Al explorar en Google sobre la depresión, descubrí que muchas de las preguntas más buscadas reflejan dudas frecuentes sobre este trastorno: ¿Qué es la depresión?, ¿Cómo saber si una depresión es grave?, ¿Se puede curar la depresión?, entre otras. Estas inquietudes, compartidas por miles de personas, me motivaron a profundizar en el tema y buscar respuestas claras. Para ello, entrevisté a especialistas de la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), quienes nos ayudaron a comprender mejor esta problemática.
¿Qué es la depresión?
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019, aproximadamente 280 millones de personas en el mundo padecían depresión, de las cuales 23 millones eran niños y adolescentes. Además, se estima que el 1.4% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 3.2% de los de 15 a 19 años padecen depresión.
“El término depresión se usa mucho, pero no siempre correctamente”, comenta Iván Cadena, docente e investigador especializado en neurociencias y psicoterapia cognitivo-conductual. “No es lo mismo sentirte triste después de una ruptura amorosa que estar deprimido. La tristeza es normal y forma parte de la vida, pero la depresión es un trastorno que afecta cómo piensas, sientes y hasta cómo funciona tu cuerpo”.
El doctor explica que hay dos tipos principales de depresión: una que tiene causas biológicas, como cambios en los químicos del cerebro (por ejemplo, la serotonina). Otra que está relacionada con las cosas que te pasan, como problemas familiares, estrés o pérdidas importantes. Ambas son serias, pero se manifiestan de manera diferente.
¿Cómo saber si alguien tiene depresión?
“Una persona con depresión no solo se siente triste. También, pierde interés por las cosas que antes disfrutaba, como escuchar música, salir con amigos o comer su comida favorita”, dice Iván. Esto se llama anhedonia (falta de placer). Además, quienes la sufren pueden sentirse cansados todo el tiempo, aunque duerman mucho o, al contrario, no pueden dormir bien.
Otros signos incluyen:
- querer estar solo todo el tiempo,
- dejar de preocuparse por su apariencia o higiene personal y
- ver todo de forma negativa.
“A veces, incluso pierden sensibilidad física: cosas como un abrazo o el sabor de una comida rica ya no les provocan nada”, añade Iván.
La Mtr. Valeria Grijalva, docente y coordinadora del área clínica del Centro de Psicología Aplicada (CPsA) explica que en ocasiones, las personas con depresión no reconocen o no están conscientes de su enfermedad. Además, no detectan los signos y síntomas de la depresión, por lo que pueden pensar que lo que sienten es normal.
¿Cuándo es grave?
“El momento más peligroso llega cuando aparecen pensamientos sobre la muerte o el suicidio”, explica Iván. “Esto no sucede de repente. Empieza como una reflexión sobre el sentido de la vida y, poco a poco, la persona puede llegar a planificar su propia muerte. Piensan en cuándo morirán, cómo morirán y otros incluso pueden llegar a escribir notas de despedida. Un signo peligroso es cuando el paciente parece estar más feliz de repente; a menudo esto ocurre porque ya ha aceptado su decisión de suicidarse”.
El experto resalta la importancia de prestar atención a los cambios repentinos en el estado de ánimo. Si alguien pasa de estar muy apagado a de repente animarse demasiado, podría ser una señal de que algo no está bien. Por otra parte, Valeria asegura que «si una persona pasa más de dos semanas encerrada en un cuarto y sin contacto social, podría estar sufriendo de depresión grave«. Asimismo, pueden aumentar los pensamientos frecuentes sobre la muerte o el suicidio.
¿Se puede curar la depresión?
“La respuesta es sí, pero depende del tipo y la gravedad”, explica Iván. Las depresiones leves o moderadas pueden superarse con ayuda profesional, como terapia psicológica. Sin embargo, las depresiones más graves suelen necesitar medicamentos para estabilizar al paciente, además de sesiones con un psiquiatra.
El doctor aclara algo importante: ignorar la depresión no hace que desaparezca. “Si una persona no busca ayuda, existe un alto riesgo de que las cosas empeoren, incluso llegar al suicidio”.
Un mensaje para los jóvenes
Si tienes entre 18 y 30 años, es normal que en algún momento de la vida sientas que las cosas no van bien. Pero si notas que no puedes disfrutar lo que antes te hacía feliz, o que te sientes cansado y desconectado constantemente, es hora de prestar atención. “No te automediques ni te autoanalices con lo que encuentras en internet. Busca ayuda profesional; la depresión es un problema serio, pero tiene solución”, recalca Iván.
Por otra parte, Valeria afirma que «no debemos esperar sentirnos mal para acudir a un especialista. Cuando una persona sufre depresión, los efectos se extienden también a la familia. Por eso, es recomendable que los familiares se unan a las sesiones de terapia».
Hablar salva vidas
Estamos en la Semana de la Lucha contra la Depresión, y este es un buen momento para recordar que no estás solo. Hablar de cómo te sientes con alguien de confianza, pedir ayuda y cuidar de tu salud mental puede marcar la diferencia. Si crees que algo no está bien en ti o en alguien cercano, no lo dejes pasar: buscar apoyo es el primer paso para sanar.