Diana, de 22 años, estudia Marketing en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Para ella, sí es una opción tener hijos, pero cuando tenga 35 años. Antes le gustaría terminar la carrera, hacer un posgrado, encontrar un trabajo apasionante, viajar como voluntaria y enamorarse de la persona ideal.
Por otro lado, ser madre no es una opción para Emilia, estudiante de primer semestre de Biología en la PUCE. “No siento que el mundo tenga los recursos suficientes para más personas”, comenta.
Y a ti, ¿te gustaría tener hijos? Las expectativas de vida de las nuevas generaciones han cambiado. Tener hijos ya no es una opción para todos. Eso reflejan las estadísticas, que advierten que la población mundial está envejeciendo y que existen menos nacimientos que hagan el relevo generacional.
Una realidad global
Estudios en Europa, Canadá y Estados Unidos señalan que las generaciones Millennials y Z no desean tener tantos hijos como en el pasado. Una investigación en The New York Times señala que solo el 55% de ambas generaciones se proyecta a tener descendencia. Algunos de estos países incluso han presentado la preocupación de la reducción de natalidad desde hace décadas.
Alejandra Delgado, socióloga y docente de la Facultad de Ciencias Humanas de la PUCE, coincide en que el fenómeno es multifactorial. Comenta que en la actualidad existe una mayor conciencia y debate sobre la paternidad o maternidad deseadas.
«Cada vez hay una mayor reflexión sobre lo que implica tener hijos. El proyecto de vida está ligado tanto a expectativas sociales como de la pareja y del individuo. Además, actualmente, es más común que la decisión de tener hijos sea una elección autónoma y no necesariamente de pareja», señala.
Algunos factores
Entre los factores que explica Alejandra están:
- Realización personal. Muchos jóvenes priorizan su desarrollo profesional y social antes de formar una familia. Optan así por viajar o cumplir metas personales en lugar de tener hijos.
- Realidad económica. Para algunos, tener un hijo es «muy caro». Se espera cubrir su educación universitaria, lo que se ha vuelto casi una obligación. Además, la alta tasa de desocupación juvenil genera incertidumbre entre las nuevas generaciones.
- Factores sociales. La violencia, el aumento de la pobreza y la crisis medioambiental hacen que algunos consideren que no existen las condiciones mínimas para criar a un niño. Valentina, estudiante de Derecho, cree que en el futuro estas realidades serán aún más complejas.
- Una gran responsabilidad. Las nuevas generaciones reflexionan sobre las responsabilidades que implica tener un niño. Esto incluye desde cubrir necesidades básicas hasta atender las emocionales y simbólicas, lo cual influye en su decisión de ser padres.
¿Qué pasa en Ecuador?
En 1950, cada mujer en el país tenía en promedio 6,8 hijos, mientras que, en 2024, el promedio cayó a 1,79. La disminución preocupa porque para asegurar que la población no decrezca, el promedio de hijos debe llegar a 2,1. Esto según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La tendencia indica que cada vez existen menos nacimientos. Sin embargo, Alejandra explica que este fenómeno no tiene la misma incidencia en todos los segmentos sociales. Esto especialmente en países con desigualdades más marcadas como Ecuador.
«Aunque hoy en día existe una mayor conciencia sobre las opciones para ser o no padres, todavía persisten brechas. No en todos los contextos es una decisión voluntaria por factores culturales y sociales», indica la experta.
Por ejemplo, el embarazo infantil producto de violaciones sexuales en contextos familiares sigue siendo preocupante. Entre enero y abril de 2024, se registraron 772 embarazos en niñas menores de 15 años. Así lo asegura la alianza regional de organizaciones Niñas no Madres.
Para la docente, es fundamental que se desarrolle una política pública de natalidad y de educación sexual y reproductiva. Además, que se lleven a cabo programas integrales para el cuidado de las infancias durante su crecimiento. No obstante, Alejandra señala que la discusión sobre sexualidad se ha postergado por otros temas urgentes como la inseguridad, violencia, solvencia energética, etc.
No tener hijos a largo plazo
Los efectos de la disminución de nacimientos se verán en el futuro. Por ejemplo, al reducirse la población, puede existir dificultad para relevar a los trabajadores actuales, repercutiendo en la producción.
Sin embargo, algunos efectos ya son tangibles. Uno de ellos es la grave crisis del sistema de seguridad social. El sistema de pensiones actual no podrá sostener las jubilaciones de aquí a 10 años.
«Uno de los roles fundamentales de la universidad es generar alianzas con instituciones públicas para enfocar este problema como un tema central. Debemos reflexionar sobre nuestras trayectorias demográficas y pensar cómo queremos que sea el país en los próximos 20 o 30 años”, dice Alejandra.
No tener hijos y salud
El Dr. Hernán Sabay escoordinador de la Especialización en Ginecología y Obstetricia de la PUCE. Comentó algunas implicaciones en la salud de quienes deciden no tener hijos. Explicó que en su experiencia ha evidenciado cómo cada vez más las mujeres postergan la maternidad.
La edad óptima para ser madre es entre los 25 y 35 años; según la Organización Mundial de Salud. Esto se debe a que, a partir de los 35 años, el riesgo de complicaciones maternas y malformaciones aumenta significativamente.
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En las mujeres, el riesgo asociado a la maternidad aumenta con la edad. Mientras tanto, los hombres, al tener producción continua de esperma pueden postergar la paternidad.
Por otro lado, no ser madre puede aumentar el riesgo de desarrollar fibromas, quistes o tumores mamarios por no dar de lactar. Asimismo, pueden presentar miomas, que son tumores en el útero.
La predisposición genética, la etnia y el estilo de vida juegan un papel importante en la aparición de miomas. También, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales y el aumento significativo de peso.
“Existe un incremento en los casos de miomatosis uterina y fibroadenoma de mamas. En mi consulta, aproximadamente el 80% de los casos están relacionados con estas condiciones. Realizo de tres a cuatro cirugías semanales para tratar miomas», indicó.
La decisión de tener hijos está influenciada por factores personales y sociales. Sin embargo, proyectarnos y planificar el relevo generacional para los próximos 10, 20 o 30 años es una obligación que tenemos como sociedad.
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