Según el Registro Nacional de Tumores (RNT), una de cada 12 mujeres en el mundo desarrolla cáncer de mama. En Ecuador, el riesgo de padecer este tipo de cáncer es de 38,2 casos por cada 100.000 mujeres. Además, el cáncer de seno se posiciona como la tercera causa de muerte entre las mujeres en el país.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, entrevistamos a la doctora Mónica García. Ella es docente de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
Mónica es Especialista en Ginecólogía y Obstetricia.
¿Cuáles son los factores de riesgo más comunes asociados al cáncer de mama y cómo podemos reducirlos?
Los principales factores de riesgo para el cáncer de mama incluyen el sexo y la edad. Menos del 1% de los casos se presenta en hombres.
Dos de cada tres casos de cáncer de mama invasivo ocurren en mujeres de 55 años o más. Los antecedentes familiares también son relevantes, especialmente cuando se trata de familiares de primer grado (madre, hermana o hija). En estos casos, el riesgo se duplica. Si dos familiares de primer grado han tenido cáncer de mama, el riesgo es cinco veces mayor.
Las mujeres blancas son ligeramente más propensas a desarrollar cáncer de mama que las mujeres negras, latinas y asiáticas. Sin embargo, las mujeres negras tienen más probabilidades de desarrollar tipos de cáncer de mama agresivos. Además, suelen ser diagnosticadas en etapas más avanzadas y a edades tempranas.
Existen otros factores de riesgo que no se pueden modificar. Entre ellos están:
- Comenzar a menstruar antes de los 12 años y entrar en la menopausia después de los 55 años.
- Tener senos densos.
- Un historial personal de cáncer de mama o enfermedades benignas de mama.
- Haber recibido radioterapia en el pecho.
- Tener niveles elevados de estrógeno o testosterona también son factores importantes. Esto último puede asociarse al síndrome de ovario poliquístico o a la obesidad.
No obstante, hay factores de riesgo que pueden modificarse. La falta de actividad física, el sobrepeso y la obesidad son algunos de ellos. También, influyen el uso de estrógenos o progesterona en altas dosis como parte de la terapia hormonal para la menopausia. Tener el primer embarazo después de los 35 años o no haber dado de lactar también son otros factores. El consumo de alcohol y el tabaquismo completan esta lista.
Para reducir los riesgos, se recomienda acudir anualmente a un control médico. Esto ayuda a identificar posibles situaciones de riesgo. También, es importante realizar una autoexploración de mamas mensual. Además, es fundamental evitar los factores de riesgo modificables. Realizar actividad física, mejorar la alimentación y evitar el tabaco y el alcohol son clave.
¿Qué signos o síntomas tempranos del cáncer de mama deberían alertar a las mujeres para consultar a un especialista de inmediato?
Lamentablemente, el cáncer de mama, como otros tipos de cáncer, no se manifiesta físicamente con síntomas o signos, sino cuando ya está avanzado. Es decir, cuando ya se pueden observar alteraciones en la coloración de la piel de la mama, retracciones del pezón o tumoraciones.
El propósito de las pruebas médicas de detección es encontrar una enfermedad en las personas que no presentan síntomas. El objetivo de los exámenes para detectar el cáncer de mama consiste en encontrarlo antes de que empiece a causar síntomas. La detección temprana significa encontrar y diagnosticar una enfermedad en lugar de esperar hasta que los síntomas comiences a manifestarse.
Uno de los principales signos tempranos del cáncer de mama son las microcalcificaciones, que solamente son observables mediante la mamografía. De ahí la importancia de la realizarse este examen.
¿A qué edad es recomendable comenzar con los exámenes preventivos, como la mamografía, y con qué frecuencia deben realizarse?
Todas las mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama, es decir, aquellas que no tienen factores de riesgo, deben empezar a realizarse mamografías de prevención a los 40 años. Estas deben repetirse cada año. La recomendación es respaldada por varios organismos internacionales, como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) y la Sociedad Americana del Cáncer.
En cambio, las mujeres con factores de alto riesgo deben iniciar la detección antes. Generalmente, se recomienda que empiecen con mamografías y resonancias magnéticas a partir de los 30 años.
@dra.juliesalomon Ya estamos en el mes rosa, ¿Ya sabes cómo explorarte tus mamas? Recuerda que el cancer de mamá es la primera causa de muerte en mujeres. #cdmx #mesrosa🎀 #exploracion #cancerdemama #dra #ilusion #mujer #rosa #ginecologia #infecciones #consejosdegine #pisopelvico #soytu #viral ♬ One Kiss – Calvin Harris & Dua Lipa
Además de las mamografías, ¿existen otras pruebas o tecnologías avanzadas que mejoren la detección temprana del cáncer de mama?
Es probable que, en los hallazgos de la mamografía, se reporte la presencia de una masa o bulto. Eso casos requieren la realización de una ecografía complementaria, que ayudará a esclarecer el contenido de la masa. No obstante, hay que considerar que este examen no reemplaza a la mamografía y tampoco es considerado una prueba única de tamizaje.
Si los hallazgos de la mamografía y/o ecografía son sospechosos de malignidad, se puede requerir de la realización de una punción o biopsia.
En la actualidad, se cuenta con un tipo de mamografía llamado tomosíntesis o mamografía 3D. Ya está disponible en algunos centros de diagnóstico de nuestro país.
¿Cuál sería su mensaje para las mujeres que sienten miedo de hacerse estos exámenes?
El cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres ecuatorianas, según el RNT y Globocan. Aunque el autoexamen no es una prueba de detección temprana, es fundamental que las mujeres conozcan cómo se ven y se sienten normalmente sus senos. Esto les permitirá identificar cualquier cambio y comunicárselo de inmediato a su médico.
Entendemos que la idea de someterse a exámenes de tamizaje, como la mamografía, puede generar ansiedad. Sin embargo, aunque la mamografía puede ser un poco incómoda, no causa dolor. Detectar cualquier cambio en las mamas de manera temprana aumenta significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso.
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