Daniel Noboa fue electo como presidente de la República por el periodo 2025- 2029, luego de estar en el poder por 15 meses. En términos económicos: el desempleo, la inflación y la crisis a nivel global son algunos de los desafíos que deberá enfrentar el actual Gobierno. ¿Cómo lo hará?
Hablamos con el Mgtr. Rubén Flores, economista y docente de la Facultad de Economía y Gestión Empresarial de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Junto él dialogamos sobre algunos aspectos económicos que el Gobierno deberá tomar en cuenta durante este periodo.
En términos generales, quisiera que analicemos el escenario económico actual. Eso tanto a nivel nacional como internacional.
Desde la pandemia del COVID-19, el mundo ha intentado reactivar sus estructuras productivas, fuertemente golpeadas por la crisis. Para lograrlo, muchos países implementaron intervenciones fiscales de gran magnitud. Si bien estas medidas dieron un respiro temporal a las economías, también generaron consecuencias como el aumento de la inflación. A mediano plazo, el crecimiento global sigue siendo débil, por debajo de las expectativas.
En ese escenario, China continúa avanzando geopolíticamente con su proyecto de la Ruta de la Seda, buscando consolidar su hegemonía global. Mientras tanto, Europa y Estados Unidos intentan mantener sus propios pactos estratégicos, todos con un elemento en común: la carrera por captar recursos naturales.

América Latina se convierte en un territorio clave por su biodiversidad. Sin embargo, la región permanece sin una visión estratégica compartida. Fragmentada, sin dirección clara, no logra aprovechar ni proteger su riqueza natural.
En medio de este tablero geopolítico, emerge una nueva guerra comercial, cuya razón de fondo aún parece difusa. Aunque en un inicio se argumentó que se trataba de equilibrar los déficits comerciales, las recientes medidas contra China sugieren que hay factores más complejos en el juego. Es posible que estemos ante una disputa que trasciende lo económico y toque estructuras más profundas del poder global, lo que genera una creciente sensación de incertidumbre a nivel mundial.
Desde esta perspectiva, en medio de una guerra comercial ¿cuál es la proyección para Ecuador?
Estados Unidos es el principal socio comercial del Ecuador, pero también representa una visión de mercado que impone condiciones. El gobierno de Daniel Noboa tendrá la oportunidad de sentarse a negociar con Donald Trump, a quien ha mostrado su cercanía. Esto puede ser útil, siempre que se traduzca en una estrategia soberana.
Los aranceles son solo una parte del problema. Lo que realmente incomoda a Estados Unidos. son los llamados “irritantes comerciales”, como conflictos con empresas estadounidenses o evasión de impuestos. Resolverlos exige claridad sobre los intereses del país.
Mientras tanto, China también avanza con fuerza. Su interés está en los recursos naturales y la biodiversidad, y no actúa gratis. Contratos petroleros a largo plazo en momentos de precios bajos son una muestra de su estrategia.
Ni China ni Estados Unidos priorizan a América Latina. La región sigue sin una visión integrada, desordenada y sin rumbo. Y mientras no aprendamos a defender lo nuestro, seguiremos siendo terreno fácil en una disputa geopolítica.
En este escenario geopolítico, principalmente con Estados Unidos, ¿cuál es la proyección con relación a la dolarización? Este además fue un tema muy sonado durante las elecciones 2025.
No podemos partir desde el miedo que se genera desde la política o la propaganda. Desde la realidad del Ecuador, acabamos de cumplir 25 años de dolarización, y es claro que, si hay una institución creíble en el país, es precisamente esa. El 92% de los ecuatorianos confía en la dolarización. Ninguna otra institución en el país tiene ese respaldo.
La realidad es que la dolarización no está en riesgo. No nos engañemos ni permitamos que el miedo guíe el debate: ni siquiera desde una perspectiva de intereses políticos les convendría desmantelar la dolarización.

Ahora bien, sí debemos estar atentos a ciertas señales. Hay mecanismos de política monetaria que pueden fortalecer o debilitar la estabilidad del sistema. El reciente error del presidente Daniel Noboa, al vender oro (el activo más fuerte de respaldo) es una de esas señales preocupantes.
Por otro lado, una de las principales preocupaciones de las personas es el aumento del desempleo y del trabajo informal. ¿Hay alguna esperanza para cambiar esta tendencia?
