Rafael Medina Valencia es estudiante de Medicina en la PUCE. Actualmente realiza el internado rotativo. Rafa nos concedió esta entrevista, luego de que terminara su turno de 24 horas, para hablar sobre su pasión por el arte y cómo le ha sacado provecho a las Actividades Complementarias en la universidad.
¿Qué te motivó a unirte a las Actividades Complementarias?
Desde pequeño me gustaba participar en los eventos que se organizaban en la escuela y el colegio. Siempre participábamos en el domingo de Carnaval, en Guaranda. Cuando vine a estudiar Medicina en Quito pensé en buscar cursos de este tipo, pero luego me enteré que la universidad tenía las Actividades Complementarias y no dudé en acercarme a preguntar. Era mediados de semestre y las inscripciones se realizan en las primeras semanas por lo que no me pude inscribir.
En segundo semestre revisé mi horario de clases y vi que podía inscribirme en Tango. A medida que avanzaban los semestres, si bien la carga horaria era la misma, tenía otra distribución de horarios lo que me dio la oportunidad de inscribirme en otra actividad. El grupo de Teatro Clásico me llamaba mucho la atención por lo que conversé con el profesor. Pensaba que todo era muy riguroso, pero me invitó a probar durante un semestre. Si bien había algunos horarios que se cruzaban me comprometí a asistir a la mayor cantidad de clases. Así fue como me inscribí en Teatro Clásico y continué en Tango.
Luego complementé el Tango con el Folclor Argentino, ya que el profesor dirigía ambos grupos. Terminé con mis horarios copados, entre las actividades y las clases, solo me quedaba libre el viernes y el domingo (sonríe).
¿Cómo organizas tu tiempo para estudiar y ser parte de los grupos culturales?
Tuve que hacer maromas para organizarme con los tiempos. Recuerdo que durante una época coincidía que los lunes tenía tres ensayos seguidos de los distintos grupos. Pero sobre todo soy una persona que se guía por los sentimientos, recuerdo cuando hubo en un momento que estaba en un bajón y decidí dejar durante un mes el grupo de Teatro. Ese mes fue caótico ya me había acostumbrado a regresar de noche a la casa y hacer las tareas; pero ese mes regresaba y todavía era de día, me sobraba mucho tiempo y decía ¿y ahora, qué hago…? Puedo decir que hasta me dio un poco de ansiedad y luego de eso dije no puedo vivir sin estas actividades.
¿En qué te han aportado las Actividades Complementarias?
Yo salí de Guaranda siendo un chico tímido que quería explorar el mundo pero que andaba con un poco de cautela, que buscaba nuevas experiencias pero que si algo no me gustaba no lo volvía a hacer. Ahora puedo decir que al Tango y al Folclore les agradezco por el crecimiento que tuve y el aprendizaje para entablar relaciones interpersonales. En estos grupos aprendí a estar cerca de otra persona hacerla sentir cómoda y yo también sentirme cómodo. También aprendí a comunicarme a través del lenguaje no verbal.
Al Teatro le puedo agradecer por mi crecimiento y autoconocimiento. Aprendí sobre mi propio cuerpo, cómo se mueve, hasta donde puedo experimentar y hasta dónde llegar. Todo esto me ayudó a confiar en mí mismo a atreverme a hacer cosas diferente como las improvisaciones en el escenario. También me ayudó a aceptarme a mi mismo. Yo era muy cohibido y en las presentaciones por el apuro o para pasar de un personaje a otro, muchas veces debes cambiarte de ropa frente a tus compañeros, aprendes a quitarte prejuicios como ese o el del uso del maquillaje para los personajes. Sin duda, todo esto me ha llevado a salir de mi zona de confort y me ha ayudado a crecer bastante.
¿Estas actividades han aportado a tu formación profesional?
Si, por ejemplo, en la forma de comunicarme con las personas. En los primeros niveles de Medicina, sin la experiencia de las actividades culturales, no compartía palabras con los pacientes, solo lo básico: saludarle y explicarle lo que iba a hacer. Ahora noto que me puedo comunicar mejor con los pacientes y ayudarles de mejor manera. A veces solo con la mirada puedo detectar ciertas necesidades. En la guardia de ayer me pasó eso, sentí una mirada y noté que una señora necesitaba ayuda. Me acerqué y, en efecto, necesitaba guía para tomar un turno. A lo mejor el Rafael de antes no se hubiera acercado a esa persona.
¿Cómo ha sido continuar con estas actividades a través de Zoom?
Con mis compañeros y profesores coincidimos en que todos hemos pasado por muchas cosas, pero los grupos se han mantenido con la misma cantidad de participantes. Para mi esta ya no es solo una actividad cultural, es parte de mi día a día, es como mi familia y el hecho de conocer a estas personas, saber que estar bien y mantenernos conectados es valioso. En Tango, por ejemplo, hicimos un video virtual grabándonos cada uno un pedacito para hacer una coreografía. Todo esto nos ha permitido estar cerca porque muchas personas pueden desarrollar ansiedad y tener al menos compañeros virtuales y conversar sin duda ayuda a mejorar en estas etapas.
¿Cómo te proyectas como profesional al corto y mediano plazo?
Siempre uno se hace esa pregunta a lo largo de la carrera. Es una pregunta que me retumbaba en la cabeza y, sinceramente, no sabía. Ahora que estoy cerca de acabar la carrera me he puesto a pensar en otros compañeros con los que hemos compartido tablas y escenario en la misma universidad. Tengo un compañero que se graduó de Medicina, ejerce la medicina, pero a la vez está cursando actuación.
Yo si me pongo a pensar que Medicina no es lo único que me gustaría hacer en la vida. Sé que tengo capacidad para hacer muchas cosas y si me organizo bien a lo mejor y puedo lograr dos o tres cosas más. No quisiera dejar de lado el teatro y la danza quizá me meta algún curso y si dios permite puedo seguir una segunda carrera en arte.