“En mis tiempos los asuntos patrios eran sagrados. Si la conmemoración caía un martes, se respetaba ese el día. Las casas se vestían con la bandera de Ecuador. Los padres llevaban a sus hijos a desfiles, museos y presentaciones. Recorríamos el centro histórico de Quito con profundo respeto y amor por la patria”. Esas son las palabras de mi abuelito. Las menciona cada vez que llegan fechas importantes, como, por ejemplo, la Batalla de Pichincha.
Para mí, estas solo son historias. Aunque, no lo niego, me gustaría haber iniciado esta nota contando mi experiencia con los eventos patrióticos. Sin embargo, no recuerdo ninguno. Al menos no de la forma en la que me cuentan.
La Real Academia Española (RAE) define al patriota como “la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien”. ¿Será que los jóvenes enfrentamos una pérdida de patriotismo y amor nacional?
En busca de la respuesta
El Mtr. Wladimir Sierra, subdecano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) afirma que todo esto radica en la transformación de la sociedad.
“Hasta mediados del siglo XX, estas fechas patrias coleccionaban simbólicamente la diversidad política. Además, afirmaban la ecuatorianidad a través de hitos heroicos, creando un vínculo entre generaciones. No obstante, las cosas han cambiado, pero no quiere decir que el patriotismo se ha perdido. Simplemente, han surgido pequeñas historias, llamadas microrrelatos que vemos en los medios de comunicación. Estos sirven como formas de entender nuestra identidad y pertenencia actual”, dijo el Mtr. Sierra.
Una nueva generación
Los microrrelatos se relacionan con cosas simbólicas específicas. Por ejemplo, hay jóvenes que se preocupan mucho por los derechos de los animales, el medio ambiente o la seguridad de grupos excluidos. Para ellos, estas preocupaciones se vuelven más importantes que las tradicionales historias heroicas de patriotismo.
“Estas causas reflejan valores profundos de cuidado, responsabilidad y justicia hacia el entorno natural y los seres vivos. Los jóvenes que se identifican con estas luchas pueden sentir que están contribuyendo a un mundo mejor y más equitativo. Así, refuerzan su sentido de pertenencia y conexión no solo con su patria, sino con el mundo”, agregó el experto PUCE.
Globalización
Otro factor que cambió la perspectiva sobre cómo vivir el patriotismo es la globalización. En esta era, los jóvenes están más expuestos a culturas y perspectivas internacionales.
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“Las tecnologías y las redes sociales hacen que los jóvenes sientan una mayor conexión con cuestiones globales”, comentó el docente.
Otras formas de patriotismo
Por otro lado, la influencia de figuras contemporáneas, como atletas exitosos o artistas destacados, despiertan un sentido de orgullo y amor a la patria en los jóvenes.
Un ejemplo claro es Richard Carapaz. Este ecuatoriano obtuvo una medalla de oro en los Juegos Olímpicos en 2021. Según el experto, este reconocimiento hizo sentir a más de uno orgulloso de su país.
“Las figuras como Carapaz encarnan valores y cualidades que resuenan en las personas. Los deportes, como el fútbol, pueden generar un amor a la patria basado en la admiración, la inspiración y la identificación. Al compartir estas emociones con otros compatriotas, se refuerza el sentido de pertenencia a la nación”, comentó el subdecano de la Ciencias Humanas.
¡Richard CARAPAZ es de oro! 🇪🇨🥇
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Una nueva perspectiva de patria
Puede parecer que los jóvenes hemos perdido el interés en las formas tradicionales de patriotismo. Sin embargo, es importante reconocer que la expresión de este sentimiento evoluciona con el tiempo, se adapta a las circunstancias actuales.
No hay futuro sin pasado
Entonces, ¿está bien olvidar la historia? Pues no. Es esencial mantener un vínculo con las historias pasadas de lucha y liberación. Esto es fundamental para la identidad y el sentido de pertenencia de un país.
“Es esencial repensar la manera en que se conmemoran estas fechas patrias. Es momento de reformular los relatos históricos para hacerlos más atractivos y relevantes para las generaciones contemporáneas”, finalizó el Mtr. Wladimir Sierra.
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