En Ecuador, solo uno de cada 10 hombres utiliza condón según la Organización Mundial de Salud. Este es uno de los principales métodos para evitar la proliferación de infecciones de transmisión sexual (ITS). El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó sobre el incremento de las ITS en los últimos años en el Ecuador, principalmente, en el Oriente.
El incremento de estas enfermedades no es únicamente un problema de salud pública, también involucra factores estructurales sociales, culturales y económicos. Por ello, el Estado presentó el Plan Estratégico Nacional Multisectorial para la respuesta al VIH/ sida-ITS y hepatitis virales 2023-2025. La idea central es reducir la incidencia de estas enfermedades.
Hablamos con expertas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) sobre esta problemática. La Mgtr. Michelle Báez Aristizábal, politóloga y docente en la Facultad de Ciencias Humanas, explica algunos de los factores para analizar. Mientras tanto, la Dra. Mónica García, docente de la Facultad de Medicina, comparte la perspectiva médica.
“Las ITS constituyen una de las principales patologías que impactan en la calidad de vida y la fertilidad de la población. Además, estas infecciones pueden afectar tanto a los órganos sexuales como a otros sistemas del cuerpo. Entre ellas se encuentran las infecciones por virus del papiloma humano, herpes, clamidia, gonorrea, sífilis y VIH”, comenta Mónica.
Aumento de las ITS en Ecuador
El incremento en la incidencia de ITS se da a nivel nacional según los datos del MSP. La institución además indica que la cifra ha aumentado a partir de la pandemia del COVID-19.
Por ejemplo, la incidencia del VIH en Ecuador continúa mostrando patrones alarmantes, alcanzando una tasa de 0,29 casos por cada 1.000 habitantes en 2022. Este aumento de casos también varía significativamente entre provincias. Napo lidera la lista con una incidencia de 0,67; seguida de Esmeraldas con 0,41; Santo Domingo de los Tsáchilas con 0,40 ; Guayas con 0,37, Morona Santiago con 0,34 y Pichincha 0,34 cada una.
El incremento en Napo, Morona Santiago y Zamora respecto a años anteriores es preocupante. Las expertas indican que existen factores geográficos, sociales y económicos que limitan el acceso a servicios de salud de calidad.
“La geografía de la región amazónica, con ríos, selvas y montañas, hace que muchas comunidades estén aisladas y sea difícil de acceder. Las carreteras a menudo están en mal estado, dificultando el transporte de pacientes y personal médico a centros de salud”, explica Mónica.
Se suma una mayor incidencia de proyectos extractivistas legales o ilegales que traen la naturalización de prácticas riesgosas, como la prostitución.
«Los trabajadores, al llegar a estas zonas con horarios arduos y una vida social limitada, como desfogue, recurren a prácticas como la compra de servicios sexuales. La combinación de falta de educación sexual y las relaciones sexuales sin protección incrementa considerablemente el riesgo de transmisión de ITS”, comenta Michelle.
🔥#Ecuador se enfrenta a un grave reto en la lucha contra el VIH, según un informe de Diario El Comercio. Cada día se registran en promedio 14 nuevos casos, lo que suma más de cinco mil diagnósticos anuales en 2022 y 2023, cifras que son similares a las observadas entre 2009 y… pic.twitter.com/oMHZnmWAqX
— 106.5 FM Radio Fuego (@FMRadioFuego) October 28, 2024
Población en riesgo
El mayor número de casos se registran entre mujeres trans, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y trabajadoras sexuales.
“La población LGBTI se puede considerar más vulnerable debido a la práctica de relaciones sexuales de riesgo. Por ejemplo, las relaciones anales, que, en el caso de relaciones hombre-hombre, se da a través de la mucosa anal. Además, el semen puede contener mayor carga viral de virus como el VIH, incrementando la probabilidad de transmisión en cada acto sexual” dice Mónica.
