El fantasma de la guerra recorre el mundo. Ataques militares, tensiones diplomáticas y medidas arancelarias son algunos de los elementos del complejo escenario geopolítico de la actualidad. En este contexto, los recientes enfrentamientos de Israel e Irán y el genocidio del pueblo palestino aumentan la incertidumbre de una conflagración a gran escala.

Se estima que 2024 fue el año con más conflictos a nivel global en más de una década. Según el informe Alerta 2025 de la Escola de Cultura, existieron 37 conflictos armados activos y 116 tensiones sociopolíticas. La zona de Medio Oriente se destaca como uno de los escenarios más volátiles.

Acerca del tema, el Centro de Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (CDH PUCE) presentó el conversatorio: Conflictos armados en Oriente Medios, implicaciones geopolíticas y humanitarias. En este participaron los docentes de la Facultad de Derecho y Sociedad, Gilda Guerrero, Efrén Guerrero, Juan Carlos Valarezo, y Pablo de la Vega, representante de la Asociación Ecuatoriana de Amistad con el Pueblo Saharaui (AEAPS).   

Contexto del conflicto Irán-Israel 

En junio de 2025, Israel lanzó una ofensiva militar contra Irán, alegando una amenaza inminente por el avance de su programa nuclear y su apoyo a grupos armados como Hezbolá. Además, la operación incluyó ataques con drones y sabotajes cibernéticos. En represalia, Irán disparó más de 1.500 misiles contra ciudades israelíes, causando heridos y destrucción de infraestructuras. 

El conflicto generó alerta internacional por su posible escalada regional o global, con Irán amenazando con abandonar el Tratado de no proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y bloquear el Estrecho de Ormuz, importante para el comercio de gas y petróleo con Europa y Asia. Estados Unidos parece llevarse la mejor parte, consolidándose como mediador y manteniendo sus alianzas clave. Israel, militarmente, ha logrado retrasar el programa nuclear iraní y demostrar su supremacía aérea, aunque el costo humanitario ha sido altísimo. Mientras China y Rusia decidieron no manifestarse directamente a favor de Irán. 

La tensión en la región de Medio Oriente también está marcada por un con gran componente ideológico y religioso. Esto determina la forma de concebir el mundo, la vida y la guerra. Si bien este aspecto cultural es fundamental, no es el único pues también está atravesado por intereses económicos, control de recursos e impacto en la zona. 

¿Podría desencadenar una tercera guerra mundial?  

El informe Alerta 2025 no lo afirma explícitamente, pero sí plantea alertas sobre riesgos de escalamiento en varios frentes simultáneos: China-Taiwán, India-Pakistán, Rusia-Ucrania y Oriente Medio.

Por su parte, el docente Efrén Guerrero señaló en el foro que algunos expertos aseguran que las potencias geopolíticas tienen la capacidad nuclear de destruir el mundo en pocos minutos. De hecho, se refirió a la experta en seguridad Annie Jacobsen, quien en su libro Nuclear War: A Scenario describe un potencial conflicto nuclear que puede destruir hasta el 80 % del mundo en apenas 72 minutos, tras una cadena de represalias automáticas entre potencias nucleares 

 Sin embargo, Efrén se alinea más al análisis del Papa Francisco que en 2013 ya señalaba que «estamos viviendo una Guerra Mundial en etapas». Es decir, no hablamos de un conflicto global con trincheras y ejércitos masivos como las guerras mundiales anteriores, sino de conflictos localizados con implicaciones globales. Ecuador no está al margen de esto, pese a que los conflictos armamentísticos no ocurran en el continente, el impacto económico y humanitario es global.  

Por otro lado, Juan Carlos añade otro elemento a tomar en cuenta: los avances tecnológicos. En los últimos enfrentamientos de hecho los ataques con drones y las filtraciones de información desde dispositivos jugaron un rol importante a nivel militar. “Los alcances de estos avances eran inimaginables hace algunos años, el contexto es diferente”, indica. 

Elementos que tomar en cuenta 

Durante el conversatorio, los ponentes coincidieron en la complejidad del escenario geopolítico actual, marcado por tensiones crecientes, amenazas nucleares y un frágil equilibrio internacional. A partir del reciente conflicto entre Israel e Irán y el análisis se abordaron distintas aristas clave para comprender la dimensión del riesgo global. 

Entre los temas destacados se discutió la efectividad real de la disuasión nuclear, cada vez más cuestionada frente a decisiones unilaterales y automatismos peligrosos. Se contrastó el poder militar con el rol debilitado de la diplomacia multilateral, hasta qué punto puede lograrse un acuerdo que respete la paz.  Además, se puntualizó en el papel de las potencias geopolíticas desde su participación directa e indirecta. 

 Los ponentes también plantearon la necesidad urgente de pensar una nueva arquitectura de seguridad internacional, que ponga límites a la escalada armamentista a gran escala. Y finalmente, se destacó el impacto humano: una eventual confrontación nuclear no solo sería un colapso de gobiernos, sino una crisis humanitaria a gran escala, sin precedentes en la historia contemporánea. 

¿El fin de la paz? 

La ONU se creó luego de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, con el objetivo de lograr acuerdos internacionales para mantener la paz y fomentar relaciones de amistad entre las naciones. Pero cada vez, este organismo es más criticado por su relativismo al hacer llamamiento de atención, por ejemplo, en el caso del pueblo Palestino. Eso complejiza aún más el escenario geopolítico actual. 

La desconfianza también surge porque ha existido una ruptura de acuerdos internacionales que pretendían que las guerras a gran escala no se repitan. Efrén realizó un repaso de las omisiones a acuerdos internacionales de Irán e Israel, aunque las acciones se justifiquen desde normativa y documentos nacioanles. Juan Carlos, sin embargo, considera que sigue siendo un espacio para debatir y asumir responsabilidades en conjunto, que es en estos días es lo más necesario.

Conflictos armados en Oriente Medios, implicaciones geopolíticas y humanitarias, organizado por el CDH PUCE.

La combinación de guerras de alta intensidad, proliferación de armas, colapso del multilateralismo y el desplazamiento de más de 122 millones de personas dibujan un tablero geopolítico frágil. Así que, ¿estamos más cerca de una Tercera Guerra Mundial? Quizás no en el sentido clásico, pero definitivamente estamos en una era de conflictos interconectados y tensiones crecientes. La clave está en no perder de vista la complejidad y seguir buscando espacios para la reflexión y la acción. 

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