¿Alguna vez te has preguntado cómo es estudiar Psicología Clínica en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE)? Conversamos con estudiantes de distintos semestres y con miembros de Alumni PUCE, quienes compartieron sus experiencias, qué piensan sobre la carrera, cómo combinan la teoría con la atención a pacientes, qué los motivó a estudiar psicología y cómo se sienten al formar parte de esta comunidad universitaria.
Ayudar a sanar emociones, comprender el comportamiento humano, aprender a diagnosticar y tratar trastornos mentales, emocionales y conductuales forman parte de la sólida formación académica que ofrece la PUCE.
Acerca de la formación académica
El psicólogo Piero Vallejo, miembro de Alumni PUCE, eligió la PUCE como su alma mater motivado por la variedad de corrientes psicológicas que se enseñan en la carrera. Gracias a esta formación integral, pudo explorar distintos enfoques y finalmente identificarse con el psicoanálisis.
“La universidad tiene bases académicas muy buenas. Cuando inicié mi Maestría de Psicoterapia Infantil y Adolescente, me di cuenta de que estaba muy bien preparado para este nuevo reto y listo para el mundo laboral”, señaló Piero.
Por su parte, Danna Vargas, estudiante de sexto semestre, comentó que desde el inicio de la carrera participó en grupos de estudio y talleres enfocados en fortalecer su desarrollo profesional. Al igual que Piero, eligió la PUCE porque orienta su formación desde distintos enfoques clínicos, destaca la calidad y preparación de sus docentes.
Para Marcelo Aguilar, estudiante de séptimo semestre, comentó que la universidad tiene buenas bases a nivel teórico y práctico. «El mayor potencial que pude sacar, es aprender de los profesionales que tienes al frente, pero sobre todo aprender la forma en que ellos trabajan la Psicología y considero que es muy valioso»
¿Qué enfoques psicológicos se enseñan en la PUCE?
La PUCE ofrece una formación amplia y diversa que permite al estudiante conocer y trabajar con varios enfoques psicológicos. A lo largo de la carrera, los futuros psicólogos clínicos exploran teorías clásicas y contemporáneas que les permiten comprender mejor el comportamiento humano y aplicar estrategias terapéuticas según las necesidades de cada paciente.
Entre los enfoques principales que se enseñan están:
- Psicoanálisis: comprensión profunda del inconsciente, los conflictos internos y la historia personal del paciente.
- Cognitivo-Conductual: análisis de pensamientos, emociones y conductas para modificarlos de manera funcional.
- Humanista: enfoque centrado en la persona, el crecimiento interior, la empatía y la autorrealización.
- Sistémico: estudio de la dinámica familiar, las relaciones y el contexto social en el que vive una persona.
- Psicodinámico: análisis de patrones afectivos, experiencias tempranas y procesos internos que influyen en el presente.
- Integrativo: combinación de técnicas y perspectivas de diferentes corrientes para adaptarse a cada caso.
Esta diversidad teórica permite que los estudiantes desarrollen un criterio clínico sólido y encuentren el enfoque con el que mejor se identifican en su futura práctica profesional.
La motivación detrás de esta carrera
Cada estudiante tiene su propia historia y un motivo profundo para elegir esta profesión. Para Piero, la decisión nace del deseo de aportar al bienestar emocional de quienes lo necesiten.
“Quiero dar algo de mí para que las personas con algún malestar psíquico puedan trabajarlo y mejorar su calidad de vida”, afirmó.
En el caso de Marcelo Aguilar, su vocación surgió al acompañar a un ser querido en un momento difícil. Estar ahí para esa persona le hizo comprender la importancia del apoyo psicológico y la necesidad de profesionales capaces de escuchar, entender y guiar a quienes enfrentan desafíos emocionales.
La Psicología Clínica tiene como base ese deseo genuino de ayudar a los demás y ofrecer herramientas para afrontar situaciones complejas de la vida. A su vez promover la salud mental y el bienestar psicológico.
¿Cómo viven las terapias psicológicas los alumnos?
Después de seis semestres de formación teórica, los estudiantes inician una fase clave: atender a su primer paciente real. Este proceso, aunque desafiante, representa un paso fundamental en su crecimiento profesional.
El Centro de Psicología Aplicada (CPsA) acompaña esta etapa mediante actividades de formación preprofesional, supervisiones y espacios de reflexión. Tras atender a sus pacientes, los estudiantes participan en sesiones de supervisión clínica en las que analizan los casos, reciben retroalimentación y obtienen nuevas perspectivas de sus docentes.

Este acompañamiento permite que los futuros psicólogos se sientan más seguros, preparados y respaldados para continuar desarrollando sus habilidades terapéuticas. Estos espacios fortalecen su criterio clínico y consolidan el vínculo entre teoría y práctica.
Enfocarse en el momento de la consulta, dejan de lado los pensamientos o juicios de valor junto con la responsabilidad, la ética profesional guían al proceso terapéutico, de la mano del supervisor los estudiantes logran atender de la mejor manera sus pacientes.
«Tenía nervios de equivocarme, mi supervisor me dio la ficha psicológica para que la llene en consulta, establecí el vinculo con el paciente y los nervios automáticamente desaparecieron» Comentó Danna, llevar la practica a la realidad te abre la mente y crea la necesidad de aprender más, para ayudar de mejor manera al paciente.
El acompañamiento emocional al estudiante
Como parte de su formación, los estudiantes deben cumplir 20 horas de acompañamiento psicológico antes de iniciar las prácticas clínicas. Este proceso les permite, trabajar su propio mundo emocional, desarrollar autoconocimiento y fortalecer la capacidad de escucha. Para cuidar a otros, primero deben cuidar de sí mismos.
En conclusión, la formación en Psicología de la PUCE permite a los estudiantes integrar teoría, práctica y reflexión crítica, desarrollando una mirada profesional amplia y humana que les prepara para enfrentar los desafíos del trabajo clínico real.