Sociedad conservadora e hipersexualizada
Entre los factores sociales para una mayor incidencia de las ITS, Michelle analiza dos aspectos contradictorios. Por un lado, comenta que Ecuador es una sociedad tradicionalmente conservadora, que ha moldeado su cultura y prácticas sociales. En ese marco, la sexualidad es vista como un tabú.
Este tabú se extiende hasta la política pública, limitando la implementación de programas de educación sexual integral. La escasa disponibilidad de métodos anticonceptivos y el enfoque prohibitivo en las charlas educativas promueven una visión de la sexualidad como algo pecaminoso.
Por otro lado, el grupo etario con mayor incidencia está entre los 15 y 49 años. Entre los jóvenes y adultos jóvenes la hipersexualización que se difunde en los canales digitales incentivas prácticas que pueden resultar riesgosas. Por ejemplo, las citas con desconocidos para encuentros sexuales, la naturalización de la prostitución y el consumo de pornografía a temprana edad.
Aunque podría pensarse que esta apertura informativa democratiza el acceso al conocimiento, Michelle señala que puede ser un espejismo. El acceso sin filtros refuerza conductas y expectativas no saludables entre los jóvenes. Ellos carecen de una orientación adecuada en temas de salud sexual.
Repunte de Infecciones de Transmisión Sexual en Ecuador ¿Por qué hay más casos en mujeres?👇https://t.co/dKMu3Ktj6J pic.twitter.com/K2e0fejt0V
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«Este fenómeno, en combinación con la visión conservadora, condena el diálogo abierto sobre sexualidad. Esto produce un entorno propicio para la propagación de las infecciones de transmisión sexual en todos los niveles de la sociedad”, explica Michelle.
ITS y las raíces estructurales
La pobreza y la falta de infraestructura adecuada en salud agravan la situación. Las comunidades rurales tienen un acceso limitado a servicios de salud. Además, no están disponibles recursos como vacunas preventivas para enfermedades como el virus del papiloma humano (VPH). En este contexto, las personas deben priorizar necesidades más urgentes, como la alimentación, dejando la salud sexual como un aspecto secundario.
Michelle explica que esta realidad no es única de Ecuador. Se observa en Latinoamérica, donde el acceso a la salud pública es insuficiente. Las políticas actuales no alcanzan a cubrir de manera eficaz las necesidades de prevención. Se genera así una brecha de desigualdad que afecta a las comunidades más empobrecidas y vulnerables.
Políticas públicas y tejido social
Mónica destaca que en Ecuador se han implementado políticas clave como la gratuidad en la atención y el tratamiento de ITS. Además, se han adoptado planes para el manejo del VIH, que incluyen acceso a pruebas rápidas, medicamentos antirretrovirales y programas de sensibilización.
Asimismo, Mónica resalta que la Ley Orgánica de Educación Intercultural integra en el currículo escolar la educación sobre salud sexual y reproductiva. Sin embargo, Michelle señala que las personas a cargo de esta formación no siempre cuentan con la preparación adecuada. Esto limita el impacto efectivo de esta educación.
Por otro lado, Michelle observa una tendencia hacia políticas de «derechización» que afectan negativamente el presupuesto destinado a salud sexual y reproductiva y educación. Frente a esto, la experta resalta la importancia de fortalecer el tejido social. De este modo, las comunidades pueden desarrollar sus mecanismos para enfrentar estos desafíos.
#InformaciónParaTuDecisión | ¿Sabías que el condón masculino previene embarazos no intencionados e infecciones de transmisión sexual incluido el VIH/sida?
— UNFPA Ecuador (@UNFPAecuador) November 21, 2023
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El aumento de las infecciones de transmisión sexual en Ecuador no es una problemática aislada. Para abordar esta crisis, es esencial que el Estado implemente políticas públicas integrales. Además, que las comunidades cuenten con las condiciones para fortalecer sus estructuras sociales.
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