La economía ecuatoriana enfrenta un panorama complejo: se prevé un decrecimiento y un déficit fiscal que supera los USD 3.500 millones. A esto se suman altos compromisos de deuda externa, lo que deja un margen mínimo para atender otras prioridades, como la deuda social (se refiere a inversión en salud, educación, asistencia social, etc.). En ese contexto, muchas de las promesas hechas durante la campaña probablemente quedarán incumplidas.
El gobierno de Daniel Noboa deberá priorizar y ajustar su narrativa. Si no se reactiva la economía, será muy difícil enfrentar el desempleo y la informalidad, que seguirán en aumento. Noboa tiene a su favor cierta experiencia previa que podría ayudarle a orientar mejor los recursos en un mandato completo de cuatro años.
Sin embargo, no existen fuentes claras de financiamiento externo, salvo las oportunidades que representan los fondos verdes. Además, será inevitable enfrentar una reforma al Seguro Social.
En cuanto a la reactivación, un elemento clave es la inseguridad. Frente a esto, el gobierno de Daniel Noboa ha apostado por una política de “mano dura”. ¿Cómo influye esto económicamente?
El presidente Daniel Noboa ha basado su ejecución principalmente en la militarización como respuesta a la crisis de seguridad, pero esta medida no constituye una estrategia integral ni resuelve el problema. Mientras no se reactive la economía, la inseguridad seguirá aumentando.
Existen indicios de articulaciones entre estructuras políticas y grupos del crimen organizado, lo cual sigue siendo una amenaza. Además, la economía ecuatoriana está profundamente conectada con el comercio exterior, lo cual también influye en la dinámica de los grupos delictivos. El Gobierno deberá decidir si limpia y reconstruye la institución o si sigue instrumentalizándola sin resolver el problema estructural.
El Plan Fénix está en ejecución.
— Presidencia Ecuador 🇪🇨 (@Presidencia_Ec) December 21, 2023
Estas son las acciones que hemos llevado a cabo y que realizaremos a fin de proteger la seguridad e integridad de cada uno de los ecuatorianos. ✊🏻🇪🇨#ElNuevoEcuador pic.twitter.com/A1s31GbTwW
Uno de los motores de la campaña de Daniel Noboa fueron los incentivos para los jóvenes del país. ¿Cómo analiza este punto?
La deuda social más significativa en Ecuador está ligada a la recuperación económica y no puede resolverse mediante subsidios clientelares como los propuestos por el presidente Daniel Noboa. Estas medidas pueden sostener una campaña, pero no son sostenibles. La verdadera solución radica en generar empleo, crear oportunidades reales para los jóvenes y reactivar la economía desde los territorios.
Experiencias como las impulsadas por la PUCE y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el ámbito rural evidencian el potencial de estrategias centradas en empleo juvenil, especialmente frente a la competencia del crimen organizado, que ofrece ingresos rápidos pero peligrosos.
Iniciativas en sectores como el cacao, que hoy tienen precios altamente competitivos, muestran que con el enfoque adecuado se puede lograr un salto cualitativo en ingresos. Sin embargo, esto requiere seguridad y confianza ya que, sin un entorno seguro, ni los agricultores ni los jóvenes pueden desarrollar su potencial plenamente.
Para finalizar, quisiera que nos comparta su perspectiva sobre una posible reforma laboral que podría impulsar Daniel Noboa.
La reforma laboral es urgente, pero su orientación será decisiva. Si busca precarizar aún más el empleo, la sociedad ecuatoriana probablemente la rechace, como ya lo ha hecho. Aunque el trabajo por horas ya existe en la ley, lo que se propone es eliminar controles para facilitar la explotación, reducir salarios y aumentar las ganancias empresariales.
Por otro lado, en un contexto de bajo precio del petróleo, alto déficit fiscal y sin reactivación económica, esta discusión debe abordarse con inteligencia. La clave está en promover una reforma que garantice derechos y estabilidad, no una que profundice la desigualdad.
Resumiendo, Rubén considera que Daniel Noboa tiene varias oportunidades en términos económicos. Sin embargo, enfrenta un escenario complejo donde la visión estratégica será definitoria.
También te puede interesar: