Mide aproximadamente 30 metros de longitud y pesa alrededor de 150 toneladas. La ballena azul es el animal más grande del mundo. Solo su lengua puede pesar tanto como un elefante. Estos cetáceos son oceánicos . La mayoría se encuentra en el hemisferio norte. Sin embargo, una especie fue vista en la zona costera de Manabí, Ecuador.
El 22 de enero de 2023, investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Fundación Ballenas del Pacífico, el Museo de Ballenas de Salinas y la organización internacional WildAid encontraron una joven ballena azul. Se trataba de una especie de aproximadamente 18 metros de largo, la vieron cerca de isla de La Plata, Manabí.
En busca de información
A diferencia de las ballenas jorobadas, la migración de la ballena azul no es tan regular. El Dr. Fernando Félix, investigador asociado a la PUCE y especialista en cetáceos, menciona que grandes misterios rodean a este gigante. Asimismo, se conoce muy poco sobre su distribución en aguas abiertas.
“En los últimos 20 años, solo existe un puñado de registros de ballenas azules en aguas costeras de Ecuador. De allí, la importancia del nuevo registro”, señaló el investigador.
¿De dónde vienen? ¿Hacia dónde van? ¿Cuántas especies podrían estar en Ecuador? ¿Qué hacen? Ahora, los científicos tratan de responder estas y otras preguntas que aporten a su investigación.
Investigación en curso
El doctor Fernando Félix comenta que el primer paso es saber a qué población pertenece la ballena azul de Manabí.
“Realizamos una biopsia de piel para estudios de genética. La muestra se tomó en la observación. Con este análisis, podremos identificar a qué población pertenecería la ballena de isla de La Plata», dijo el doctor.
Algunas hipótesis
La ballena azul es una especie en peligro de extinción. Solo para tener una idea, alrededor de 300.000 ballenas habitaban el en hemisferio sur. Sin embargo, a finales del siglo XIX, la caza de ballenas acabó con el 99% de estas especies.
No obstante, con el paso de los años, esta especie se ha ido recuperando. Información histórica señala que, a principios del siglo XX, en la zona sur de Manabí, se observó la presencia de la ballena azul.
Según los investigadores, su regreso podría ser considerado como un síntoma de recuperación de la especie. Igualmente, otros registros muestran que, entre diciembre y marzo, estas especies son más visibles en la costa sudamericana.
“El golfo de Guayaquil y la costa central de Ecuador podrían ser lugares importantes para la distribución y alimentación de la especie. Esto durante una parte de su ciclo de vida”, afirmó el doctor Félix.
Investigación sin fronteras
Países como Chile, México y EE.UU. se sumaron al aporte de datos para esta investigación. Esta exploración rebasa fronteras y permite trabajar con otros investigadores de manera colaborativa.
De esta forma, buscan reunir información de todas las áreas de distribución de la ballena azul. Así estarán en capacidad de comprender mejor la dinámica poblacional de estas especies.
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