¿Recuerdas cuando de niños armábamos casas, barcos o autos con legos? Hoy, los futuros ingenieros de la Facultad Internacional de Innovación PUCE-Icam (FIIPI) están llevando esa creatividad a otro nivel: construyen botes reales. Lo mejor es su propósito: resolver problemáticas en las Islas Galápagos y la Amazonía.
Estos botes pueden aportar en el monitoreo meteorológico y otros se enfocaron en controlar la pesca ilegal . Se presentarán en Cashapamba, en el cantón Rumiñahui, el 9 de mayo de 2025, donde se podrán evidenciar su funcionalidad. Este proyecto es una experiencia formativa que combina física, electrónica, programación, administración de empresas y hasta ciencias humanas
Todo el conocimiento está orientado hacia resolver problemas concretos del país. «Nuestros estudiantes deberían convertirse en los líderes de cualquier empresa en lo que respecta al desarrollo de productos y soluciones. Deberían liderar la mejora de su país». Así lo afirma el Mgtr. Mohsen Abbassi, docente impulsor del proyecto.
Innovación con propósito

Cada cohorte elige un enfoque distinto, siempre vinculado al Ecuador. Esta primera generación, trabajó con problemáticas de las Islas Galápagos. Algunos diseñaron botes para monitoreo meteorológico, otros se enfocaron en controlar la pesca ilegal o transportar productos entre islas
Mientras que la segunda cohorte de la carrera diseñará sus botes destinados a resolver problemas en la Amazonía. Estos abordarán la vigilancia de la calidad del agua, el transporte de equipos médicos, ambulancias flotantes e incluso embarcaciones para combatir incendios.
.
“La idea es que elijan un problema real, cercano, que les permita innovar y aplicar lo aprendido”, explica Mohsen.
¿Cómo se construye un bote real?
Durante el segundo año, el enfoque está en el diseño. Los grupos deben pensar su bote desde cero: los materiales, la mecánica, los sensores y la programación del sistema electrónico. Todo se planea y se prueba en maquetas de unos 60 cm de largo.
En tercer año llega el momento de la verdad: la construcción. Primero, los estudiantes desarrollan los sistemas electrónicos, que deben tener cierto grado de autonomía. Luego, se embarcan en la construcción.
Todo el proceso se realiza en los laboratorios de la PUCE, y el proyecto culmina con una prueba general en la piscina de la Finca Cashapamba. “Es un momento clave. Ahí celebramos el cierre del proceso y vemos los frutos del trabajo de casi dos años”, cuenta el docente.
Libertad para experimentar
Uno de los aspectos más valorados del proyecto es la libertad que tienen los estudiantes para proponer y experimentar. En este sentido, los docentes guían el proceso de construcción de los botes y le dan seguimiento y apoyo técnico. “Es un error obligarles a aceptar algo que se resisten a aceptar. Como desarrolladores del futuro, deben asumir la responsabilidad de su trabajo”, enfatiza Mohsen.
Así, los botes funcionan perfectamente, saben por qué lo hicieron. Porque el aprendizaje no se trata solo de aciertos, sino de entender el proceso completo.

Los botes: retos del mundo real

Aunque el sueño de todo ingeniero es tener acceso a los mejores materiales y equipos, la realidad del mercado ecuatoriano supone un desafío adicional. Muchos sensores o componentes no están disponibles localmente, y traerlos del extranjero es un proceso complejo. Entonces, los estudiantes aprenden a adaptarse, investigar alternativas y afinar sus decisiones técnicas según lo que está a su alcance.
Un ejemplo claro son los botes para combatir incendios. Los alumnos deben diseñar mecanismos para lanzar agua de forma remota y segura. Todo esto implica creatividad, análisis, trabajo en equipo y mucha perseverancia.
Más allá de la ingeniería
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su enfoque integral. No solo se trata de electrónica y mecánica. Los estudiantes también aprenden a organizarse, gestionar recursos, liderar equipos y comunicar sus ideas. Además, integran habilidades blandas fundamentales para convertirse en profesionales completos.
“Queremos formar ingenieros con propósito. Que no solo sepan construir cosas, sino que también entiendan para quién, y qué impacto pueden generar”, cuenta el docente En ese sentido, el proyecto de botes también es una metáfora de lo que significa ser parte del cambio.
También te puede interesar:
PUCE-Icam, una opción atractiva para los estudiantes extranjeros
Buen día
Soy Juan Erazo profesor de la facultad de Ingeniería, me alegra mucho ver la iniciativa que tienen.
Les comento que tengo un ahijado haciendo misiones en la provincia del Puyo, tienen problemas con el transporte, es costoso para los habitantes salir a las ciudades con viajes de 4 horas en lanchas, tal vez se puede realizar una entrevista con los misioneros para mas detalles de la problemática
Felicitaciones que buena práctica con mucha iniciativa !!
Se agradece mucho establecer estos retos y ser ingenioso con nuestras problematicas cercanas !
Ademas veo una formación integral : Técnica – Social
Felicitaciones a los estudiantes, autoridades y Mgtr. Mohsen Abbassi,
saludos