”, agregó la doctora Brenda.

El deterioro en la memoria y otras funciones cognitivas también se asocian con un mayor riesgo de depresión.

La sensación de soledad es otro factor significativo. Las interacciones con otras personas proporcionan apoyo emocional, estimulación mental y una sensación de pertenencia. Cuando una persona mayor vive o se siente sola, pierde estas fuentes de apoyo. Estas circunstancian conducen eventualmente a sentimientos de tristeza y aislamiento.

La soledad también puede relacionarse con el abuso y la negligencia. Las personas mayores que viven solas pueden ser más vulnerables al abuso emocional, físico o financiero. La falta de interacción regular con otros puede dificultar la detección de estos problemas y la obtención de ayuda.

Entonces, ¿qué hacer? La investigación subraya la relevancia del apoyo social y la interacción con personas de la misma edad. La doctora Brenda enfatiza en la importancia de que los adultos mayores mantengan relaciones sociales significativas para mejorar su salud mental. Esto, además de los tratamientos convencionales como antidepresivos y terapia psicológica.

Entre las recomendaciones para un envejecimiento saludable se encuentran:

El cuidado personal

La doctora Brenda recomienda adoptar hábitos saludables en cualquier etapa de la vida para un envejecimiento saludable. Esto incluye ejercicio regular, una dieta equilibrada, una buena calidad de sueño. A su vez, subraya la importancia del contacto con la naturaleza. Incluso aquellos que empiezan a practicar estos hábitos en la adultez pueden mejorar significativamente su salud y bienestar en la vejez.

Rol de la familia

El papel de la familia es vital en el cuidado de los adultos mayores. Se aconseja realizar ejercicio físico y actividad motriz, especialmente, si tienen limitaciones de movilidad. También, es esencial preparar a los adultos mayores para la soledad, guiándoles a buscar formas de reencontrarse consigo mismos y mantenerse activos socialmente.

«Es importante reconocer que muchos síntomas que presentan los adultos mayores no son parte normal del envejecimiento. Cualquier signo de tristeza, aislamiento, ansiedad, problemas de sueño o quejas de memoria deben ser atendidos por un especialista en geriatría. Así se ofrecerá una ayuda oportuna», concluyó la experta.

Esta investigación de la PUCE no solo destaca los factores de riesgo de depresión en los adultos mayores ecuatorianos. También, resalta la importancia de un enfoque integral y preventivo en el cuidado de la salud mental en esta población.

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