La alimentación escolar no se limita a un tema de nutrición. Para muchos niños del país, la ración que reciben en la escuela es su única comida en el día, de ahí que sea clave aprovechar todo su potencial. Así lo explica el Mgtr. José Ocaña, docente investigador del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
José viajó a México a compartir los resultados de la Evaluación del Plan de Alimentación Escolar (PAE). Esto ocurrió en diciembre de 2024 durante el encuentro convocado por la Comunidad de Práctica Buenos Ejemplos del Consorcio de Investigación para la Salud y la Nutrición Escolar, liderado por College of London. Todos forman parte de una iniciativa de la Coalición Global de Comidas Escolares (SMC, por sus siglas en inglés). La Universidad Ibero de México fue la sede de este encuentro.
Investigadores de distintos países realizan estudios y comparten buenas prácticas que se pueden aplicar en otras naciones. En la región, el trabajo estuvo coordinado por la profesora Sylvie Avallone, del Insttituto Agro de Montpellier, Francia.
Evaluación de la alimentación escolar en Ecuador
El estudio consistió en la revisión documental del programa a cargo del Ministerio de Educación del Ecuador. Para ello, la PUCE conformó un comité junto a la Universidad de Guayaquil, la Universidad de Cuenca y Universidad Regional Amazónica Ikiam y la escuela fiscomisional Yachay Wasi. En el comité, la PUCE fue la única universidad privada que participó.
Además, se realizó un llamado a investigadores de todas las regiones del país para tener una evaluación más completa. Los datos se sintetizaron en un informe que cuenta con criterios homologados en todos los países del mundo y que permite una mayor comparabilidad al compartir experiencias.

Datos del programa de alimentación escolar
Desde su creación en 1989, el programa ha evolucionado significativamente, adaptándose en su administración, alcance y contenido nutricional para responder mejor a las necesidades de los beneficiarios.
En la actualidad, beneficia a 2,8 millones de niños en todo el país. Este se ha consolidado como una política pública institucionalizada, regulada por una ley orgánica y su reglamento correspondiente.
El programa incluye a todos los niños y adolescentes de educación inicial y general básica, así como a los estudiantes de bachillerato de unidades educativas priorizadas. Según datos actualizados en 2022 por el Mineduc, su impacto abarca diversas regiones y niveles educativos.
Además, este complemento nutricional proporciona hasta el 15% de la ingesta calórica recomendada. “Se constituye en un refrigerio esencial para su desarrollo”, señala el Ministerio en su portal oficial.
Los indicadores
José destaca la importancia de esta evaluación como un esfuerzo de la academia en conjunto con el Estado. Entonces, se realizó un análisis de la estructura y los cambios que ha transitado el programa de alimentación escolar en Ecuador.
La ración escolar en la actualidad tiene dos modalidades.
- La general que consta de la distribución nacional de refrigerios industrializados, empaquetados y con etiquetado de semáforo.
- La territorial que se realiza con alimentos locales y diferenciados en cada contexto regional. Aún son espacios marginales los que cuentan con esta modalidad.
🎥 #CumplimosPromesas con la implementación del nuevo modelo de alimentación escolar territorial, en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos.
— Ministerio de Educación del Ecuador (@Educacion_Ec) January 5, 2025
Gracias a esta iniciativa, más de 20.000 estudiantes de nueve cantones ahora disfrutan de productos frescos y nutritivos.
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Buenas prácticas y oportunidades de mejora
José compartió algunas buenas prácticas identificadas y ciertos puntos de mejorar para el programa.
- La alimentación escolar en Ecuador es universal. Todos los centros educativos públicos de inicial e inicial básica reciben su ración. Sin embargo, la calidad nutricional y la pertinencia cultural de los alimentos aún son un aspecto de mejora. Actualmente, grandes empresas tienen los contratos para abastecer a todo el plan escolar. Esto impide que se fortalezcan los productores locales y que los niños reciban alimentos frescos, de mejor calidad, calientes y sostenibles.
- Implementación de modalidad territorial. En comparación con Naciones Unidas el Estado ecuatoriano está avanzando de manera fuerte con la implementación del programa en su modalidad territorial. Debe ser un reto y un compromiso de todos los actores incluido la academia impulsar estos procesos y fortalecerlos.
- Existe normativa para aplicar el programa. José comenta que la ley implementa medidas de avanzada a nivel global. Pero dar el seguimiento y vigilar su cumplimiento es fundamental para asegurar un mayor impacto.
- Articulación con interinstitucional. El Estado ha logrado la coordinación a nivel nacional, para solventar la producción y distribución de las raciones. No obstante, aún existen brechas para la articulación más integral como ya lo indica la Ley y el Reglamento, invitando un rol más activo de los actores como los ministerios de Salud y Agricultura y tomando en cuenta a los productores locales de la agricultura familiar y campesina, la economía social y solidaria y gobiernos locales.
- Instrumentos técnicos para asegurar la salud de las niñas y niñas. El programa cuenta con fichas de requerimientos nutricionales estándar. Sin embargo, se ha discutido poco la evidencia medica moderna sobre el daño grave a la salud de los procesos industriales de producción de alimentos y ultraprocesamiento. Como también existe poca o nula evidencia nacional sobre los impactos ambientales y sociales de los desechos generados por las raciones industrializadas. La academia también tiene deudas a la hora de evaluar otros impactos del programa en el rendimiento escolar, el estado nutricional o la economía familiar, o la adaptación de la alimentación para nuestros niños y niñas de pueblos y nacionalidades que no consumen lacteos o adolescentes embarazadas.
Alimentación escolar, perspectivas integrales
José comenta que existen avances importantes al momento de plantear los programas de alimentación escolar. La idea es que se extienda el debate a otros aspectos que superan la educación y la nutrición.
“El gran desafío que enfrentamos es replantear la alimentación desde una perspectiva integral, considerando tanto la salud de las personas como la de los ecosistemas.Es fundamental avanzar hacia una alimentación que regenere nuestros territorios y a las personas que en ellos habitamos, libres de productos chatarra y que mejor si se lo hace desde un espacio tan importante como la escuela pública que garantiza tantos Derechos de niños, niñas y adolescentes del Ecuador”, señala.
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