El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora cada 25 de noviembre (25N). Según ONU Mujeres, aproximadamente, 736 millones de mujeres a nivel mundial han experimentado violencia física o sexual, principalmente, de sus parejas. Esta cifra significa que casi una de cada tres mujeres ha sido víctima de la violencia de género.
La Mtr. Ana Lucía Torres profundiza sobre el significado y los desafíos del 25N. Además, resalta el compromiso de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) en la construcción de una cultura de paz.
La Mtr. Torres es directora del Instituto de Salud Pública y coordinadora de la Comisión de la Igualdad en la PUCE.
¿Cuál es el origen detrás del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer?
La eliminación de las formas de violencia contra las mujeres tienen un antecedente en la agenda de la Organización de las Naciones Unidas como la Declaración de Derechos Humanos. Se estableció el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para insistir en el derecho de las mujeres a una vida sin violencia y tomar conciencia de las grandes amenazas a este derecho.
En esta fecha, se honra la memoria de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, originarias de República Dominicana que en los años 60, fueron asesinadas violentamente por el régimen militar.
¿Cuál es el propósito principal de esta conmemoración?
El propósito de esta fecha es ser conscientes de las diferentes formas de violencia contra las mujeres y movilizar a la sociedad para combatirlas. Se considera violencia hacia las mujeres a «todo acto basado en la pertenencia al sexo femenino que pueda causar daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. Así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad». Esta definición fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999 al proclamar el 25 de noviembre con este fin.
Es crucial tener presente que se trata de una problemática multicausal y un grave problema de salud pública. Por tanto, no se debe interpretar únicamente, como comportamientos individuales y aislados. Sino considerar también los entornos violentos y agresivos que perpetúan estos comportamientos colectivos violentos hacia las mujeres y otros grupos por razones de género.
En este sentido, la acción no se limita solo a sancionar a las personas violentas. También abarca la generación de conciencia sobre las formas de perpetuación de la violencia basada en género. Algunos ejemplos son los chistes misóginos, la discriminación hacia las mujeres o las desigualdades entre hombres y mujeres, entre otros.
En el caso de la sociedad ecuatoriana, el entorno exacerbado de violencia puede minimizar la percepción de la violencia contra las mujeres. Sin embargo, no se puede ignorar las cifras alarmantes. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC- 2019), 6 de cada 10 mujeres han experimentado algún tipo de violencia. Un aspecto preocupante que debe movilizarnos son los casos de femicidio. En 2023, se registraron 238 muertes de mujeres debido a la violencia basada en género.
¿Cuáles son las actividades o acciones que la PUCE ha llevado a cabo durante esta jornada para concientizar sobre la violencia contra la mujer?
Nuestra institución ha decidido promover una vida libre de violencia y salvaguardar el principio de igualdad de oportunidades. Esto nos ha llevado a poner los medios necesarios para lograrlo.
En 2019, creamos la Comisión de Igualdad como una instancia consultiva para integrar las políticas de igualdad tanto en nuestras funciones sustantivas:
- docencia,
- investigación y
- vinculación con la colectividad.
Como en las áreas de apoyo de talento humano, administrativo y financiero mediante mesas de género, interculturalidad, discapacidad y movilidad humana.
La Comisión de Igualdad está conformada por cuatro mesas que abordan las temáticas de género, discapacidad, interculturalidad y movilidad humana.
Este paso representa nuestro compromiso con la institucionalización de una cultura de paz y marca el avance hacia la igualdad. Específicamente, hacia una vida libre de violencia para nuestra comunidad universitaria.
Un hito importante en este contexto es la implementación del Protocolo de Actuación Frente a Casos de Violencia de Género . Una herramienta clara que ofrece una ruta integral de atención a la violencia basada en género dentro de nuestra comunidad universitaria.
Es fundamental difundir el protocolo como una herramienta efectiva en la gestión de casos de violencia, fortaleciéndolo con otras medidas preventivas.
Asimismo, la PUCE conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con una vigilia. La Mesa de Género, en colaboración estrecha con diversas áreas de la PUCE, especialmente con la Dirección de Bienestar Estudiantil (DBE), impulsa esta iniciativa.
Del 20 al 30 de noviembre, la universidad ha preparado varias actividades para promover la eliminación de la violencia contra las mujeres. Así se evidencia el compromiso de la PUCE en concientizar sobre estos temas.
¿Cuáles son los principales desafíos que aún enfrenta la lucha contra la violencia hacia las mujeres en la actualidad?
Los actos violentos contra las mujeres aún están vinculados a desigualdades arraigadas como: estereotipos de género, normativas discriminatorias y prácticas sociales excluyentes.
Lo vemos en aspectos como la distribución desigual de los ciudadanos, donde el peso del trabajo no remunerado recae mayormente en mujeres y niñas. Asimismo, la violencia laboral también es un factor relevante en este contexto.
La lucha contra la violencia hacia las mujeres es una responsabilidad colectiva, que exige la cero tolerancia hacia comportamientos y prácticas agresivas.
Es crucial denunciar la violencia y aprender a identificar sus señales en nuestros círculos cercanos. Debemos tener claro que esto implica un compromiso profundo para reparar los derechos de quienes han sido víctimas de violencia y trabajar con quienes ejercen la violencia. No callemos, porque el silencio nos hace cómplices.
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