Cuando somos niños, todo es pregunta: ¿por qué llueve?, ¿cómo vuelan los pájaros?, ¿de dónde vienen las estrellas? Con el tiempo, muchos dejamos de preguntar, como si las respuestas ya estuvieran escritas. “Todos somos investigadores en potencia. Solo necesitamos volver a hacernos preguntas”. Con esta premisa, el doctor Juan Pablo Salgado, vicerrector de Investigación, Vinculación e Innovación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) invita a los estudiantes a descubrir el mundo de los grupos de investigación.
En la PUCE, más de 110 grupos de investigación están abiertos para estudiantes de todas las carreras y niveles. No se necesita saberlo todo para empezar: basta con tener ganas de cuestionar, aprender y transformar.
Pensar y crear
La investigación no es un privilegio de expertos o de quienes usan bata blanca en un laboratorio. Es una forma de mirar el mundo con profundidad, de entender los problemas desde sus causas, de imaginar soluciones con impacto. Y es también un acto profundamente humano.
“Un estudio reciente de neurociencia mostró que el cerebro de un investigador se activa igual que el de un niño cuando juega. Eso significa que investigar también es jugar: es experimentar, es aprender sin miedo”.
En la PUCE, esta experiencia se vive desde un enfoque renovado. Los grupos de investigación no son estructuras rígidas: son espacios abiertos, dinámicos y autónomos. En ellos convergen docentes, estudiantes, egresados e incluso personal administrativo para desarrollar conocimiento con sentido social.
Imagina que estudias Ingeniería y quieres diseñar una botella de agua. Podrías pensar que solo necesitas que contenga líquido… pero si investigas a fondo, descubres que también debes pensar en el tipo de plástico, su impacto ambiental, la temperatura que puede resistir, la cadena de distribución, la forma del envase, su comercialización y hasta su huella social.
“Eso es investigar: abrir un problema simple y encontrar en él todas sus capas”, dice Juan Pablo.
Aprender a aprender

Los grupos de investigación son comunidades que producen conocimiento para responder a los desafíos del entorno: ambientales, sociales, tecnológicos, educativos y de salud.
“Hacer investigación es sistematizar tu pensamiento, entender las causas de los problemas y proyectar soluciones”, señala Juan Pablo.
¿Por qué sumarse a un grupo de investigación?
Los beneficios son múltiples. Quien se involucra en investigación desde la universidad:
- Aprende a trabajar en equipo y con pensamiento crítico.
- Fortalece su hoja de vida con publicaciones, itinerarios y experiencias internacionales.
- Tiene acceso a oportunidades de movilidad académica, congresos y redes globales.
- Se forma para enfrentar problemas complejos con soluciones interdisciplinarias.
“En un mundo que cambia constantemente, aprender a aprender es una de las habilidades más valiosas. Eso te lo da la investigación”, afirma Juan Pablo.
Además, los estudiantes que participan activamente pueden obtener certificaciones adicionales que reconocen sus trayectorias investigativas, aportando valor real a su perfil profesional.
¿Cómo unirse?
Unirse a un grupo de investigación es sencillo. Los estudiantes pueden ingresar a la página PUCE Investiga o acercarse directamente a los docentes coordinadores de los grupos. También, pueden consultar en las Direcciones de Investigación Vinculación e Innovación. “Solo hace falta tener ganas, acercarte, preguntar qué están haciendo, proponer cómo puedes aportar”, dice Juan Pablo.
Todos somos investigadores
El mensaje final es claro: todos somos investigadores en potencia. La clave está en atreverse a preguntar. “No te preocupes si nunca has escrito un artículo o si no sabes cómo se hace una hipótesis. Investigar es mirar el mundo con ojos nuevos y no conformarse con las respuestas prefabricadas”, anima Juan Pablo.
Y tú, ¿te atreves a preguntar? Sé parte de un grupo de investigación en la PUCE