Niñas con maquillaje, ropa sensual y tacones. Niños exhibiendo su cuerpo en bailes sensuales que se vuelven virales. La hipersexualización infantil pone en alerta a psicólogos y educadores. ¿Qué hay de malo en aplaudir a los niños en estos comportamientos inapropiados para su edad?
La Mtr. Claudia Bravo, coordinadora de la carrera de Educación Inicial de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), advierte los peligros de la hipersexualización infantil. Estos, en muchos casos, pueden pasar inadvertidos por los padres.
¿Qué es la hipersexualización infantil y cuáles son sus principales características?
Actualmente, es más común ver a infantes que se visten, pintan y adoptan posturas o movimientos donde exhiben conductas sensuales e inapropiadas para su edad. A esto se lo denomina hipersexualización infantil, es decir, la excesiva sexualización de los niños en la sociedad.
Lamentablemente, de este tema se habla muy poco. Se han normalizado estas conductas peligrosas en la que los padres, en muchos casos, aplauden e incitan a practicarlos. Sin embargo, los efectos a nivel psicológico y emocional de estas prácticas son negativas en el desarrollo de los niños.
¿Cuáles son las causas que contribuyen a la hipersexualización infantil?
Existen diversas causas entre los niños de 3 a 11 años. Una de ellas es el contenido sexual explícito que se visualiza en redes sociales y otras plataformas multimedia. Los niños, al tener fácil acceso a este contenido, pueden replicar conductas inapropiadas para su edad. Como, por ejemplo, tocar partes íntimas de su cuerpo al bailar o hacer gestos “provocativos”.
Generalmente, este fenómeno afecta más a las niñas que a los niños. A veces, como adultos, nos limitamos a reírnos y creemos que es solo una moda pasajera.
Asimismo, el cine, la televisión y la publicidad, pueden influir en la forma en que los niños perciben su cuerpo y sexualidad.
Además, la música tiene un gran efecto en los pequeños. Por ejemplo, algunas letras musicales hablan de sexo, deseo, placer y muchas otras cosas más. Los niños pueden replicar estas frases de manera inocente. En cambio, los adultos interpretan estas palabras desde otra perspectiva y, tal vez, desde una connotación sexual.
Muchos padres graban a sus hijos cantando estas canciones. No se percatan, por ejemplo, de que este lenguaje, en un mundo de inseguridad y perversidad, puede ponerlos en riesgo de abuso sexual.
Otro ejemplo es el preguntarle a un menor si ya tiene novio/a, cuando a esas edades no los tienen. Al preguntárselo, proyectamos en los menores una sexualidad que no les corresponde.
¿Cuáles son los efectos negativos de la hipersexualización en el desarrollo y bienestar de los niños?
La hipersexualización infantil puede contribuir a la formación de estereotipos de género, baja autoestima, insatisfacción corporal y el aumento de riesgos de abuso sexual infantil. Además, se ha observado un incremento en trastornos alimentarios por presiones estéticas en las niñas.
Ahora, con los niños influencers, observamos una avalancha de niñas bailando, llenas de maquillaje, usando uñas postizas y pequeños tacones. Con estas acciones, no estamos preservando la infancia de nuestros hijos.
Estas experiencias pueden afectar la autoaceptación y generar dependencia de la aprobación de los demás. Por esa razón, es esencial promover una imagen corporal saludable y fomentar la autoconfianza desde temprana edad. Así se contribuye para prevenir problemas a largo plazo.
¿Qué acciones pueden tomar los padres, educadores o cuidadores para prevenir la hipersexualización de los niños?
Estos temas siguen siendo un tabú en nuestra cultura. Sin embargo, nos saltamos estas realidades. Empezamos a hablar de identidad de género, sin antes resolver problemas más graves como, la hipersexualización infantil.
Igualmente, es necesario seleccionar cuidadosamente los contenidos a los que están expuestos nuestros hijos. Es nuestro deber explicar por qué ciertos programas o imágenes no son adecuados para ellos.
Asimismo, se debe tener en cuenta que los niños absorben información a través de sus sentidos. Por eso, es esencial cuidar el entorno visual y auditivo. En lugar de ser punitivos, sugiero ofrecer alternativas y crear un ambiente de bienestar y comprensión.
Por otra parte, nuestro rol como especialistas es orientar y acompañar a los padres. Nuestra sociedad avanza y nuevos conceptos surgen, por esa razón, debemos generar redes de apoyo que promuevan una cultura en beneficio de la infancia.